La pandemia de la estigmatización también mata

Si bien es comprensible que la población sienta confusión, ansiedad y miedo ante la pandemia del COVID 19, estos factores también están contribuyendo a alimentar estereotipos dañinos y la proliferación de mensajes negativos y de odio a través de las redes sociales. Esto quedó evidenciado este fin de semana en la pequeña localidad de Ingeniero Jacobacci, donde un joven de 18 años y una mujer de 93 fueron diagnosticados con coronavirus. El abuelo del muchacho falleció por una descompensación cardíaca luego de ver los mensajes en redes sociales y las declaraciones de las autoridades locales, que ponían el foco sobre el muchacho.

El fallecimiento y los motivos del mismo fueron confirmados por el padre del hombre fallecido, quien lo vinculó diractamente al estrés que le generó la situación y apuntó a cobardes e irresponsables que directamente acusaron al joven casi de diseminar la enfermedad en el pueblo.

Esta situación deja en claro que los gobiernos, los ciudadanos, los medios de comunicación, las personas con influencia clave y también las comunidades en su conjunto tienen un papel importante que cumplir para prevenir y detener la estigmatización. 

Los expertos alertan que "el estigma social en el contexto de la salud es la asociación negativa entre una persona o un grupo de personas que comparten ciertas características y una enfermedad específica. En un brote epidémico, esto puede significar que las personas sean etiquetadas, estereotipadas, que se las discrimine, que se las trate por separado y que experimenten una pérdida de estatus debido a una percibida conexión con una enfermedad".

Estas situaciones afectan negativamente a quienes tienen la enfermedad, así como a quienes los cuidan, a sus familias, amigos y comunidades. Y las personas que no tienen la enfermedad, pero comparten otras características con ese grupo, pueden también sufrir estigmatización.

El brote epidémico actual de COVID-19 ha causado estigmatización social y comportamiento discriminatorio hacia personas de cierto origen o contexto, así como hacia cualquier persona que se percibe haya estado en contacto con el virus, en las grandes ciudades, pero también en las pequeñas comunidades donde la mayoría de la gente se conoce.

Los expertos señalan que "usar terminología que criminaliza o deshumaniza genera la impresión de que quienes tienen la enfermedad han de alguna manera hecho algo malo o son menos humanos que el resto de las personas, lo cual contribuye a la estigmatización, socava la empatía y potencialmente alimenta una mayor resistencia a procurar tratamiento o a ser examinado, testeado y puesto en cuarentena.

Es necesario ser conscientes y considerados al momento de expresarse por las redes sociales y otras plataformas de comunicación. No repita,  ni comparta rumores infundados, y evite utilizar lenguaje estigmatizante o que genere temor entre la población. Póngase en el lugar de los demás, en medio de esta pandemia la empatía es clave.

La “infodemia” de desinformación y rumores se puede diseminar más rápido que el brote epidémico del nuevo coronavirus (COVID-19). Esto contribuye a efectos negativos, incluyendo la estigmatización y discriminación de personas. Se necesita solidaridad colectiva e información clara y practicable para apoyar a las comunidades y personas afectadas por este nuevo brote epidémico.

Los conceptos erróneos, los rumores y la desinformación contribuyen a la estigmatización y discriminación, y además generan miedo entre la población y dificultan los esfuerzos de respuesta de parte de las autoridades.



Autor:Al Día

Fuente: UNICEF

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