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La cadena nacional del presidente Javier Milei introdujo una novedad para la gestión libertaria: el financiamiento del sector público al sector privado para impulsar obras de infraestructura. El proyecto de Presupuesto 2026 habla de una “recuperación del gasto de capital del orden del 30% que impactaría en el desarrollo de programas y proyectos de obras públicas destinados a mejorar la infraestructura provincial”.

Según el proyecto de Presupuesto 2026, el Gobierno estimó que gastará $3,2 billones en las erogaciones de capital, vinculadas a la obra pública. Esto es, en términos nominales, un 50,3% más alto que lo que había calculado para 2025 (por encima de la inflación del período). Gran parte de ese gasto tiene como finalidad a las rutas, transporte, y alcantarillado y acceso al agua potable. Por ese motivo, sobresalen la Dirección Nacional de Vialidad, la emergencia ferroviaria y dos fondos fiduciarios.

Pero más allá de ellos, la Administración Central del Estado va a impulsar obras de inversión, según proyectó. En total, son unas 102 que entre 2026 y 2028 demandarían un gasto de $652.673 millones, de los cuales $127 mil millones se devengarían este año. Estos últimos forman parte de los $3,2 billones previamente mencionados. Una curiosidad sobre la distribución de dicha inversión refleja que provincias gobernadas por mandatarios peronistas son las tres que más fondos absorberán: Tucumán, Buenos Aires y Santiago del Estero y Catamarca.

Este podio de provincias ganadoras, de acuerdo con el proyecto de Presupuesto 2026, varía según el nivel de gasto previsto para cada año. El año próximo, el distrito gobernado por Axel Kicillof absorbería $50.000 millones, el comandado por Osvaldo Jaldo, unos $28.000 millones, y los liderados por Gerardo Zamora y Raúl Jalil, unos $11.000 millones (una obra abarca ambas provincias).

En 2027, las obras de inversión en Tucumán pasarían al frente con un gasto de $101.000 millones. Luego, las ubicadas en Santiago del Estero y Catamarca concentrarían $72.000 millones y las de la provincia de Buenos Aires, $37.000 millones.

Y en 2028, la proyección volcada en el proyecto confeccionado por el Gobierno estipularía más recursos de este tipo en Santiago del Estero y Catamarca ($33.000 millones), la provincia de Buenos Aires ($21.000 millones) y en la Ciudad de Buenos Aires ($10.000 millones).

De este modo, la “Construcción del sistema de provisión de Agua Potable (Obra de Captación Río Vipos, Planta Potabilizadora, Acueducto y Reservas)” explica gran parte de la inversión que se proyecta destinar en obras para Tucumán. Este trabajo insumiría unos $127.000 millones y finalizaría en 2027.

Algo similar se observa en el caso de Santiago del Estero y Catamarca. La “Construcción de un acueducto y 2 plantas potabilizadoras” en estos distritos demandaría $117.000 millones.

Y en el caso de la inversión prevista a ser utilizada en territorio bonaerense, se destaca la "Incorporación de 4 (cuatro) Helicópteros navales livianos" para la Base Naval Puerto Belgrano. Este ítem viene acompañado por un gasto proyectado en $90.000 millones.

Pese a que no concentra proyectos de gran costo, la Ciudad de Buenos Aires es la que acumula la mayor cantidad de los proyectos agrupados bajo la denominación “Contratación de obras de inversión con incidencia en ejercicios futuros”. En total, suma 49. Es decir, casi la mitad. Sin embargo, no implican un nivel de infraestructura tal como la construcción de un acueducto, sino que se reiteran las refacciones, restauraciones y adecuaciones en edificios públicos.

Dentro de esta nómina también se encuentra un proyecto fuera del país, que se ubica en Washington, Estados Unidos. Se trata de la “Remodelación y mantenimiento de la Residencia oficial en Washington”, cuya realización demandaría unos $8.400 millones.

En el sector privado aún se encuentran analizando los números del proyecto de Presupuesto 2026. Es por ello que todavía no han convalidado la idea de un presunto impulso a la obra pública.

Además, el hecho de asignar presupuesto a determinados proyectos no necesariamente significa que ese dinero se vaya a gastar, ya que durante el año puede haber modificaciones. El análisis entero sobre los planes del Gobierno con las obras de infraestructura también debería incluir a los entes descentralizados, como la Dirección Nacional de Vialidad, empresas públicas y fondos fiduciarios.