Mientras a nivel nacional, provincial y municipal se siguen debatiendo y sancionado normas que buscan regular el uso y venta del cannabis medicinal, en la realidad las personas que verdaderamente lo necesitan están en manos de "dealers", en su mayoría motivados por el interés lucrativo, que les proveen de productos de dudoso origen y calidad. Una víctima de esta situación fue una vecina viedmense que buscó comprar marihuana para uso medicinal y termino comprando pasto compactado.
El hecho ocurrió hace pocos días y la víctima fue joven mujer que hace algunos meses sufrió una gravísima lesión tras un accidente automovilístico.
La mujer recurrió al cannabis medicinal a consejo de una amiga que lo utiliza habitualmente para tratar los dolores vinculados a un cuadro de fibromalgía muscular.
Tras probar con diferentes analgésicos recetados por sus médicos la mujer no podía superar los dolores de varias fracturas por las que había sido intervenida. Su amiga le obsequió unas flores de cannabis sembradas y cultivadas por ellas misma y en pocos días de consumirla en cigarrilos, en alimentos e incluso como agregado en el mate, los dolores comenzaron a disminuir y percibió importantes mejoras y avances en su terapia de rehabilitación física.
Atenta a su necesidad comenzó una búsqueda a través de las redes sociales para asegurarse la provisión de cannabis para poder continuar utilizándolo, ya que le había permitido abandonar varios de los fármacos poderosos que le habían sido recetados por el médico que no calmaban sus dolores y además le generaban negativos efectos colaterales.
Así fue que a través de Facebook se contacto con una persona que le ofreció cannabis medicinal de calidad a un costo de varios miles de pesos. La mujer se encontró con el sujeto en cuestión en una céntrica plaza de la ciudad y entregó la suma de dinero y recibió un envoltorio con el producto.
Grande fue la sorpresa cuando llegó a su casa y se encontró con que en vez de flores -o cogollos- descubrió con una sustancia compactada de un color casi verde fluo.
Inmediatamente convocó a su amiga para que la sacara de la duda y le explicara si eso era marihuana, ya que el cannabis denominado "paraguayo" suele verse en esta forma compacta.
Finalmente su amiga la asesoró y le dijo que se abstuviera de consumir eso, ya que se trataba directamente de alguna especie de pasto compactado que simulaba ser marihuana.
Además de la pérdida económica, la mujer comenzó a sufrir de un estado de ansiedad extrema y sus dolores volvieron más fuertes que antes, teniendo que volver a los analgésicos tradicionales.
Este tipo de situaciones se repite aseguran las personas que requieren del cannabis para tratar diferentes patología, afectando aún más sus cuadros.
En síntesis mientras la ley nacional de cannabis medicinal, que sólo considera el uso del aceite, siga estancada en su aplicación y el cultivo siga siendo sancionado como un hecho vinculado al narcotráfico, miles de personas siguen sufriendo el deterioro de su salud y siendo víctimas de este tipo de engaños.
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