Charlotte Caniggia apenas se parece al personaje que inventó para las cámaras. La real también es súper simpática y le gusta conversar, pero es mucho más espiritual, ama leer e ir al cine a ver películas de terror y tiene un bajo perfil. Hace algunas semanas, la hija de Claudio Paul y Mariana Nannis, de 32 años, estrenó ¡Qué Tupé!, que conduce junto a Enzo Aguilar en el streaming eltrece prende, de lunes a jueves a las 15.
LA NACION conversó con Charlotte, que se animó a hablar de cada uno de los miembros de su familia y confió que su gran sueño es logar que todos estén unidos y en buenas relaciones. “Quiero sanar mi árbol genealógico”, se propuso. También reveló algunos detalles de su pareja desde hace seis años, el empresario Roberto Storino Landi, y dijo que su gran deseo es formar una familia.
–¿Cómo se dio la oportunidad de hacer streaming en eltrece?
–Me llamó Enzo para que lo acompañara. Nos hicimos amigos en El hotel de los famosos, hace unos años. Siempre quisimos trabajar juntos, y un día me dijo “amiga, hay un proyecto que quiero que hagamos juntos”. Le respondí que sí, obvio, porque nos llevamos muy bien, hacemos muy buena dupla. Para nosotros esto no es trabajar (risas). Siempre decimos que venimos a divertirnos; es como una charla entre amigos. Nos gusta ir por el lado del humor. Enzo es un compañero increíble, simpático, siempre está contento, y contagia esa buena energía. Es un chico muy honesto y lo amo. El programa tiene cada día una temática distinta, y cuando hablamos de países damos detalles de las comidas, por ejemplo, y nos vestimos con la ropa típica también (risas). Todos los días me traigo mi valijita con mucha ropa y después voy viendo qué quiero usar…. Depende mi mood, de cómo tenga el pelo y el maquillaje. Hay días que quiero usar más color y otros elijo el negro. Todo depende de la onda. Me gusta mucho la moda.
–¡Es como si te mudaras cada día!
–(Risas) ¡Sí! Los vecinos todos se creen que yo me voy de viaje, y vengo a trabajar. Pero soy así. Hice muchos realities y esto es distinto, más relajado.
–¿Tenes otros proyectos?
–Hice Playboy en estos días. Una superproducción con gente de Estados Unidos. Siempre quise hacer Playboy. Me lo han ofrecido hace muchos años, en el 2012, pero era muy chica, y entonces dije que no. Y ahora me animé.
–En los ’80 era toda una osadía hacer esas producciones. ¿Cómo fue la experiencia?
–Muy buena onda. Muestro algo, pero no tanto. No hago un desnudo total, sí topless.
–¿Lo hablaste con tu pareja?
–No, él no se mete. Sabe que es mi trabajo y me acepta como soy. Es parte de la relación. Además, hace 6 años que estamos juntos y ya me conoce. No pasa nada. Es trabajo. También estoy en dos plataformas, HotGo y Divas Play. Y en diciembre voy a lanzar mi perfume con un súper evento. Estoy planificándolo todavía, organizando cómo va a ser. Quiero que sea un evento distinto, con experiencias, una habitación llena de flores, encuestas. Es una fragancia con mucha personalidad, y fuerte, porque a mí me gustan los perfumes súper fuertes. Creo que les va a encantar a todos. Es una empresa que se llama Stella Dustin, con fábrica en China y en Estados Unidos; el dueño es chino, muy amigo nuestro. Se llama Stella Dustin by Charlotte, con otro nombre, pero no puedo contarlo todavía.
–Me decís que estás en dos plataformas, ¿qué contenido te gusta ofrecer?
–Son fotos sexys y la gente entra a verlas. Y tenés que laburar todo el día porque necesitás producirte, maquillarte, elegir outfits. Es un poco agotador. Porque en este trabajo tenés que estar siempre diosa.
–Y algún día querés quedarte en joggineta y sin maquillaje…
–¡Sí! Odio el maquillaje y cuando estoy en casa no me maquillo. Me hago las pestañitas y listo. Me cuido mucho la piel, trato de no usar tantos productos. Y los fines de semana no suelo salir. Nos gusta quedarnos en casa… A lo sumo ir a cenar o ir al cine a ver películas de terror, que me encantan. Mi vida es muy tranqui… Algunos podrían pensar que un poco aburrida.
–Sos diferente al personaje que conocemos en la tele….
–Sí, quizás de más joven salía. Ahora estoy más tranquila. Uno va creciendo, madurando. Mi novio es muy tranquilo, y eso me hizo cambiar.
Un chongo lindo–¿Cómo nació ese amor?
–Nos conocimos hace seis años y nos presentó mi mánager, Fabián; fue nuestro Cupido (risas). Un día le dije: “presentáme un chongo lindo”. Y apareció Rober, y fuimos a cenar. Me gustó su personalidad, es un chico muy correcto, súper serio, centrado, organizado. Es puntual, responsable… Y yo estoy aprendiendo.
–Es que en tu familia son muy mediáticos….
–Soy la menos quilombera de mi familia (risas). Yo soy tímida, siempre lo fui. Pero en el Bailando por un sueño, por ejemplo, tenés que dar show porque te pagan para eso y el programa se centra en las peleas, en ser polémica, y no podés quedarte callada porque te echan. Entonces tenía que hablar, que pelearme con alguien y se me da muy bien. Pero es un personaje, porque no soy así en la vida real. Soy divertida, eso sí, pero no me ando peleando con la gente.
–Y tu novio entiende todo…
–Sí. Son muchos años. Al poco tiempo de conocernos nos mudamos juntos. Tenemos una perrita, bulldog francés, que compramos en pandemia y es como nuestra hija. Es un amor, muy obediente, y como la criamos en la pandemia sabe que no tiene que hacer pipí en la casa. Muchas reglas le pusimos, pobrecita (risas).
–¿Y pensaron en casarse alguna vez, y formar familia?
–Sí. Muchas veces hablamos de eso. Nos encantaría, pero no ahora. Soy tía de dos nenas: Venezia, hija de mi hermano Alex, y Camila, hija de la hermana de Rober, Laura. Las dos nenas me aman, soy la tía favorita, y es re lindo. En algún momento sí me gustaría ser mamá. No sé si ya mismo, pero es uno de mis sueños. Me re gustaría tener una familia, aunque no sé si estoy lista. Me da mucho miedo… Pero bueno, algún día pasará.
De la moda al espectáculo–¿Cuándo decidiste que te interesaba el mundo del espectáculo?
–Nunca fue mi plan. Cuando terminé el colegio quería estudiar diseño de moda. Mi sueño era ser diseñadora o trabajar para alguna empresa. Quería ir al Instituto Marangoni, a un curso de verano, y pasar un mes en parís, otro en Londres y uno más en Milán. El curso era bastante caro y como me porté mal mi papá no me lo quiso pagar, y no lo hice.
–¿Cómo te portaste mal?
–Me escapaba, era rerebelde. Me iba de joda, y mi papá se re enojaba. Y era joven… Fui la rebelde de mi casa, porque mis hermanitos no eran de salir. Al final no hice ese curso y al tiempo mi mamá me dijo que fuéramos al Bailando… Yo no sabía ni qué era y me explicó que era un programa en Argentina y hacían un concurso de baile. Vivíamos en Marbella y aunque nací en Argentina, nos mudamos cuando era chiquita y nunca había vuelto. Entonces siempre quise conocer, saber cómo era Buenos Aires. Vinimos y ahí empezó todo; yo bailaba y mi mamá me acompañaba a las galas. Mi mamá me introdujo en este mundo.
–Y te gustó…
–Sí, me gustó y empezó a irme bien. Y ya me quedé en Argentina a vivir. Hice dos realities en España y viajé bastante, pero siempre volví. Me gusta mucho viajar. El año pasado nos fuimos seis meses a varios países de Asia. Nos tomamos medio año sabático (risas) y fue hermoso. Recorrimos templos, mucha naturaleza. Fue un viaje muy espiritual.
Constelaciones con caballos, chakras, reiki y otros yerbas–¿Sos una persona espiritual o creyente?
–Sí… Creo en las energías. Hice constelaciones con caballos en Mendoza y fue una experiencia maravillosa; lloré mucho y me sentí aliviada… Tenía una angustia que necesitaba sacar. Me hacen alineación de chakras, reiki y esas cosas. Todo eso me hace muy bien.
–¿Alguna vez hiciste terapia tradicional?
–Lo intenté, pero me gusta más la energía, y no hablar de mis problemas. Siento que ir a un psicólogo a hablar de mis problemas no es mi manera de solucionarlos. Leo en libros de autoayuda… Voy por otro lado.
–¿Querés sanar tus vínculos familiares?
–Sí. Es uno de mis sueños. Cuando hago alguna terapia siempre salta el tema familiar. Entiendo que tengo una familia particular, mediática con mi hermano, mi cuñada, mi mamá, mi papá.
–¿Tenés buena relación con tu papá?
–Sí, pero la verdad es que no lo veo mucho. Si nos vemos está todo bien, y vamos a comer o a tomar un café.
–Y tu mamá sigue en Marbella, ¿hablan seguido?
–No tanto porque ella no es muy tecnológica. Cuando fue a Maldivas el año pasado, fui a verla. Tuvimos un reencuentro, charlamos. La vi bien.
–Sos la que siempre busca unir a la familia….
–Soy la oveja negra de la familia (risas). Busco unirlos a todos; mi hermano que está peleado con mi mamá y le digo que ya está, que la perdone. No por ella si no por él. Porque uno perdona para aliviarse, para soltar ese peso. Pero por ahora no me hace caso. Igual yo creo que todo se puede solucionar. Y además la vida es corta, venimos con un propósito y nuestra alma debe perdonar y hacer cosas buenas. No podemos vivir con odio ni rencor, y menos hacia un padre o una madre.
–Te habías pelado con Alex, ¿cómo están ahora?
–Estuvimos peleados, nos reconciliamos y ahora no me habla. Yo lo amo a mi hermano; es mi mellizo. Somos re unidos, pero ahora estamos distanciados otra vez.
–¿A tu sobrina la ves?
–La vi el otro día, pero después no me hablaron más. Entonces no puedo ver a mi sobrina y me molesta eso. El otro día me dijo tía y morí de amor. Me abraza, me da besos. Seguro que vamos a reconciliarnos.
–¿Y cómo te llevas con tu otro hermano, Axel?
–Él es profesor de pintura; hace hiperrealismo. A veces hablamos, pero no tanto. Vive en España. Mi familia está muy desunida. Creo mucho en las vidas pasadas, y pienso que quizá en otras vidas algo pasó en nuestra familia para que hoy tengamos este vínculo. Me interesa ese tema y leo mucho a Brian Weiss; ahora estoy leyendo Lazos de amor. Antes de morirme, espero poder sanar a mi árbol genealógico para los que vengan después de mí. Porque todos cargamos con temas familiares y de nuestros ancestros, de muchas generaciones atrás.