El mercado laboral se perfila con perspectivas positivas. Los empresarios son optimistas de cara al año que comienza y prevén una mejora de las variables macroeconómicas, lo que conllevaría a mayores niveles de contratación y a una recomposición del salario real. Así lo exhiben los datos arrojados por informes de las principales consultoras de Recursos Humanos.
De acuerdo con un estudio realizado por Adecco, el 62% de los empresarios sostiene que la situación económica mejorará, mientras que el 28% cree que se mantendrá en los niveles de los últimos meses y el 10% que empeorará. A su vez, el 64% prevé que los niveles de inflación continuarán a la baja, el 31% que seguirán en valores similares y el 5% que se incrementará.
A partir de este contexto, el 73% asegura que se generará más empleo en 2025, mientras que un 27% considera que se reducirá. Se trata de proyecciones que contrastan con el escenario de 2024: el 67% destaca que no tuvo que disminuir su nómina, mientras que el 33% admite que lo hizo. En paralelo, la mayoría prevé un aumento moderado en los salarios (64%), mientras que algunos creen que los niveles no exhibirán cambios (30%) y otros, que los aumentos serán muy importantes (6%).
Los motores del empleoA la hora de analizar los principales sectores que moverán el mercado laboral, desde Michael Page precisaron que el rebrote en las industrias de Consumo masivo, Retail, Supply Chain, Comercio Exterior y Farmacéutica vendría de la mano de una demanda de talento, que hasta ahora estaba frenada. Y, por el otro, consideraron que industrias estratégicas como Oil & Gas, Agroindustria y Minería, con proyectos de gran magnitud y de largo plazo, seguirán generando movimientos significativos este año.
En paralelo, desde la firma señalaron que la apertura del mercado financiero podría también generar nuevas oportunidades: consideraron que, tras un año marcado por una escasa diferenciación en los productos financieros, la diversificación impulsada por esta apertura podría favorecer la creación de nuevos servicios adaptados a un mercado más global, y la consecuente incorporación de profesionales con nuevos conocimientos y habilidades.
La exportación de servicios -según precisaron- seguirá al alza, luego de un 2024 en el que habían reportado un crecimiento del 40%. Y en la otra vereda explicaron que el repunte en el sector de la Construcción quedará sujeto a la oferta de créditos hipotecarios.
“El 2024 estuvo marcado por la incertidumbre, especialmente en el primer semestre, lo que generó que muchos profesionales se mostraran más cautelosos y reacios a asumir riesgos. Sin embargo, con un escenario más estabilizado en 2025, se espera que tomen más desafíos y oportunidades, lo que podría traducirse en una mayor rotación de personal, más allá de la creación de nuevas posiciones. Para el país, el gran desafío seguirá siendo atraer inversión privada e incentivar el empleo privado, lo que fortalecerá al mercado laboral en su conjunto”, sostuvo Miguel Carugati, director general de la consultora para la Argentina y Uruguay.
Flexibilidad, componente clave para el equilibrioMás allá del entorno macro, para el 87% de los trabajadores argentinos el equilibrio entre el trabajo y la vida personal se convirtió en un motivador clave a la hora de permanecer en un empleo o de buscar un cambio laboral. Así lo exhibió la última edición del Workmonitor, un estudio elaborado por Randstad a nivel global.
Según el reporte, si bien el salario es uno de los factores más relevantes a la hora de evaluar un trabajo, los factores no monetarios vienen ganando terreno año tras año. En este sentido, frente a la posibilidad de elegir, el 48% de los trabajadores argentinos afirmó que no aceptaría un trabajo que no brindara flexibilidad respecto a sus horarios laborales, un punto por encima de la marca registrada a nivel global (47%).
“Los datos del Workmonitor 2025 muestran que está surgiendo una nueva línea de base en el lugar de trabajo, a partir de las expectativas multifacéticas del talento, la priorización de la realización personal y otros drivers, como la creciente incidencia de la búsqueda de una mayor calidad de vida en las decisiones de carrera, que están dando forma a una fuerza laboral que define el éxito profesional no solo por lo que hace, sino por qué lo hace, cómo lo hace y con quién lo hace. Frente a un contexto de creciente escasez del talento y una fuerza laboral empoderada, esta dinámica empuja la redefinición de las condiciones del ‘contrato social’ entre los trabajadores y sus empleadores en todo el mundo y pone a las organizaciones frente a la necesidad de adaptar su propuesta de valor para atraer, fidelizar y comprometer al talento”, afirmó Andrea Ávila, CEO de la consultora para la Argentina, Chile y Uruguay.
Asimismo, añadió “Si bien podía esperarse que las difíciles condiciones económicas de 2024 hubiesen moderado las expectativas de talento, los datos del Workmonitor muestran lo contrario y nos dicen que el empoderamiento de la fuerza laboral no fue un efecto pasajero y que los trabajadores tienen mucha claridad sobre lo que esperan de sus trabajos y del impacto que quieren que tenga en sus vidas. Están más conscientes de sus necesidades, tienen más claras sus prioridades, saben bien lo que quieren y se animan a ir por ello”.
IA: entre la creación y la eliminación de empleosLa irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) fue otro de los principales factores que generó inquietudes en 2024. No obstante, de acuerdo con un informe de ManpowerGroup, este tipo de tecnología tiene el potencial de crear más puestos de trabajo de los que eliminará. Según el estudio, el 58% de los empleadores cree que la IA y la Realidad Virtual (RV) traerán beneficios para el personal de su organización en los próximos dos años.
“Estamos entrando en una era donde el verdadero potencial de la tecnología no radica en reemplazar a las personas, sino en brindarles las herramientas y conocimientos para realizar trabajos más significativos”, señaló Marcelo Roitman, director general de Experis de ManpowerGroup. Y aclaró: “El éxito de la Inteligencia Artificial no dependerá únicamente de su avance tecnológico, sino de cómo las organizaciones y las personas trabajen juntas para promover el aprendizaje continuo. A medida que estas se adapten y evolucionen con la IA, será el talento humano el que impulse el futuro del trabajo, perfeccionando sus habilidades y colaborando con estas tecnologías en lugar de competir contra ellas”.
En esa línea, desde la consultora, puntualizaron los principales desafíos a los que las compañías deberán hacer frente: la identificación de colaboradores calificados, la definición de funciones que puedan aprovechar la IA y la formación del personal para desempeñar estos nuevos roles. Y frente a ello, delinearon una serie de recomendaciones: elegir implementaciones que tengan sentido para la empresa y seleccionar socios adecuados; considerar la infraestructura y la capacidad tecnológica existente; y ampliar iniciativas de upskilling y reskilling; entre otras.