Es momento de animarte a cultivar tu propio árbol de palta. ¿Por qué? Porque al hacerlo cultivar, tenés el control total sobre los métodos de cultivo y podés optar por técnicas orgánicas, evitando pesticidas y fertilizantes químicos que pueden afectar tanto la salud de tu familia como el medio ambiente.
Uno de los principales beneficios de cultivar paltas es la calidad del fruto. Las paltas cultivadas en casa suelen ser más frescas y sabrosas que las compradas en el supermercado, ya que se recogen en su punto óptimo de madurez.
El momento de comenzarEl primer paso es germinar la semilla: se coloca la semilla de palta en un vaso de agua (a medio llenar) sujetándola con palillos para que no se sumerja totalmente. En el transcurso de tres o cuatro semanas aparecerá la raíz y a partir de allí es momento de plantarla.
También se puede plantar la semilla de palta directamente en la tierra, pero se debe regar con frecuencia y abundante agua. A los 15 días echa raíces y aproximadamente a los 30 días aparecerán las primeras ramas.
Otra opción es el injerto. Esta es la más indicada si el objetivo es tener un árbol de palta que produzca frutos rápidamente y con alta calidad. Sin embargo, el cultivo a partir de semilla puede ser una alternativa más accesible para quienes no cuentan con el conocimiento o los recursos para realizar injertos.
¿Cerca de otro árbol sí o no?Existe una creencia popular muy difundida que indica que el árbol de palta debe tener otro árbol cercano para dar frutos. “Al igual que otras especies, como por ejemplo el pecán, el árbol de palta puede producir una cantidad razonable aun estando solo. Hay variedades más o menos productivas en esta situación. También esto dependerá de la zona. Si hubiera otro ejemplar, idealmente de otra variedad compatible, podrían ayudarse mutuamente, produciendo más los dos”, señala el especialista Juan Buela.
Si la idea es cultivar paltas en maceta, es momento de bajar las expectativas, ya que el resultado será limitado. “Es un árbol productivo de mediano a gran porte, por lo cual no se adapta muy bien a un recipiente reducido. Preferentemente, tiene que estar en suelo directo, ya que no crecerá demasiado y, por ende, no producirá demasiado tampoco”, explica Buela.
¿Cómo lograr que produzcan rápido?Los injertos son una técnica utilizada para acelerar el proceso de producción de un árbol de palta y mejorar la calidad de los frutos. Esta técnica consiste en unir dos partes de plantas diferentes: una raíz o portainjerto, que puede ser una variedad de palta resistente o de rápido crecimiento, y una yema o yema injertada de una variedad productiva y de calidad, como el Hass o el Fuerte.
El injerto permite que el árbol de palta comience a producir frutos en un período mucho más corto que si se cultivara a partir de semilla. Un árbol de palta cultivado a partir de semilla puede tardar entre 6 y 13 años en dar frutos, mientras que un árbol injertado puede empezar a producir entre 3 y 4 años, dependiendo de las condiciones.
Además, los injertos mejoran otras características del árbol como su resistencia a enfermedades, el sabor y calidad de sus frutos y la adaptabilidad a las condiciones del suelo y clima del lugar.
Otros cuidadosRiego: No soporta un exceso de humedad prolongado. Esta situación lo hará susceptible al ataque de hongos de suelo, lo que provocará su muerte.
Poda: Lo más importante es podarlo cuando sea necesario. Al ser una planta perenne, se podrá hacer en cualquier época del año, salvo en momentos de temperaturas extremas, tanto frías como cálidas.
Es importante que tenga buena luminosidad, y esto se logra podándolo para que su copa no se cierre y provoque sombra en su interior, a además para que no se vaya en altura.
Clima: No se adapta a cualquier tipo de clima y suelo. No soporta fríos extremos ni suelos pesados. En lugares donde pueden ocurrir heladas, se debe plantar en zonas reparadas, que podrían ser construcciones u otro tipo de cortinas perennes. Prefiere clima templado, libre de heladas y suelo idealmente franco, franco-arenoso.