La decisión de Donald Trump que produjo la paradoja de “relanzar” un clásico de REM de la era Reagan

R.E.M. tuvo varios éxitos a lo largo de su carrera (“Losing My Religion”, “Everybody Hurts”, “The One I Love”, “Man On The Moon”, “It’s the End of the World As We Know It (And I Feel Fine)”), pero no es exagerado decir que “Radio Free Europe” es el tema más significativo de esa larga (casi treinta años) y virtuosa trayectoria.

¿Por qué? En principìo porque fue piedra angular del rock alternativo norteamericano nacido en la década del 80. También el trampolín para una temprana popularidad de la banda, gracias a su éxito en el circuito de radios universitarias y una histórica aparición en el mítico Late Night de David Letterman, en el que aterrizaron en 1983 con un primer disco bajo el brazo (Murmur, del que “Radio Free Europe” era el primer track), una energía acompañada por el perfume de lo nuevo y una actitud de abierto contraste con la que predominaba en esos años de pop edulcorado en las radios y un fetichismo por la riqueza reflejado en el suceso nacional de la serie Dinastía y el reality Lifestyles of the Rich and Famous.

La presentación de R.E.M. en el show televisivo no fue una experiencia del todo cómoda para los integrantes de la banda, particularmente para un Michael Stipe aún muy poco locuaz, algo rígido en los contactos interpersonales y con los ojos siempre escondidos detrás de una melena enrulada que desaparecería por completo con el paso del tiempo.

Antes de interpretar en los estudios de la NBC “Radio Free Europe” y una canción inédita que por entonces ni siquiera tenía nombre y después entraría en Reckoning (1984), el segundo disco de la banda, ya titulada como “So. Central Rain (I’m Sorry)”, Bill Berry se cruzó en los camarines con Sophia Loren, otra invitada al programa de Letterman, y quedó absolutamente maravillado. Y también un poco cohibido. Años más tarde confesaría que fue justo en el momento que se topó con la famosa estrella italiana cuando tomó conciencia de la exposición que implicaba estar ahí.

Cuando R.E.M. terminó de tocar los dos temas en ese show televisivo de alcance nacional, Stipe se esfumó y Letterman tuvo que entrevistar a Peter Buck, quien negó que el nombre fuera una alusión a la fase del sueño conocida con esa sigla, aprovechó para mencionar a nuevas bandas de Athens, su ciudad, como Pylon, Love Tractor y The Method Tractor y habló de la importancia del espíritu independiente del proyecto, que se mantendría hasta el final de su carrera en términos artísticos, aunque formalmente R.E.M. terminó pegando el salto a un sello mainstream con Green (1988) y al estrellato global con Out of Time (1991), cuando ya empezaba a aparecer un Stipe más perfilado como activista de causas relacionadas con los derechos humanos, el ambientalismo y el control del uso de armas.

El renacimiento

En este 2025 se volvió a hablar de “Radio Free Europe” por una noticia relacionada con la administración Trump. En julio de este año, el juez Royce C. Lamberth le ordenó al polémico presidente de Estados Unidos que restaure la financiación a Radio Free Europe–Radio Liberty (RFE/RL), una emblemática emisora nacida en 1950 (cinco años después del final de la Segunda Guerra Mundial) que funcionó en sus inicios como una herramienta importante para romper el control de la censura estatal en los regímenes comunistas, promoviendo “los valores de la democracia, la libertad y los derechos humanos”, según señalaba el Comité Nacional para una Europa Libre (NCFE), una organización/fachada de la CIA fundada en Nueva York en 1949 que se encargó de crearla.

Durante la Guerra Fría, esta emisora fue un recurso clave en la batalla ideológica contra la Unión Soviética. Tras la caída del Muro de Berlín, se orientó de nuevo a “la promoción de la democracia y los derechos humanos” en los Balcanes, Rusia, Asia Central y Medio Oriente. Trump había suspendido la financiación de este medio en marzo de 2025, a instancias de los impulsivos consejos de Elon Musk, en ese momento una de las grandes estrellas de su equipo. Fiel a su estilo, Musk dijo que la emisora Radio Free Europe promovía “un izquierdismo de locos” y que los 150 millones de dólares que demandaba por año eran “un auténtico exceso”.

Muy pronto llegó la respuesta de R.E.M., banda que se disolvió oficialmente en 2011 pero decidió asomar de nuevo la cabeza en público para desafiar a Musk y relanzar el single “Radio Free Europe” en plataformas de streaming y a través de una edición especial en vinilo. La reedición incluye cinco temas: además de la versión de “Radio Free Europe” que aparece en el primer álbum de la banda, Murmur (1983), hay un remix realizado este año por el colaborador de la banda Jacknife Lee, el lado B del sencillo original (“Sitting Still”), un tema instrumental (“Wh. Tornado”) y el remix inédito “Radio Free Dub”. La banda resolvió donar las ganancias por la venta del vinilo a la emisora radial, un gesto acorde al compromiso político que siempre la ha caracterizado.

Esta reedición es una buena excusa para repasar la historia y el significado de este tema que muchos consideran un punto de partida fundamental para la explosión de la música alternativa en Estados Unidos. “R.E.M. demostró que era posible construir una carrera fuera del sistema tradicional de la industria musical. Y ‘Radio Free Europe’ fue la canción que encendió la mecha”, le dijo Michael Azerrad a NPR (National Public Radio), el servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos.

Azerrad es el autor de una de las biografías más conocidas de Nirvana, una banda influida explícitamente por R.E.M., como ha reconocido más de una vez en diferentes entrevistas su baterista, Dave Grohl. Kurt Cobain también habló muchas veces de R.E.M. En una entrevista publicada en 1994 por la revista Rolling Stone, por ejemplo: “Si pudiera escribir solo un par de canciones tan buenas como las que ellos han escrito… No sé cómo esa banda hace lo que hace. Dios, son los mejores. Han manejado el éxito como santos. Y siguen entregando gran música”, señaló. Años más adelante, Michael Stipe sería elegido como padrino de Frances Bean Cobain, la hija de Kurt y Courtney Love (la madrina es la actriz Drew Barrymore).

El recorrido

Igual que todas las canciones de la carrera del grupo (14 discos entre 1983 y 2011), “Radio Free Europe” lleva la firma de los cuatro integrantes de R.E.M: Michael Stipe (voz), Peter Buck (guitarra), Mike Mills (bajo) y Bill Berry (batería). La banda fue siempre una confederación de iguales y un modelo de libertad, compromiso e independencia. Y el tema, la campana de largada de una carrera muy exitosa (R.E.M. ha vendido hasta hoy cerca de 100 millones de discos en todo el mundo).

Empezó a circular a principios de 1981 en una tirada de cassettes que incluían tres maquetas (la mayor parte de ellas con “Sitting Still” y “Wh. Tornado” como complemento de “Radio Free Europe”, algunas con “Catapult” en reemplazo del instrumental) y llegaron a las radios universitarias de todo el país envueltos en un celofán con la irónica inscripción “No abrir”.

Nadie respetó la indicación, claro. Y fue el prestigioso crítico del Village Voice, Robert Christgau, quien publicó un visionario artículo contando que había recibido “una maqueta con canciones impresionantes de una nueva banda de Athens, Georgia”. Hablaba maravillas de R.E.M cuando la banda recién salía del cascarón y no había pistas de que iba a crecer como creció.

Pero “Radio Free Europe” no tardó mucho en convertirse en un pequeño fenómeno dentro del circuito underground estadounidense, y el sello independiente Hib-Tone Records se animó a editarla como single en vinilo de 7 pulgadas en julio de 1981.

La versión del demo (la del single de Hib-Tone) es diferente a la que luego apareció en el álbum Murmur, que tiene una producción más refinada. Muchos fans y críticos consideran todavía hoy que la crudeza de la primera versión capturaba mejor el espíritu original de la banda.

Hib-Tone fue creado por Jonny Hibbert, músico y productor muy resuelto a apoyar la emergente escena del college rock en el sur de Estados Unidos. Mientras estudiaba derecho y acomodaba su tiempo como podía en dos trabajos para mantenerse a flote, Hibbert trasnochaba y madrugaba para promocionar el single de R.E.M. Eran tiempos muy distintos a los actuales, sin redes sociales ni ningún otro soporte digital que facilitara la difusión.

Hibbert aprovechaba las tarifas nocturnas reducidas para llamar por teléfono a las radios universitarias que habían recibido una copia de “Radio Free Europe” y pedir que programen el tema. Un trabajo de hormiga que rindió sus frutos: la canción se transformó en un hit del circuito universitario y de allí saltó al New York Times, donde el crítico Robert Palmer lo incluyó en su lista de mejores simples del año mezclándolo con otros de artistas mucho más conocidos (Prince, Yoko Ono y Chic). Fue una victoria de la perseverancia del productor y del magnetismo indiscutible del tema.

En una escena musical dominada por el hard rock y el pop más deliberadamente comercial, “Radio Free Europe” se perfiló como algo diferente y se consolidó a toda velocidad como el emblema sonoro y simbólico de la escena alternativa emergente. Fue, sin dudas, una de las llaves que abrieron la puerta del indie-rock. El influyente crítico inglés Simon Reynolds sostiene que R.E.M. fue, junto con The Smiths como estandarte británico, la banda más importante del rock alternativo de su generación, la que más relevancia tuvo en la evolución temprana de este sonido en Estados Unidos.

“Radio free Europe” por dentro

La columna vertebral de la canción es su guitarra jangle (ese tintineo límpido que patentó The Byrds y después retomaron The Smiths y toda la new wave), apoyada en una línea de bajo melódica y una batería de pulso incesante. Una reinterpretación de la herencia indeleble del post-punk con una sensibilidad pop diferente: menos angustia y distorsión, algo más de misterio. Según el productor Mitch Easter, la canción funcionó como “el blueprint del sonido de R.E.M.”.

Aparte de los Byrds, los parientes musicales que aparecen cuando escuchamos “Radio Free Europe” son parte de una gran estirpe (los Beatles más experimentales, Talking Heads, Television). Las texturas que aporta Buck son esenciales: con una sagaz utilización de arpegios y acordes abiertos consigue que el clima de la canción oscile entre lo cristalino y luminoso y una atmósfera más opaca y misteriosa que Stipe acentúa con ese estilo vocal cargado de balbuceos y murmullos. El Murmur del título del primer disco conecta con esa apuesta por un recurso artístico pensado para la declamación, algo velada pero igualmente rotunda, de un estado de permanente incertidumbre.

En la difusa letra de “Radio Free Europe” se insinúa una protesta abstracta encarnada en un emisor críptico, como colonizado mental y emocionalmente por la confusión que probablemente le provocan tanto la paranoia social fomentada por la Guerra Fría como las clásicas angustias de la post-adolescencia.

“Calling out in transit, calling out in transit”, la repetición resuena como mensaje cifrado en el éter de una radio, el mensaje apropiado para una generación, la de los integrantes de R.E.M. (los boomers), en busca de nuevas señales y sentidos.

La llegada de Ronald Reagan al poder en 1981 impuso un giro conservador muy fuerte en Estados Unidos. Los pilares del gobierno del exactor de westerns fueron el impulso al libre mercado, la drástica reducción del gasto social (con las víctimas del Sida como grandes damnificadas) y el aumento del gasto militar. La amarga receta conocida como “Reaganomics”.

Curiosamente, o no tanto, “Radio Free Europe”, que expresó y hoy sigue expresando muy bien las inquietudes lógicas de aquella época, reaparece ahora, cuarenta años después, cuando los planes de Donald Trump, con un programa que presenta muchos puntos de contacto con el de Ronnie, reactualizan la necesidad de inspirarse en el poder simbólico de esta canción que perdura y perdura, más viva que nunca.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/la-decision-de-donald-trump-que-produjo-la-paradoja-de-relanzar-un-clasico-de-rem-de-la-era-reagan-nid11082025/

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