Autoridades municipales terminaron con la incertidumbre que se generó en torno al futuro de las estatuas que durante cerca de medio siglo decoraron los Jardines del Ministerio de Economía en Viedma y que no fueron incluidas dentro del proyecto de "puesta en valor" valuado en 14 millones de pesos que lleva adelante el ministerio de Obras Públicas de la provincia. La buena noticia es que esas piezas serán restauradas por el área de Cultura del municipio y reinstaladas en diferentes espacios públicos de la capital rionegrina.
Las estatuas habían sido instaladas en los Jardines del edificio construido a fines de los 50 durante el gobierno de Juan Domingo Perón, llegaron allí por un un convenio que impulsó el tres veces intendente de Viedma, Angel Cayetano Arias, con el entonces gobernador de facto Roberto Requeijo.
Con el paso del tiempo se convirtieron en un atractivo extra de los Jardines del Ministerio, que supo tener épocas de gran esplendor en las que no se veía una papel en el césped y estaba poblada de flores, plantas ornamentales y rosales que eran atendidos por varios vecinos de Viedma que lo hacían sólo por satisfacción.
Lejos de aquellos inicios en las últimas décadas algunas de las estatuas fueron vandalizadas e incluso mutiladas, lo que sumado a un mantenimiento deficiente del espacio tanto del municipio, como de la provincia y por la desaparición física de los vecinos que hermoseaban este sector fue perdiendo el brillo de antaño, aunque siguió siendo uno de paseos favoritos de los viedmenses, especialmente en las primaveras y veranos.
El titular de Cultura del Municipio, Fernando Mántaras, confirmó a este diario que las estatuas forman parte del patrimonio municipal de la ciudad y que ante la decisión de la provincia de no incluirlas en su proyecto se resolvió rescatarlas para avanzar en su restauración.
El funcionario detalló que una de las piezas, que representa a un lobo marino, será instalada a futuro en un espacio público del balneario El Cóndor. Mientras que las otras seis serán restauradas e irán a un pasillo interno que se habilitará en la Manzana Histórica y que unirá la Plaza Seca Misiones Salesianas con el Patio Salesiano.
La situación había generado preocupación de algunos vecinos que temían que esas piezas se perdieran o quedaran olvidas, e incluso motivó un pedido de informes de la Defensora del Pueblo del Municipio de Viedma, Nora Aurora Cader, dirigido al Poder Ejecutivo.
En síntesis la mudanza obligada por la "puesta en valor" terminó siendo positiva para estas piezas que forman parte del acervo cultural de la ciudad, ya que no se perderán, serán restauradas y exhibidas con sus respectivas fichas técnicas en un lugar emblemático de la ciudad, donde tendrán un resguardo mayor del que tuvieron estos últimos años y podrán seguir dando testimonio de una minuta de nuestra historia no tan reciente.
Comentarios
¡Sin comentarios aún!
Se el primero en comentar este artículo.
Deja tu comentario