Sólo un gran boxeador como el japonés Naoya Inoue (55.300 kg), capacitado para convertir un combate inesperadamente adverso en una exhibición magistral, pudo elevar al máximo las expectativas de un maratón histórico pero irregular vivido por el pugilismo en las últimas horas.
Su retención del título mundial Supergallo unificado ante el texano Ramón Cárdenas (55.250 kg) por KOT en el octavo round, en el T-Mobile Arena de Las Vegas, se transformó en el acontecimiento supremo de un fin de semana peculiar que casi, a modo de viejo circo itinerante, propagó tres funciones importantísimas por todo el mundo con las escenografías más peculiares: el viernes, en pleno Times Square en las calles de Broadway y el sábado entre la decepción y el reclamo del mexicano Saúl Canelo Álvarez en Riad. Afortunadamente, la figura avasallante de Inoue pulverizó a todos sus competidores.
WHAT A FIGHT 🍿
Naoya Inoue beats Ramon Cardenas by 8th round TKO 😳 pic.twitter.com/a6WRVJWeZK
Inoue, de 32 años, sumó su 25° victoria mundialista desde que ganó el primero de sus cuatro títulos mundiales, el minimosca (49.800 kg) en 2014. Adelantó que intentará a la brevedad conquistar su 5° corona, la de peso pluma (57.125 kg), desafiando una advertencia que lo colocó en circunstancias dramáticas ante los dos pegadores auténticos con los que dirimió en su actual división: Luis Nery y el propio Cárdenas, que con el mismo golpe –cross izquierdo- lo mandaron a la lona en circunstancias dramáticas.
Y así ocurrió anoche ante 8.474 espectadores. Supo levantarse; desafiar al desconcierto de sus fanáticos, enfriar las acciones y recuperarse exponiendo todas sus virtudes en el ring. Una apertura de izquierda increíble, que por potencia y fuerza trasforma al jab en directo y una distribución de castigo, combinada al cuerpo y cabeza, de los siete golpes que presenta el manual de este deporte.
Pese a su permanente aumento de peso, mantiene una velocidad y una puntería llamativas. Y esto, lo llevó a terminar –espiritual y físicamente- con Cárdenas que tras caer en el séptimo asalto quedó colgado de las sogas en el round siguiente determinando el final del match.
Proyectos, cinturones y millonesInoue afianzó 30 victorias consecutivas (27 KO) en su récord y acapara el concepto de ser el mejor púgil de todos los tiempos según los viejos sobrevivientes de la historia del boxeo nipón.
La industria estadounidense lo proyectó por tercera vez a Las Vegas en los festejos del “5 de mayo”, festividad del calendario patriótico mexicano. Esta vez sin sus campeones: ni Oscar De la Hoya, Julio Cesar Chávez o “Canelo”, como en otros años. Y entre aztecas emigrantes y un puñado compatriotas, Naoya no defraudó. Al contrario: ahogó las penas y los lamentos de los nostálgicos “tequileros” que añoraron a sus ídolos del ring.
¿De ahora en más?El objetivo es volver a pelear en Japón en septiembre venidero. ¿Ante quién? Frente al uzbeco Murodjon Akhmadaliev, el rival esquivado por todos. Y ésta será su despedida de su peso actual buscando su posible quinta corona: Pluma y acumulando más kilos. El candidato a retar es el inglés Nick Ball, titular (AMB).
Mide 1.65 metros y su mandíbula se resiente a medida que aumenta su kilaje. Su talento y creatividad sobre el cuadrilátero por momentos lo alejan de la lógica y no le importa; arriesga y sigue sumando coronas. Sabe que por ahora puede caer, sufrir y levantarse en modo épico.
Educado y de pocas palabras. Sólo él comprenderá cuáles son sus límites utilizando dos valores que lo destacan en este tiempo: sabiduría y sensatez.