Por qué no conviene calentar los pies fríos con la estufa

La mala circulación sanguínea es un problema frecuente que afecta a personas de todas las edades, aunque suele ser más común en adultos y personas mayores. Una de sus manifestaciones más habituales es la sensación de frío constante en las extremidades, especialmente en manos y pies. Al respecto, el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) resaltó que es muy importante evitar calentar los pies a través de fuentes de calor directas, como estufas, porque dificultan más la vasoconstricción.

¿Qué es la vasoconstricción? Se trata de un proceso en el que los vasos sanguíneos, especialmente las arterias y arteriolas, se estrechan debido a la contracción de la capa muscular que recubre sus paredes. Al reducir su diámetro interno, el flujo de sangre que llega a la zona disminuye y, en consecuencia, puede aumentar la presión arterial en el resto del cuerpo.

Este mecanismo es natural y es la forma en que el cuerpo humano regula la circulación. Por ejemplo, cuando hace frío, el organismo reduce el flujo de sangre hacia las extremidades (como manos, pies y orejas) para conservar el calor y proteger los órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los pulmones. De esa manera, se prioriza mantener estable la temperatura interna, incluso a costa de que las extremidades se enfríen.

También puede producirse por otros motivos, como una reacción al estrés, al dolor, a ciertos medicamentos o incluso a cambios bruscos de temperatura. En el caso concreto de acercar los pies fríos a una fuente de calor intensa, como una estufa, el cuerpo puede reaccionar cerrando aún más los vasos sanguíneos de esa zona. Esto ocurre porque el cambio repentino provoca una respuesta defensiva que, en lugar de mejorar la circulación, la empeora momentáneamente.

Pero el frío en los pies no solo resulta incómodo, sino que también puede ser una señal de que el flujo de sangre hacia esas zonas no es el adecuado. El podólogo Jorge Escoto, miembro de la junta directiva del ICOPCV destacó: “Muchas personas que cuidan a las personas mayores creen que para que dejen de tener los pies fríos lo mejor es ponerlos cerca de fuentes directas de calor; sin embargo, sucede todo lo contrario. Para promover el calor en el cuerpo es imprescindible estimular su sistema circulatorio”.

Además, desde la institución advierten que si alguien estuvo expuesto al frío y se acerca inmediatamente a una fuente intensa de calor —como una estufa—, puede provocar una vasoconstricción brusca, lo que reduce aún más el flujo sanguíneo hacia los pies.

Cómo favorecer la circulación sanguínea Moverse con frecuencia. Evitar permanecer sentado o de pie por periodos largos; levantarse y caminar unos minutos cada hora.Elevar las piernas. Colocarlas ligeramente por encima del nivel del corazón durante unos minutos.Mantener una postura correcta. Evitar cruzar las piernas por mucho tiempo, ya que dificulta la circulación.Usar ropa cómoda. Evitar prendas muy ajustadas que compriman tobillos, muslos o la cintura.Mantenerse hidratado. Tomar suficiente agua para favorecer la fluidez de la sangre.Masajear las extremidades. Ayuda a estimular el flujo sanguíneo y relajar los músculos.Evitar el tabaco. Fumar contrae los vasos sanguíneos y dificulta la circulación.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/cuidado-cuerpo-belleza/por-que-no-conviene-calentar-los-pies-frios-con-la-estufa-nid15082025/

Comentarios

Comentar artículo