Comienza la competencia y el futbolista viedmense Bruno Sepúlveda no puede solucionar su conflicto. El delantero ya estaba entrenando en Universitario de Lima, uno de los grandes de Perú, pero Estudiantes de Río Cuarto faltó a su palabra y ahora no lo quiere negociar.

Bruno se desempeñó la última temporada en Barracas Central, en la máxima categoría del fútbol argentino. Con Alfredo Berti como técnico supo lucirse y cerró el año con ocho goles. La cuestión es que al "Guapo" retornó Rodolfo de Paoli como DT y no tuvo en cuenta al "9", por lo que Sepúlveda se mudó a Perú y comenzó una nueva preparación.

El club dueño del pase de Bruno sigue siendo Estudiantes de Río Cuarto, y de la misma manera que con Barracas, era el encargado de ceder al futbolista por un año a Universitario. Ahora el equipo cordobés se niega a enviarlo a otro club que no sea el del "Chiqui" Tapia, que haría uso de la opción de compra que ronda el millón de dólares.

El representante del jugador es Horacio Rossi, quien brindó declaraciones al respecto en el medio cordobés Cadena 3. Rossi afirmó lo siguiente: "No puede hacer uso de la opción aún si quisiese porque el jugador no quiere jugar en Barracas, entonces no está dispuesto a firmar el consentimiento. La normativa ampara al futbolista en este caso. Para que un club pueda comprar un futbolista, el futbolista debe firmar el consentimiento".

En cuanto a los intereses del futbolista, el representante agregó: "Si hablamos de clubes de este calibre, como Alianza Lima, Cristal o Universitario, son clubes que pagan contratos importantes con moneda americana y ese tipo de oportunidad a un futbolista de 29 años se le presenta una vez”.

Sepúlveda se encuentra en Buenos Aires en vilo, esperando que se destrabe su situación para poder jugar al fútbol. El deseo del jugador es poder emigrar por cuestiones económicas y también deportivas, ya que Universitario jugará la próxima edición de la Copa Sudamericana.