Miércoles, 17 de septiembre
Rionegrinas

Falleció el Obispo Emérito de Viedma, Monseñor Hesayne

Tenía 96 años.

Desde la Diócesis de Azul se comunicó ayer por la tarde el fallecimiento de monseñor Miguel Esteban Hesayne, Obispo Emérito de la Diócesis de Viedma. 

"Encomendemos al Señor a nuestro apreciado Miguel Esteban y a su querido Instituto Cristífero. Pedimos que para Él brille la luz que no tiene fin”, señalaron en el comunicado ecleciástico de la Conferencia Episcopal Argentina.

El religioso fue una figura emblemática por su lucha contra la dictadura y su compromiso con los pobres.

Hesayne había nacido el 26 de diciembre de 1922 en la ciudad bonaerense de Azul. Fue ordenado sacerdote el 12 de diciembre de 1948 en el seminario San José de La Plata. Fue profesor de literatura y latín en el Seminario diocesano de Azul y más tarde rector de ese mismo Seminario., cura párroco en las localidades bonaerenses de Tapalqué, Veinticinco de Mayo, General La Madrid y Las Flores. Durante quince años se desempeñó como capellán auxiliar en el Regimiento de Azul y en la Base Naval Azopardo de la Armada Argentina.

Durante los tiempos de las graves violaciones a los derechos humanos, Hesayne integró la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), uno de los organismos que recababa denuncias y asistía a los familiares de las víctimas.

El papa Paulo VI lo hizo obispo de la diócesis de Viedma el 5 de abril de 1975. Hesayne tenía 52 años por ese entonces. Ese mismo año se instaló en la ciudad de la que sería obispo durante 20 años, hasta el 28 de junio de 1995, cuando renunció por edad.

Durante la dictadura de 1976-83, Hesayne tuvo un rol destacado en la crítica a la represión ilegal y muy especialmente en la denuncia del asesinato -mediante un accidente simulado- del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, en 1976.

Tras dejar la Diócesis de Viedma, en 1995, se dedicó a la animación del Instituto Secular de los Cristíferos, dedicado a la formación integral de laicos. Nunca dejó de interesarse por los problemas sociales y tuvo varias polémicas con sucesivas autoridades por sus denuncias sobre la desocupación y la acuciante pobreza.

Hace poco tiempo se había presentado una iniciativa para poner su nombre a la nueva Plaza seca que se construyó en un espacio recuperado de la Manzana Histórica, pero por pedido personal de él los concejales de la ciudad archivaron la idea, ya que se siempre rechazo que se le rindieran este tipo de homenajes.

Al Día

Fuente: Conferencia Episcopal Argentina
Noticia Anterior

La CCC festejó sus 25 años

Noticia Siguiente

Vivir en Kenia, un lugar de costumbres insólitas y sabiduría esencial: “Nos falta aprender mucho como sociedad”

Comentarios

  • Se el primero en comentar este artículo.

Deja tu comentario

(Su email no será publicado)

🔔 ¡Activa las Notificaciones!

Mantente informado con las últimas novedades.