El gobierno nacional avanzará con una modernización en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en línea con cambios que ya implementó en el INTA, aunque esta vez sin recurrir a un decreto como ocurrió con el organismo de tecnología agropecuaria. Así lo anticipó Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, en la Exposición Rural de Palermo, en el marco de una jornada organizada por la Comisión de Carnes de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
A diferencia del caso del INTA, donde el presidente Javier Milei impulsó una reforma a través de un decreto, el camino para el Senasa será distinto. “Senasa es un organismo fundamental para certificar que un producto tiene inocuidad, que no tiene problemas sanitarios y demás. Es un trabajo que lo hace bien, muy bien, pero que es perfectible, como todos los trabajos, como todas las gestiones. Y en eso estamos”, señaló Iraeta luego en diálogo con este medio. Y precisó: “No es la idea avanzar con un decreto. La idea es continuar en la línea en la que va, modernizarlo y resolver los problemas que pueda tener”.
El funcionario remarcó que el objetivo es “poner en valor” tanto el INTA como al Senasa. “En el caso del Senasa, es un organismo reconocido. Realmente, el trabajo que se hace es valorado. Entonces, bueno, hay que ordenar y recomponer lo que sea necesario”, afirmó.
También se refirió al nuevo rumbo del INTA tras el decreto firmado por el presidente Javier Milei. “Acaban de firmar un convenio con Angus . O sea, entendemos lo que es el INTA, lo entendemos como concepto. Pero repito: hay que modernizarlo, hay que reorganizarlo. Vos entrás al INTA, hablás con la gente de ahí, y ellos mismos te dicen: ‘Esto necesita un estilo, un cambio’. Y en ese camino estamos”, sostuvo.
Por otro lado, el funcionario también habló sobre la polémica que generó la flexibilización de la barrera sanitaria para permitir el ingreso de carne con hueso a la región patagónica, libre de aftosa sin vacunación, así como la suspensión temporal de las compras por parte de Chile de carne y reproductores en pie desde la Patagonia.
“Estamos esperando la respuesta de Chile, que tiene que hacer —como ellos dijeron— una auditoría. Nosotros no podíamos pedir la auditoría si la resolución no estaba vigente”, explicó Iraeta. El funcionario contó que está en contacto permanente con el ministro de Agricultura chileno y que ya le pidió que acelerara el proceso. “Están en eso, vamos a tratar de que sea lo antes posible y que se vuelva a abrir”, dijo.
Respecto al malestar que se generó en la producción patagónica, Iraeta reconoció que entiende algunos de los planteos y sostuvo que, si bien hay argumentos atendibles, “si técnica y sanitariamente está demostrado que no vas a tener un inconveniente, el resto ya pasa por otra cosa”. Y añadió: “Estoy de acuerdo. Yo les encuentro razón en muchos temas. De hecho, la resolución original fue modificada”.
Uno de los puntos que, según Iraeta, más le preocupó fue el tránsito de hacienda en pie desde Tierra del Fuego a Santa Cruz. Señaló que, al enviar la nota a Chile, lo primero que verificó fue que se permitiera ese paso, ya que —en sus palabras— le pareció “un espanto” en términos de manejo y gestión.
El funcionario habló sobre el rol del Estado en relación con el sector ganadero. Dijo que el eje debe ser la normalidad, la previsibilidad y la no intervención .
Iraeta insistió en que la función del Estado debe ser acompañar sin obstaculizar : “La solución no pasa por el genio del funcionario que decide. Pasa por hacer lo que hacen ustedes, y que el Estado no moleste: que fomente, que facilite”.
También planteó la importancia de mejorar la relación entre el Estado, los productores y la industria y sostuvo que en la Argentina aún queda mucho por construir en ese sentido. “Vos vas a Uruguay y es normal que estén sentados productor e industria. ¿Por qué? Porque hablan de cosas normales. Acá venimos de muchos desquicios. Por eso tenemos un rodeo estancado en 53 millones de cabezas”.
Iraeta sostuvo que, si la Argentina quiere exportar, es necesario flexibilizar en el plano comercial —aunque no en el sanitario— y facilitar al máximo las condiciones para que los compradores puedan acceder al producto.
Subrayó que la estabilidad macroeconómica es fundamental para que el campo pueda crecer. “Brasil no multiplicó sus exportaciones por arte de magia. Tiene la misma inflación hace 20 años. El real vale más o menos lo mismo hace dos décadas. Ese es el secreto. Lo demás es verso”, dijo.
También fue crítico con las decisiones políticas que frenan el comercio, como ocurrió por ejemplo en gobiernos anteriores con el kirchnerismo: “El que hace todo es el ciudadano. Lo que no tiene que hacer el funcionario es ver que un contenedor de carne va rumbo a Alemania y decir: ‘Tráelo de vuelta’. Eso no tiene que pasar”.
“La gobernanza pasa por normalizar. Por exportar en las mismas condiciones que Uruguay o Brasil. Y para eso hay que ordenar muchas otras cosas”, afirmó. Y cerró: “No tengo que estar esperando la resolución que te permita hacer un negocio. Tenemos que normalizar. No hay otra. Y eso es lo que estoy tratando de hacer. No es fácil”.