A veces parece que a los actores de Hollywood solo los mueve el dinero, pero esto discierne bastante de la realidad. En algunos casos (no en todos) los moviliza algo más grande: trabajar con su director favorito, encarar un personaje que signifique un desafío tanto físico como emocional y actoral, reunirse con colegas para continuar una icónica historia o simplemente hacer algo “fuera del guion”. Si bien estas pueden ser decisiones arriesgadas, tanto a nivel profesional —un buen actor puede salvar una mala película, pero también hundirse con ella— como económico, muchos están dispuestos a dar ese salto. Un ejemplo de esto es Leonardo DiCaprio quien, en un momento de su carrera, aceptó reducir significativamente su salario en pos de ponerse en la piel de una importante y controversial figura política bajo la dirección del cuatro veces ganador del premio Oscar, Clint Eastwood.
Corría 2011 cuando un Leonardo DiCaprio de 36 años ya llevaba tres nominaciones al Oscar — por ¿A quién ama Gilbert Grape? (What’s Eating Gilbert Grape?), El Aviador (Aviator) y Diamante de sangre (Blood Diamond) —pero ninguna victoria. Si bien tenía una prolífera carrera, exitosas películas y era indiscutidamente uno de los favoritos de Hollywood, estaba dispuesto a desafiarse, a mostrar su versatilidad y a agotar todos los recursos hasta conseguir esa estatuilla dorada que, en cierta forma, inmortalizara su trabajo.
Para eso, decidió asociarse por primera vez con nada más y nada menos que Clint Eastwood, ganador de cuatro premios de la Academia, dos a mejor película y dos a mejor director, por Los imperdonables (Unforgiven) de 1992 y Million Dollar Baby de 2004. La propuesta era compleja y desafiante: ponerse en la piel de John Edgar Hoover, el controversial director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que estuvo al mando entre 1924 y 1972, para protagonizar el drama biográfico J. Edgar. Juntos harían una dupla explosiva, pero había un inconveniente: el presupuesto de solo 35 millones de dólares.
Sin embargo, el protagonista de Titanic confiaba en el proyecto y anhelaba trabajar bajo las órdenes del multipremiado director, así que tomó una decisión: reducirse el salario para ayudar a que la película se llevara a cabo. En 2011, durante una entrevista con The Hollywood Reporter, Clint Eastwood reveló que Leonardo DiCaprio redujo significativamente sus honorarios para protagonizar J.Edgar y, en lugar de cobrar de 20 millones de dólares, aceptó llevarse dos. “Podría haber ganado mucho dinero simplemente haciendo películas espectaculares con todo tipo de efectos especiales, pero quiere variar su carrera, como yo siempre busqué variar la mía como director”, explicó en aquel momento.
Para DiCaprio, en tanto, fue uno de los papeles más difíciles y desafiantes de su carrera, puesto que tuvo que retratar los casi 50 años en los que Hoover estuvo al frente del FBI y eso le demandó capas y capas de maquillaje para pasar de tener 29 años a 77. Incluso admitió que cuando se miraba al espejo, veía a su abuela.
En una entrevista con El País de España, el actor habló de su experiencia con Clint Eastwood y dijo: “Es alguien que tiene los pies bien plantados y sabe decir la verdad. Y eso se deja notar en el set cuando trabaja como director. Como actor podés ensayar lo que quieras, investigar lo que quieras de tu personaje. Es tuyo. Él lo puso en tus manos. Es así de generoso. Tenés la titularidad de tu trabajo. Pero su ritmo es rápido, no hay ensayos más de lo estrictamente necesario; formás parte de ese grupo de élite que llega, hace lo que tiene que hacer y se va. Quiere que tu trabajo sea instintivo y honesto. Se fía, se guía por su instinto. No busca una segunda opinión ni te da más información que la necesaria”.
Más allá de la expectativa, la película no fue del todo bien recibida ni por la crítica ni por la audiencia. Ese año DiCaprio no llegó al Oscar, pero sí al Globo de Oro: estuvo nominado a mejor actor de drama, pero George Clooney se quedó con la categoría por su trabajo en Los descendientes (The Descendants). Recién en 2016, y tras cuatro nominaciones anteriores, ganó la tan ansiada estatuilla dorada por El Renacido (The Revenant) de Alejandro González Iñárritu. Sin duda fue uno de los momentos más memorables y ansiados de la historia de la ceremonia.
Para quienes quieran darle play, J. Edgar, protagonizada por Leonardo DiCaprio, Armie Hammer, Naomi Watts, Judi Dench, Josh Lucas, Ed Westwick, Dermot Mulroney y Lea Thompson, dirigida por Clint Eastwood y guionada por Dustin Lance Black (ganador del Oscar por Milk), está disponible en la plataforma de streaming HBO Max.