¿Se convertirá en huracán? Qué se sabe de la nueva onda tropical que avanza en el Atlántico esta semana
El océano Atlántico tropical vuelve a concentrar la atención de los meteorólogos esta semana, con varios sistemas en desarrollo que podrían alterar la ...
El océano Atlántico tropical vuelve a concentrar la atención de los meteorólogos esta semana, con varios sistemas en desarrollo que podrían alterar la calma de la temporada de huracanes. En este contexto, una onda tropical ubicada a medio camino entre África y el Caribe ya muestra signos de fortalecimiento y tiene altas probabilidades de convertirse en la próxima tormenta con nombre.
La amenaza más inmediata: la onda tropical AL92 en el Atlántico centralEl Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) informó en su parte matutino de este martes 16 de septiembre que el área de baja presión identificada como AL92 continuó su organización en las últimas horas. El fenómeno se ubica aproximadamente a mitad de camino entre las islas de Barlovento y la costa oeste de África, y avanza hacia el oeste y noroeste a una velocidad de entre diez y 15 millas por hora (16 y 24 km/h).
De acuerdo con el NHC, las condiciones ambientales resultan altamente favorables para que el disturbio se consolide en el corto plazo. La probabilidad de que evolucione en las próximas 48 horas asciende al 90%, y la misma cifra se mantiene para un plazo de siete días.
Esto significa que la transición hacia depresión tropical e incluso tormenta tropical es prácticamente un hecho para mediados de la semana.
El especialista Alex DaSilva, experto principal en huracanes de AccuWeather, señaló que “la onda tropical que se mueve por el Atlántico central está enfrentando aire seco, pero pronto ingresará en un entorno con bajo nivel de cizalladura de viento y mayor humedad en niveles medios, lo que podría favorecer su desarrollo”.
Según el meteorólogo, si el sistema logra estructurarse, será guiado hacia el norte del Caribe, lo que lo mantendrá alejado del territorio continental de Estados Unidos, aunque en etapas posteriores podría acercarse a las Bermudas.
Una segunda onda tropical frente a África: por ahora, lejos de convertirse en huracánAdemás del AL92, los satélites detectan otra onda tropical que salió en las últimas horas de la costa occidental de África. Este disturbio se encuentra acompañado de lluvias y tormentas desorganizadas, y hasta el momento no presenta una evolución rápida.
Sin embargo, los modelos prevén que podría adquirir algo de fuerza hacia mediados o finales de esta semana, a medida que se desplace hacia el oeste entre 15 y 20 millas por hora (24 y 32 km/h) sobre el Atlántico oriental y central.
Las probabilidades de formación resultan todavía bajas: 0% a 48 horas y apenas 20% a siete días, según el pronóstico del Centro Nacional de Huracanes. Aun así, los especialistas remarcan que las ondas provenientes de África suelen transformarse en sistemas de importancia durante esta fase de la temporada, por lo que su evolución continuará bajo observación.
Actividad tropical cerca de Carolina del Norte: fuertes tormentas por un tercer sistemaMientras tanto, un sistema compacto se ubica frente a las costas de Carolina del Norte, donde se alimenta por las aguas cálidas de la Corriente del Golfo. Desde el fin de semana, esta perturbación mostró cierta organización, aunque los expertos subrayan que solo tendrá una breve ventana para fortalecerse antes de tocar tierra.
Incluso si no alcanza la categoría de tormenta tropical, el impacto en superficie será notorio. Se espera que provoque lluvias intensas en sectores de Carolina del Norte y Virginia, además de tormentas eléctricas y ráfagas de viento. También se prevén precipitaciones en Maryland y Delaware, con la posibilidad de que el frente lluvioso se expanda hacia el norte a lo largo de la semana.
El mayor riesgo estará dado por el oleaje y las inundaciones costeras. Los vientos persistentes del noreste empujarán agua hacia la costa, lo que incrementará el nivel en bahías y zonas bajas desde Carolina del Norte hasta Nueva Jersey. Pese a que el enfriamiento de las aguas frente a la costa y la cizalladura atmosférica juegan en contra de una intensificación plena, el sistema generará mar agitado y aportará humedad necesaria en áreas afectadas por sequía.
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