MAR DEL PLATA.- El extenso solo de nubarrones que inauguró este enero no solo espantó de las playas, sino que sumó oscuridad a un panorama signado por un cierre de año cargado de viajeros decididos a pasar las Fiestas fronteras afuera, beneficiados por un tipo de cambio más que favorable y garantías de altas temperaturas y buen tiempo que la costa atlántica ya por entonces no daba.
Esa semana inicial de este 2025 llevó a palpitar una hipótesis de fracaso que con la reaparición en escena del sol se fue diluyendo durante la segunda mitad de la primera quincena. Y quedó en el olvido, o como un mal recuerdo, con estos últimos quince días brillantes en lo climático y más que rendidores en términos turísticos, sobre todo por esas oleadas de arribos que elevaron la ocupación, con picos de promedio de más del 85% de plazas tomadas durante dos fines de semana consecutivos.
“Fue de menos a más”, reconocen en los distintos sectores y también con distinto margen de conformidad. Es este otro muy buen enero para la nocturnidad, que crece en lugar y en presencia de jóvenes, un segmento que mira mucho más la programación de fiestas electrónicas, visitas de DJ y bandas que el pronóstico meteorológico. Han estirado como chicle sus horarios de salida entre música y tragos: despiden al sol y lo reciben a puro paso de baile sobre la arena, junto al mar.
Gastronomía y hoteleríaEn el medio, con sabor a poco porque siempre del pico de verano se espera mucho más, un lote grande vive este balance con relativa conformidad. La gastronomía trabajó bastante bien, también con una gama media/alta de restaurantes y bares donde, como con la diversión nocturna, se tiene clientela asegurada. “El cubierto más caro trabaja bien todo el año”, se asegura por aquí.
Lo mismo la hotelería y las inmobiliarias, que temían por reservas previas escasas y lentas y apenas volvió el sol vieron llegar espontáneamente a huéspedes e inquilinos. Eso sí: los períodos cortos de estadía siguen dominando el ritmo del turismo estival. Tres o cuatro noches en hoteles. Una semana a diez días en departamentos es lo más buscado.
Con esas jornada luminosas y cálidas también se recuperaron los balnearios, que padecieron el mal tiempo que esta zona tuvo durante casi todo diciembre y hasta el Día de Reyes, fecha que marcó un cambio: desde entonces, la playa fue la opción casi siempre. Y ni hablar de esta última semana y algo más, que de corrido mantuvo jornadas con picos de 30°C o más y el agua de mar templada como pocas veces, en modo sur de Brasil.
El repunte“Pasamos la incertidumbre de ese inicio de mal tiempo, pero con datos concretos que lo que estaba pasando arriba de los balnearios andaba muy bien”, señala Hernán Szkrohal, vicepresidente de la Asociación Hotelera Empresaria Gastronómica de Mar del Plata. Así, se refiere a las muy buenas ventas en los paseos de compras, shoppings y puntos de comidas cuando la playa, por el frío y las lluvias, no era una opción.
“Gratamente, cuando lo que había era temor por la oferta de Brasil, Uruguay y también Chile, el turista fue respondiendo y desde la segunda semana de enero se vio el repunte”, explica a LA NACIÓN sobre esta dinámica turística de otra temporada fuera del molde por el contexto económico. La zona sur, desde el faro a Chapadmalal, dominada por los jóvenes entre casas alquiladas y hostels, marcaron un temprano pico de ocupación que luego se extendería al conjunto de la plaza marplatense durante estas últimas semanas del mes.
También se marca otra particularidad de la segunda quincena y poco antes también: el recambio que antes era muy marcado a mitad de enero o sobre el cierre de semana fue algo más anárquico. No se dieron esas caídas marcadas seguidas de un repunte brusco, propios de estadías más largas, sino un movimiento de ingreso y salida de turistas más fluido y sostenido.
“El balance de enero es positivo, con ocupación muy pareja con el año pasado, y con respecto a lo que se vaticinaba estamos por encima de lo que esperábamos porque Mar del Plata tuvo creatividad y muchas fortalezas en el armado de la pretemporada con política de precios, y las propuestas teatrales y para jóvenes traccionaron. Desde diciembre, hay una moderada reactivación del consumo”, describió Szkrohal. Este último dato lo ratificó la Unión del Comercio, Industria y Producción, con el aumento de ventas entre las Fiestas y el Día de Reyes.
Precios amigablesPor ahí quizás esté la explicación o la fórmula para llegar a esta conformidad frente a una previa que se veía algo peor. Los sectores de gastronomía, hotelería y teatral reconocen que la política de precios estuvo lejos de seguir el ritmo de la inflación. No se escucharon gritos estridentes por valores exorbitantes, como en otras temporadas. Los “Precios Amigables” que sembró el teatro en 2024 generaron nuevos brotes y se expandió a otros rubros.
Y lo que realmente tenia valor alto, se pagó con gusto y en volumen: tickets por US$120 y hasta US$200 para fiestas electrónicas con hasta 20.000 asistentes. Entradas a recitales, como el de Emilia Mernes, con promedio de 75.000 pesos que pagaron 32.000 personas para colmar capacidad del Estadio Mundialista. Y hasta cinco días de espera –a veces más- para sentarse a la mesa de reconocidos chefs, a razón de más de 70.000 el cubierto.
Los números oficiales del Ente Municipal de Turismo y Cultura de General Pueyrredón confirmaron para la primera quincena estadísticas de ingreso de viajeros apenas unas décimas por debajo del año pasado. Y en la segunda quincena, un fuerte repunte que ayudaría a cerrar la estadística de enero por encima del año pasado. Solo entre los dos últimos fines de semana se confirmaron unos 330.000 arribos. Esa cifra se ubica entre 5% y hasta 25% arriba según se compare con similares momentos de 2024, 2023 y 2022. La hiperconcentración de eventos en ambas fechas explican semejante pico.
Otros sectores no terminan de conformarse con lo vivido. La venta de suéteres se disparó en el arranque de año por el mal tiempo y las bajas temperaturas. Pero fue un rato nomás. “El mes de enero transcurrió dentro de los parámetros esperables”, afirmó Guillermo Fasano, presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata. Reconoció una continuidad de la retracción que el sector tiene en el mercado interno. “La venta se ha mantenido respecto a enero de 2024, que fue un mes malo”, dijo a LA NACIÓN.
Es otro de los rubros donde, destaca, las remarcaciones no siguieron el ritmo de la inflación. “La gente busca mucho el precio y los más bajos son un incentivo para las compras así como las promociones bancarias”, explicó sobre este particular movimiento del sector. A favor del escenario rescata la estabilidad económica que ayuda a enfocar mejor en la política de precios: “Sabemos que aquellos con valores más competitivos les fue mejor que a los que no se adaptaron a la nueva demanda”, afirmó.
Este fin de semana que se abre tiene la particularidad de articular el cierre de enero con el arranque de febrero, que también llega cargado de tantas dudas como expectativas. Más allá de las reservas previas signadas por el cambio de mes y con buen tiempo en el horizonte, se esperan otros tres días de ciudad y playas muy concurridas. Quizás la última gran concentración de turismo se dé hasta el fin de semana largo de Carnaval, que arrancará en coincidencia con el inicio de marzo.