“Canelo” Álvarez y Naoya Inoue: el más popular y el mejor boxearán lejos de sus raíces y localías

Será difícil en el ámbito pugilístico repetir un fin de semana como éste, el que empezamos vivir. Estarán en acción el boxeador más popular de los últimos años, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el mejor de todos, el N° 1 del momento: el japonés Naoya Inoue.

Separados por 24 horas y en esferas totalmente opuestas y extrañas para ellos. En distintos continentes, competirán por imponer dos conceptos antagónicos pero necesarios en este negocio: el liderazgo por la popularidad (“Canelo”) y la afirmación de una calidad incuestionable (Inoue).

Álvarez, siempre polémico y avasallante, no estará ante su gente ni en Las Vegas, como habitualmente lo hizo para esta fecha. Ahora, intentará cautivar un escenario como Riad, Arabia Saudita, de disciplina musulmana, reservado para los gustos peculiares de los fanáticos con su túnicas y turbantes albirrojos. Su misión es seguir embolsando millones, dando inicio a su contrato con el jeque Turki Alalshik, cada vez más altivo en este deporte, válido por cuatro combates a cambio de 300 millones de dólares. Sus historiadores más fidedignos afirman que sus ingresos por peleas mundialistas –desde 2011 a hoy– ascienden a 710 millones de dólares.

“Canelo”, campeón mundial Supermediano (CMB-AMB- OMB) buscará obtener el restante cinturón de esta categoría (76.200 kg) frente al invicto cubano William Scull, titular de la FIB.

Debutará en Riad, en Arabia Saudita, pero lo hará en un estadio de capacidad limitada e intermedio: el “Venue Season”, para 16.000 espectadores y ajeno a las presiones encendidas de los fanáticos. Además, este desafío acopia una rareza que quizás influya en el rendimiento de ambos: comenzará a las 6 de la mañana del domingo saudí (medianoche del sábado argentino). ¿Quién adaptará mejor su metabolismo a este horario?

El match será emitido por DAZN, aplicación de streaming pago al costo de 25 dólares en la Argentina.

Inoue, en América

En tanto, “El monstruo japonés” se apoderará de una fecha tradicional de los mexicanos: el histórico 5 de mayo de 1862, evocativo de la batalla de Puebla, cuando soldados y campesinos de la región replegaron a “machetazos limpios” a las colonialistas tropas armadas francesas. Y esto constituye uno de los días más sentidos por los aztecas. Sobre todo, los emigrantes que lo festejan masivamente en Las Vegas. Desde hace años, Oscar de la hoya, Julio Cesar Chávez y “Canelo” combatieron en sus principales casinos para conmemorar esta celebración. Y ahora, un forastero tomará sus lugares en el majestuoso T-Mobile Arena.

Inoue expondrá este domingo su cuarto título mundial de pesos diferentes: Supergallo –unificado– ante el texano Ramón Cárdenas, hijo de mexicanos, en un cotejo de doce rounds, que se podrá ver a partir de las 22 horas con televisación de ESPN. En un match complementario, el santafecino Fabián Maidana dirimirá con el invicto dominicano Rohan Polanco, a diez asaltos.

¿Desató interés y desborde el arribo del nipón a Las Vegas? La cultura turística de los japoneses no es prioritaria en Nevada. Por eso, es raro comprender esta gran apuesta con el campeón asiático en una fecha con tanta tradición mariachi. Muchísima prensa oriental, pero una reducida legión de fans.

¿Fue un castigo de la poderosa y capitalista industria del boxeo a “Canelo” por trocar un calendario festivo por una suma de cheques millonarios? Probablemente sí. Y con una intensión: seguir potenciando a Inoue, quien por tercera vez peleará aquí. Es parte de la estrategia. El japonés, de 32 años, ganador de sus 29 cotejos (26 KO) y campeón entre los 48.900 y 55.338 kilos. Noqueador del chubutense Omar Narváez, del filipino Nonito Donaire y el mexicano Luis Nery, que realzan su carrera.

¿Y el rival? Cárdenas, texano de 29 años, es rústico, aguerrido, pero sin pegada. Ganó 26 (14 KO) y perdió la restante. Sus mejores éxitos: Bryan Acosta y Michell Banquez. Muy lejos del relieve del campeón. Inoue tiene la “mesa servida” para aumentar su prestigio.

A un mes de la gran lucha pic.twitter.com/b8qm52yipe

— William Scull (@William05035599) April 3, 2025Canelo y un fantasma cubano

La historia del cubano William Scull, de 32 años, ganador de sus 23 cotejos (9 KO) y poseedor del cetro (FIB) tras batir al ruso Vladimir Shiskin en 2024. Llegó por una pelea amateur a Argentina, perdió con Juan Carlos Vargas, en Godoy Cruz, Mendoza. Decidió quedarse y no volver a Cuba. De Cuyo a Junín y luego a la Patagonia. Hizo raíces en Trelew junto a su entrenador Franky Almada, se conectó con dos personas fundamentales para su vida: el empresario Eric Verdeau y el preparador local Ruperto “Peto” Ruíz. A partir de allí gestó una historia increíble que presentamos en LA NACION el 15 de febrero pasado: “Scull, el cubano que transformó su vida en la Patagonia”.

Tuvo una pareja y un hijo: Junior. Se contactó con empresarios alemanes y creció sin falencias en Europa. Boxea muy bien, pero carece de pegada. Mide de 1.82 metros -11 cm de ventaja sobre “Canelo”- que serán decisivos si puede aplicar un planteo de larga distancia y un ritmo de combate frío y cortado. Es todo un acertijo. No tiene el nivel ni la experiencia del mexicano y su respuesta anímica en otro gran interrogante.

¿Y Canelo? Seguirá sumando millones a los 34 años, rodeado por una coraza de 62 éxitos (39 KO, 2 derrotas y 2 empates). Sus últimas tres peleas no tuvieron gran eco; ni antes ni después. Sus victorias por puntos sobre Jermell Charlo, Jaime Munguía y Edgar Berlanga lo estancaron en su forcejeo por ganarle a un ocaso que comienza a denunciar sus 20 años en el oficio del boxeador profesional. No obstante, es favorito: es un elegido que tendrá ante sí a un buen boxeador tendiente a convertirse en un fantasma, entre los camellos, los castillos y el petróleo.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/boxeo/canelo-alvarez-y-naoya-inoue-el-mas-popular-y-el-mejor-boxearan-lejos-de-sus-raices-y-localias-nid03052025/

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