La Fiscalía argentina a cargo de investigar el caso $LIBRA se apoyó en datos incompletos para requerir la colaboración de Interpol en la búsqueda de un sospechoso involucrado en el escándalo, lo que retrasó más de un mes el avance de ese eje de la pesquisa, lo que se extenderá durante las próximas semanas, según surge de documentación oficial que obtuvo LA NACION y fuentes reservadas con acceso al expediente judicial.
El traspié del Ministerio Público Fiscal se centra en el titular de la firma KIP Protocol, el ciudadano singapurense que se presenta en Occidente como Julian Peh, nombre con el que se reunió con el presidente Javier Milei durante el evento Tech Forum. Durante ese encuentro, el 19 de octubre pasado, tomó una “selfie” que posteó en su cuenta oficial en la red social X, también como “Julian Peh”.
Ese nombre, sin embargo, es apenas la identidad o seudónimo con que el titular de KIP Protocol se presenta en Occidente y con el que abrió una cuenta en la plataforma laboral LinkedIn. Pero el nombre en chino con que se lo conoce en su país, de acuerdo al alfabeto español, es Bai Qihao, como puede verificarse en Internet en pocos minutos. ¿En chino? 白启豪 en la versión tradicional.
Así, esa remisión parcial de datos identificatorios podría explicar por qué la delegación de Interpol en Singapur le respondió a sus colegas que que no existían constancias en aquel país de nadie con el nombre de Julian Peh, lo que desató todo tipo de especulaciones en la Argentina durante las últimas horas.
“Tengo el agrado de dirigirme a Ud. en atención al Expediente N° 574/2025, caratulado ‘Milei, Javier y otros s/averiguación de delito’, en trámite ante esa Fiscalía”, le informó la jefa de la División Asuntos Internacionales, del Departamento Interpol, de la Dirección General de Cooperación Internacional de la Policía Federal, la comisario Luz Marina Prieto. “Al respecto, llevo a su conocimiento que hemos recibido comunicación procedente de nuestra similar Interpol Singapur, cuyo mensaje se transcribe a continuación: ‘Basándonos en la información provista, no surgen registros de en Singapur’”.
La Fiscalía requirió la cooperación de Interpol el 8 de julio pasado, en un intento por acceder a datos adicionales sobre el máximo ejecutivo de KIP Protocol, la firma que aportó apoyo logístico durante el lanzamiento y colapso de la “memecoin” $LIBRA y, de ser posible, someterlo al proceso penal que tramita en los tribunales federales de Comodoro Py.
En la misma senda, Eduardo Taiano también solicitó la colaboración de la embajada de Singapur en la Argentina, aunque no obtuvo respuesta al cierre de esta edición.
Bajo el nombre de Bao Qihao, no obstante, el CEO de Kip Protocol figura como coautor de al menos 6 artículos de investigación sobre novedades tecnológicas. En ellos se identificó como “investigador académico” de la Carnegie Mellon University de Estados Unidos, donde completó estudios de postgrado.
Antes, según el perfil disponible en Linkedin (https://www.linkedin.com/in/julianpeh/?originalsubdomain=sg) hasta que estalló el escándalo, “Julian Peh” o “Bai Qihao” detalló que había completado sus estudios secundarios en el Raffles Junior College de Singapur, para luego graduarse con una licenciatura en Derecho de la Universidad Nacional de ese país, en 2004.
En la investigación que tramita en Comodoro Py, en tanto, el CEO de Kip Protocol figura como imputado, al igual que el presidente Milei, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, Hayden Mark Davis, Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, entre otros.
De comparecer en los tribunales de la Argentina, debería confirmar o rectificar lo que sostuvo cuando lo contactó el diario estadounidense The New York Times. Afirmó que recibió una “llamada inesperada” de Novelli el 13 de febrero pasado, un día antes de la salida de $LIBRA. Y que Novelli le anticipó que Davis lanzaría ese criptoactivo y que KIP Protocol, de sumarse, podría distribuir los fondos entre las empresas beneficiarias. Aceptó, aunque no era su área de experticia.
Un día después, Peh le dijo a The New York Times que se despertó al recibir mensajes de colegas. Le preguntaban qué era $LIBRA, y le copiaban un tuit del presidente Milei con el enlace al sitio web donde se describía el supuesto proyecto, el código alfanumérico para invertir y un único descargo de responsabilidad: “Proyecto de iniciativa privada desarrollado por KIP Network Inc © 2025″.
Peh declaró a The New York Times que, con el escándalo estallado, Novelli le indicó que Kip Protocol publicara un mensaje en X en apoyo el token. “Novelli le proporcionó el texto exacto en inglés y español, dijo”, según el diario, lo que de confirmarse contradiría la versión de Novelli y Terrones Godoy, quienes afirmaron que su único rol fue acercar a los empresarios al entorno presidencial, pero negar haber intervenido en las operaciones.
Según Peh, siguió las instrucciones. “La moneda $LIBRA ha sido un éxito, y queremos agradecer a todos por su confianza y apoyo”, publicó desde la cuenta de KIP. “Queremos aclarar que el presidente Milei no estuvo ni está involucrado de ninguna manera en el desarrollo del proyecto, que es absolutamente privado”.
Se dio cuenta de su error, explicó, apenas dos minutos después. Milei borró su tuit inicial y publicó otro en el que se despegó del proyecto. Y un comunicado de la Oficina del Presidente descargó toda la responsabilidad del plan fallido en Kip Protocol: “El Sr. Davis no tuvo ni tiene ninguna vinculación vigente con el Gobierno argentino y fue presentado por los representantes de KIP Protocol como uno de sus socios en el proyecto”.
Esa versión, a su vez, se topó con dos contradicciones. La primera, que los registros de ingresos a la Casa Rosada confirman que Davis había entrado a la Casa de Gobierno meses antes de que Peh conociera al Presidente. La segunda, que antes de salir de la escena pública, Davis exculpó a Peh: dijo que era “completamente inocente” y que “los socios de Milei intentaron echarle la culpa para escudarse”.
Ahora, en tanto, el fiscal Taiano deberá remitir un nuevo pedido de cooperación internacional a Interpol, con los datos identificatorios completos del titular de Kip Protocol. La respuesta podría insumir varias semanas más.