Los registros de audiencia teatral del mes pasado, en el que La sirenita cerró el 4 de agosto sus ocho semanas de funciones con casi 200.000 entradas (récord histórico para una temporada corta del circuito comercial) aportan datos que tienden cierto paralelismo con otros indicadores macroeconómicos.
Según las cifras que maneja Aadet, la cámara que congrega a productores y dueños de sala del circuito comercial, dan cuenta de la alta concentración de público y recaudación en boletería en pocos títulos. En números, la cosa sería así: el 44 por ciento de los espectadores del mes pasado, que abarcó el último fin de semana de las vacaciones de invierno, asistieron a solo 10 espectáculos sobre un total de 196 que estuvieron en cartel. El registro estadístico de Aadet de aquel cierre del mes pasado ponía en el listado de las obras más vista a Rocky, el espectáculo de Moldavsky, La cena de los tontos, El jefe del jefe y Una navidad de mierda, entre otros. En sintonía con el movimiento de público, los 10 títulos más vistos se quedaron con el 51 por ciento de la recaudación total de agosto.
La concentración en un unos pocos no fue una particularidad solamente del mes pasado. En el programa Comunidad de negocios que conduce José Del Rio por LN+, el productor teatral Carlos Rottemberg analizó este panorama reparando en la cifras del movimiento teatral del circuito comercial de julio. “Doscientos diecinueve títulos se presentaron ese mes. Diez de ellos se llevaron el 53 por ciento de público y el 64 por ciento de la recaudación . Si vos tenés 219 títulos, de los cuales el 53 por ciento de los espectadores se lo llevaron 10 implica que tenés 209 espectáculos que se llevaron el 47 por ciento restante. Para hacer una analogía, esos 10 yo diría que son la macroeconomía, y la microeconomía serían esos 209 títulos”, señaló, apuntando a la desigualdad de estos dos escenarios.
El experimentado productor teatral afirmó que lo más conveniente es “que haya muchos comensales en la mesa teatral, que todos mojen un poquito”, apuntó quien durante años fue productor de los almuerzos televisivos de Mirtha Legrand. “Cuando se polariza mucho la actividad, corre riesgo la misma actividad. Hay 10 que están muy arriba, pero tenés una gran masa crítica que está mal”, agregó. Vale aclarar que Rottemberg fue uno de los productores de La sirenita, el éxito del año, pero también en sus salas ha programado obras que forman parte de esa inmensa minoría.
Según afirma Sebastián Blutrach, quien preside Aadet, el acumulado de enero a agosto en su comparación interanual señala una caída del uno por ciento. Lo cual, recordando que el mes de mayo se había producido una baja interanual de audiencia del 15 por ciento, habla de un escenario que va recomponiéndose a lo largo del año.
En lo que hace a volumen de funciones, se registra un descenso del nueve por ciento comparado con el mismo período del año pasado. El promedio de espectadores por función aumentó un nueve por ciento, consolidándose entre los valores más altos de los últimos siete años. Sin embargo, la cantidad promedio de funciones por espectáculo cayó un 17 por ciento. En este panorama, en lo que va del año en la escena comercial porteña los 500 títulos estrenados y reestrenos marcan un récord “que refleja una oferta artística en expansión, a pesar de la menor cantidad de funciones por obra”, apunta Blutrach, el dueño del Teatro El Picadero.
Otros circuitos y otras regiones del paísEl escenario de la concentración en pocos títulos que acaparan audiencia y recaudaciones convive con los datos que dan cuentan de una recuperación del circuito del teatro comercial porteño a lo largo de estos meses del año. De ampliar la mirada a otros circuitos y otras regiones del país surgen otros realidades complementarias.
A falta de un estudio estadístico de consumo teatral a cargo de un organismo oficial, el último que elaboró el Sistema de Información Cultural de la Argentina (Sinca) es de 2022; nuevamente avanzó en ese terreno la Fundación Alternativa y Enfoque/Consumos culturales con un estudio estadístico que titularon “La función no se suspende. Consumo culturales y de las artes escénicas en tiempos de crisis”.
La investigación fue realizada mediante una encuesta online en mayo de este año a personas que son parte de la comunidad de Alternativa Teatral (la página cumple un rol vital dentro del mapa de la escena independiente). Casi el 70 por ciento de las personas que participaron de la investigación están ligadas a la actividad teatral de manera profesional o vocacional.
En término de lo macro, el 73 por ciento percibe un empeoramiento de su situación económica en el último año. “La sensación de deterioro es transversal a todos los niveles socioeconómicos y grupos etarios, aunque algo mayor entre personas de 30 a 49 años y de sectores medio y bajo”, apunta el informe que está disponible en la misma página de Alternativa. Como consecuencia, el grupo de encuestados afirma que disminuyó sus salidas gastronómicas, la compara de indumentaria y sus consumos culturales. En este mapa de situación, el 62 por ciento afirma haber disminuido su frecuencia de asistencia a las salas teatrales, porcentaje que aumenta a medida que baja el nivel socioeconómico.
La baja en el consumo teatral se justifica, principalmente, por el costo de las entradas y la necesidad de priorizar otros gastos. Frente a este panorama adverso, el mismo informe da cuenta de cómo el espectador fiel defiende su hábito apelando fuertemente al uso de descuentos y promociones, un 87 por ciento; a la reducción de salidas gastronómicas asociadas a la actividad teatral, un 77 por ciento; y la preferencia por salas independientes seguida por las estatales, que tienen un costo menor al circuito comercial. Y suma un dato que está por fuera de parámetros de la macro y microeconomía: “Las restricciones en actividades y consumos culturales que dan cuenta los datos presentados generan un impacto a nivel emocional que se traducen en sensaciones de enojo, frustración y tristeza”. Como se dice en la actividad, queda claro que en este caso no hay polarización de opiniones: “el teatro hace bien”.