El estudio que sugiere que una aurora boreal podría haber causado el hundimiento del Titanic

Cuando pensamos en el Titanic, la imagen de un lujoso barco que chocó contra un iceberg en una helada noche de abril es lo primero que se nos viene a la mente. Sin embargo, una reciente investigación plantea una hipótesis sorprendente, en la que una aurora boreal podría haber sido la causante de la alteración de los sistemas de navegación y comunicaciones de la embarcación, lo que habría influenciado en su trágico destino.

El 14 de abril de 1912, a las 23:40, el RMS Titanic impactó contra un iceberg en el Atlántico Norte. De los 2240 pasajeros y tripulantes a bordo, más de 1500 personas perdieron la vida. Si bien la velocidad del barco y las condiciones marinas adversas fueron señaladas como factores clave en el desastre, una investigación publicada en 2020 por la meteoróloga independiente Mila Zinkova sugiere que la actividad geomagnética de la aurora boreal pudo haber jugado un papel crucial en la catástrofe.

Zinkova analizó registros climáticos y testimonios de la época y descubrió que esa noche las auroras boreales eran visibles en el cielo. Este fenómeno, producto de la interacción del viento solar con la magnetosfera terrestre, puede generar alteraciones electromagnéticas que afectan sistemas de comunicación y navegación.

Las tormentas geomagnéticas pueden interferir en las brújulas y provocar desviaciones en el rumbo de las embarcaciones. Según Zinkova, una mínima alteración de 0,5 grados en la trayectoria del Titanic habría sido suficiente para colocarlo en el camino del iceberg. Además, estos efectos pudieron haber dificultado las señales de socorro enviadas tras la colisión, lo que afectó la respuesta de los barcos cercanos.

Un testimonio clave es el del segundo oficial del RMS Carpathia, James Bisset, quien rescató a varios sobrevivientes y anotó en su diario que la aurora boreal iluminó el cielo la noche del naufragio. Este dato refuerza la teoría de que hubo actividad geomagnética en la zona.

Hoy en día, la influencia de las auroras boreales en la navegación marítima puede minimizarse gracias a diversas tecnologías y protocolos de seguridad. Algunas de las principales estrategias incluyen:

Uso de GPS y navegación satelital

Los barcos modernos dependen de sistemas de navegación por GPS, que son mucho más precisos que las brújulas magnéticas utilizadas en la época del Titanic. Aunque las tormentas solares pueden afectar temporalmente las señales GPS, los barcos cuentan con múltiples sistemas de respaldo para evitar errores de navegación.

Monitoreo de actividad geomagnética

Las agencias espaciales, como la NASA y la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU.), monitorean constantemente la actividad solar y emiten alertas sobre tormentas geomagnéticas. Las navieras pueden usar esta información para ajustar rutas o reforzar medidas de seguridad en caso de una tormenta solar intensa.

Blindaje electromagnético

Los barcos modernos están diseñados con materiales y sistemas de blindaje que reducen la interferencia electromagnética. Esto protege los equipos electrónicos de posibles perturbaciones provocadas por tormentas solares.

Sistemas de comunicación avanzados

A diferencia de 1912, los barcos actuales cuentan con múltiples formas de comunicación, como radio satelital, señales de emergencia automatizadas para evitar interferencias causadas por la actividad geomagnética.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/en-las-redes/el-estudio-que-sugiere-que-una-aurora-boreal-podria-haber-causado-el-hundimiento-del-titanic-nid25022025/

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