La agenda del gobernador de California, Gavin Newsom, se convirtió en un rompecabezas para periodistas, analistas y ciudadanos. Desde hace cinco meses, no existe un registro público actualizado de sus actividades oficiales y encendió la preocupación por saber si el foco está puesto en la política local o en una eventual candidatura presidencial.
Una rutina fuera del alcance público: ¿qué hace Gavin Newsom?El calendario del gobernador funcionó históricamente como una ventana parcial a su día a día: reuniones con asesores, actos oficiales, encuentros con legisladores. No es un registro que revela toda su vida, pero sí una idea de sus prioridades. Sin embargo, desde abril no se difundió ninguna actualización, y su equipo solo se limitó a responder que los registros se publicarán “cuando estén listos”, explicaron desde Cal Matters.
La respuesta generó frustración en organizaciones civiles que se dedican a vigilar la transparencia del gobierno. David Loy, director legal de la First Amendment Coalition, sostuvo que: “No estamos hablando de cientos de documentos que requieren redacciones complejas. Es un pedido sencillo. Esto no es difícil, o no debería serlo”.
La agenda de Newsom: ¿Más enfocada en el plano nacional que en la política de California?El vacío de información coincidió con la creciente proyección nacional de Newsom. Durante este año lanzó un pódcast semanal con tinte político y multiplicó sus viajes a estados clave en un eventual escenario presidencial. Ese doble rol alimentó las críticas.
En marzo, el entonces asambleísta republicano Bill Essayli, hoy fiscal federal, lanzó un cuestionamiento en Fox News: “Si quiere demostrar que sería un buen presidente, ¿por qué no empieza por liderar realmente el estado de California?”.
Las encuestas reflejaron un sentimiento similar. Un sondeo de mayo mostró que el doble de votantes creía que Newsom dedicaba más esfuerzo a elevar su perfil nacional que a resolver los problemas locales, según consignó Los Angeles Times.
El antecedente de los calendarios y la importancia de su publicaciónEl debate sobre la divulgación de los horarios oficiales no es nuevo. En 1991, la Corte Suprema de California respaldó al entonces gobernador George Deukmejian, quien argumentó que dar a conocer sus citas podía limitar su capacidad de decisión. Sin embargo, en 2004 los votantes modificaron la ley para ampliar la obligación de transparencia, según el medio citado.
Desde ese momento, los gobernadores se vieron obligados a compartir sus agendas. Arnold Schwarzenegger lo hizo tras esa reforma, y Jerry Brown adoptó incluso la práctica de enviarlas de manera proactiva cada mes a los periodistas que las solicitaban. Newsom también cumplió con ese estándar durante años, hasta que el flujo se interrumpió en 2025.
Aunque los documentos suelen ser básicos —fechas, horas, descripciones mínimas y responsables del staff— representan una de las pocas herramientas para evaluar con quién habla el gobernador y cómo distribuye su tiempo, dado que correos electrónicos y otros registros oficiales permanecen bajo protección legal.
Los últimos datos disponibles en la agenda de NewsomLa última entrega conocida se remonta al 1° de abril de este año e incluía únicamente los meses de septiembre a diciembre de 2024. Desde entonces, nada más se agregó. Conforme a la Ley de Registros Públicos, las agencias deben responder en un plazo máximo de diez días hábiles si cuentan con los documentos solicitados y ofrecer un cronograma estimado de entrega. Sin embargo, el compromiso de hacerlo “de manera pronta” no tiene definición precisa y, en la práctica, quedó en un limbo.
Además, los archivos que la oficina de Newsom entregó en el pasado llegaron en formato PDF, copiados desde otro sistema, lo que generó cuestionamientos. Según explicó Loy, la normativa exige que los registros electrónicos se den en su formato original para garantizar que no fueron alterados. “La base de la transparencia es confiar pero verificar. No basta con aceptar su palabra. Tenemos que verlo por nosotros mismos”, subrayó.