CÓRDOBA.– Mientras desde la Casa Rosada siguen las negociaciones con los “dialoguistas” de cara a la sesión extraordinaria del 6 de febrero en Diputados para tratar el proyecto oficial de eliminación de las PASO, entre los gobernadores peronistas y los dirigentes del PJ de provincias en manos de otro signo todavía no hay una posición consensuada. Las fuentes consultadas por LA NACION entienden que, por el momento, la mayoría del peronismo está por la suspensión de las internas abiertas y no por su abolición.
La indefinición del bloque de Unión por la Patria (UP) complica a los libertarios, porque sin parte de sus votos no pueden llegar a los 129 apoyos expresos que se requieren (una mayoría especial, porque es una modificación electoral) para aprobar su iniciativa. Ricardo Herrera, diputado nacional del peronismo riojano –responde al gobernador Ricardo Quintela, junto a otros tres– dijo a este diario que ellos se inclinan por la suspensión y hasta la eliminación de las primarias abiertas, pero advirtió que todavía no se fijó una postura en el bloque. “No se habló”, sintetizó.
El peronismo está dividido: Sergio Massa y los gobernadores representados por Gerardo Zamora buscan eliminarlas, mientras que hay una treintena de diputados sin jefes provinciales que las quieren mantener. Cristina Kirchner oscila y pide argumentos a los suyos.
Quintela está en una línea diferente a la de Cristina Kirchner, a punto que podría ir con lista propia en las elecciones legislativas de este año. La presunción es que podría terminar habiendo libertad de acción si los diferentes sectores internos del Partido Justicialista no se ponen de acuerdo. Los peronistas que responden al catamarqueño Raúl Jalil y al tucumano Osvaldo Jaldo vienen acompañando a los libertarios en sus iniciativas. En Catamarca, el mandatario eliminó las PASO, con lo que está clara cuál es su posición; Jaldo hasta ahora dice que “acatará” lo que resuelva el Congreso.
“No es lo mismo la situación en los distritos en que gobernamos que en los que no –dice un mandatario de UP a este medio–. Donde somos oposición, las PASO a veces se necesitan como ordenadoras, por eso es compleja una decisión única como bloque”. El peronismo kirchnerista está al frente de Buenos Aires, Formosa, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego. No enfrentar una interna abierta termina aportando al poder del que manda.
Para graficar su planteo, el gobernador consultado menciona a San Luis, Entre Ríos y San Juan, y agrega que en Santa Fe, que tiene internas abiertas, le funciona “muy bien”. Precisamente, el jefe del bloque de UP, Germán Martínez es de esa provincia, donde el peronismo esta dividido.
Desde el peronismo entrerriano, el exdiputado Marcelo Casaretto reconoce que esa es la discusión central. “No es lo mismo tener la lapicera que no tenerla para armar listas”, sintetiza. En base a esa lógica, es que se consolida la idea de que Cristina Kirchner podría fijar una línea directriz, pero en cada distrito se seguirá el camino que convenga.
Un diputado nacional de UxP sostiene que “hasta hace unas semanas parecía que los libertarios tenían el número que necesitaban, el ‘famoso’ 129. Ahora no está tan claro, con lo empieza a ganar fuerza la idea de una suspensión”. Esa presunción es determinante para que los peronistas más duros no se apuren en fijar posición, ya que saben que es una forma de condicionar los contactos que la Casa Rosada mantiene con los “dialoguistas”.
Voceros de los gobernadores de UP indicaron a LA NACION que no tuvieron contacto con el Gobierno por este tema. “Primero que arreglen con sus socios porque ahí tienen ruidos”, chicanea uno de ellos. La referencia es a que Pro impulsará la suspensión de las primarias mientras que la UCR propone una modificación para que haya “menores” costos. El gasto en esa elección es el eje argumental de La Libertad Avanza (LLA), que lo calcula en US$150 millones.
El peronismo cordobés, que integra el bloque Encuentro Federal, apoya la eliminación y la suspensión. “Es una posición desde siempre”, apunta el diputado Carlos Gutiérrez. Asegura que no han hablado con nadie de la Casa Rosada. Miguel Ángel Pichetto no fue al encuentro convocado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, esgrimiendo que la reunión debía realizarse en el Congreso.