Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba Castillo infinito, una animación soberbia para una aventura a gran escala

Demon Slayer: Kimestu No Yaiba Castillo infinito (Japón/2025) Dirección: Haruo Sotozaki. Guion: Ufotable (basado en el comic de Koyoharu Gotoge). Fotografía: Yuichi Terao. Edición: Manabu Kamino. Elenco: Natsuki Hanae, Akari Kito y Hiro Shimono. Calificación: Apta mayores 13 años. Distribuidora: UIP- Sony. Duración: 135 minutos. Nuestra opinión: muy buena.

El fenómeno Kimetsu No Yaiba (o Demon Slayer, en el resto del mundo) puede ser difícil de dimensionar para quienes no consumen animación japonesa. Esta historieta publicada entre 2016 y 2020 tuvo una adaptación para televisión que comenzó a emitirse en 2019. Y rápidamente ambos productos, cómic y dibujo animado, gozaron de un éxito que superó por mucho las expectativas más optimistas. El público nipón (y luego mundial) cayó rendido ante la historia de Tanjiro, un muchacho que luego de descubrir que su familia fue asesinada por un grupo de demonios, decide incorporarse a las filas de un ejército clandestino que lucha contra esa amenaza. Pero el motor del héroe no es la venganza, sino encontrar una cura para su hermana, única sobreviviente del ataque y quien se encuentra al borde de convertirse en un demonio.

A partir de esa sencilla premisa, y sumándole a la fórmula un desfile de carismáticos personajes secundarios y monstruosos villanos, Kimetsu No Yaiba se consolidó como el Dragon Ball de una nueva generación, o sea, en un título que es ascendido al olimpo de los cómics sagrados de un país en el que la lectura de historietas, es una de las formas de entretenimiento más rentables. Y luego de una serie de cuatro temporadas y varias películas, Kimetsu No Yaiba llega a su etapa concluyente con una trilogía de largometrajes que adaptan los últimos episodios del cómic. Y aunque toda esta explicación puede que ahuyente al espectador casual de Castillo infinito (primer film de la mencionada trilogía), lo cierto es que este film logra construir una identidad propia, a pesar de formar parte de un mapa mucho más complejo.

En Castillo infinito comienza la batalla final entre el cuerpo de cazadores de demonios, contra Muzan, el líder y responsable de todos los monstruos que amenazan las vidas de los inocentes. Bajo esa propuesta, la trama se detiene en cada uno de los cazadores más importantes de ese ejército, para mostrar sus batallas pero también sus conflictos internos. El director de la película, Haruo Sotozaki, da un rápido vistazo a la historia previa y explica en pocas pinceladas quién es cada personaje, de dónde viene y hacia dónde va, procurando darle un breve pantallazo al espectador que no esté al tanto de la historia. Pero rápidamente la aventura pasa a la acción, haciendo gala de un nivel de animación superlativo que evidencia la jugosa inversión que recibió este film, que en Japón es el más taquillero en lo que va del 2025 (y el tercero más visto en la historia de ese país).

A simple vista, pueden surgir algunos aspectos que resulten algo chatos en la construcción el universo de personajes de Kimetsu No Yaiba. Los matices prácticamente no existen, los buenos son muy buenos, y los malos son muy malos. En el cruel demonio Muzan no hay una paleta de emociones muy compleja, y lo mismo sucede con Tanjiro, un héroe que no atraviesa ningún tipo de crisis moral o cuestionamiento interno. Y si bien tímidamente algunos de los protagonistas del film sí muestran ligeros matices, es indudable que el verdadero encanto de este relato está justamente ahí, en su maniqueísmo. Lejos de cualquier tipo de cinismo, la aventura de Tanjiro se apoya en el eterno atractivo de la batalla entre el bien contra el mal, y el entusiasmo que les supone a los espectadores festejar las hazañas de los estos irreductibles héroes.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/demon-slayer-kimetsu-no-yaiba-castillo-infinito-una-animacion-soberbia-para-una-aventura-a-gran-nid11092025/

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