Mientras la mayoría de la población sufre los efectos del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el gobierno nacional para frenar la propagación del coronavirus y muchos pequeños comerciantes, cuentapropistas y propietarios de pymes ven paralizadas sus actividades y anulados sus ingresos, las grandes cadenas de supermercados parecen ser los grandes ganadores de la pandemia con remarcaciones constantes de precios, sin respetar siquiera los precios máximos establecidos por el gobierno nacional.
A la reducción de sus ingresos se suma a los pequeños consumidores que a la hora de ir de compras por alimentos, artículos de limpieza y otros productos de primera necesidad los consumidores se encuentran con precios que no paran de subir, a pesar del marketing de cuarentena con el que las grandes cadenas maquillan lo que en realidad hacen en la práctica.
Por ejemplo la carne se ha convertido en un artículo de lujo para muchos consumidores y en uno prácticamente inaccesible para los sectores de menores recursos. Los cortes de oferta y más populares llegan a las góndolas a cuentagotas y se agotan rápidamente. Mientras que los cortes que alguna vez poblaron la mesa de los argentinos como el asado, el vacío, las milanesas, el peceto, la nalga y otros treparon por estos días a valores que superan los 600 pesos por kilo.
Incrementos similares se vieron en otros productos que aportan las proteínas y que son base al menos en teoría en la dieta de cualquier familia, el pollo y los huevos han tenido incrementos que van desde el 30 y el 60 por ciento. Otraora la alternativa económica frente a la disparada de precios de la carne que dejó el funesto gobierno macrista, las medidas del actual gobierno nacional no parecen ser suficientes para contener la permanente escalada de precios que se acentuó notablemente en medio de la crisis sanitaria del COVID 19.
Las harinas y sus derivados, los lácteos, las galletitas, los aceites, las salsas y el resto de productos que integran la canasta básica también han registrado importante subas, por lo que a la gran mayoría de las familias no les queda otra alternativa que seguir ajustando un cinturón que ya desde hace tiempo viene ahorcando las economías hogareñas.
En Viedma la situación queda en evidencia con el desborde que tienen las autoridades provinciales y locales, además de otros organismos proteccionales, con los pedidos de asistencia alimentaria de un gran número de familias que hoy hace malabares para tratar de poner un plato de comida sobre la mesa.
La miseria de varias grandes cadenas supermercadistas con presencia en la provincia quedó en evidencia esta semana en los controles que realizó la Agencia de Recaudación Tributaria de la provincia, que detectó muchos productos que superan los precios máximos de referencia fijados por la Nación.
Algunas cadenas incluso llegan -usando las palabras del presidente Alberto Fernández- a pasarse de miserables ya que para tratar de evitar los controles y sanciones de los organismos estatales lucen un precio en las góndolas, pero al pasar por la línea de cajas cobran uno mayor.
La especulación y la avaricia de estos sectores queda en evidencia cuando acaparan productos de primera necesidad y los reponen a cuentagotas con incrementos que superan cualquier lógica y donde pareciera que lo único que les interesa es acrecentar sus ganancias a costas de seguir desangrando aún más los famélicos bolsillos de la amplia mayoría de los rionegrinos.
La situación deja en evidencia la necesidad de endurecer las políticas de control y de establecer sanciones ejemplares a las cadenas de la avaricia en la que se han convertido algunas empresas supermercadistas, pero a la vez desnuda la necesidad de establecer políticas públicas que garanticen que las familias rionegrinas puedan acceder a los alimentos y productos de primera necesidad a precios justos.
No hay guantes ni barbijos que protejan a la amplia mayoría de la población del virus de la avaricia de estas empresas que en estos días está enfermando y hambreando a muchas más familias que el temido coronavirus.
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