Franco Colapinto en Bélgica: nada de ritmo y un desgaste excesivo de neumáticos bajo la lluvia

Franco Colapinto se alineó en la larga fila de monoplazas que ocupaba la calle de boxes de Spa detrás del coche de seguridad. La lluvia y la falta de visibilidad habían obligado a suspender el inicio del Gran Premio de Bélgica durante la vuelta de formación por lo que los comisarios consideraban falta de visibilidad. Eran las 16.10 y el argentino entrecerró sus ojos y se dedicó a respirar con profundidad. Tenía algunas certidumbres: llovía y todos sus rivales calzaban neumáticos intermedios. El radar meteorológico aseguraba que el aguacero se iba a detener alrededor de la vuelta 10-14; él iba a tener que pasar a neumáticos medios en cuanto amainara a secarse. Había que recorrer 44 giros, y si el asfalto se mantenía seco, a partir de allí iba a ser posible, si se gestionaban bien los neumáticos, evitar una segunda parada. Ese detalle podía pesar mucho en el resultado final de la carrera. Iba a arrancar desde la 15º posición en la fila india tras el coche de seguridad en una largada lanzada.

Se había visto relativamente favorecido cuando dos de sus rivales, que le habían precedido en la clasificación del sábado, Carlos Sainz y Lewis Hamilton, decidieron modificar sus coches, adoptar una puesta a punto intermedia entre aquella para seco y aquella para mojado y comenzar desde la calle de boxes. Fernando Alonso, Kimi Antonelli y Lance Stroll, que se habían clasificado por detrás, desde el puesto 18º al 20º, los imitaron.

Su compañero Pierre Gasly partía desde la 13ª posición y quedaba por ver qué estrategia seguiría el equipo en función de las circunstancias. Ambos coches habían adoptado una puesta a punto de alerones bastante descargada que le había dado buenos frutos el día anterior, aunque se enfrentaban a circunstancias diferentes, pero no podían cambiar esa elección. Quedaba por comprobar su ritmo en carrera.

Ya en acción, mientras Oscar Piastri y Lando Norris se escapaban en la punta de la carrera para terminar dominándola por completo, el Gran Premio se transformó en dos carreras diferentes para Franco. Una, la primera cuando el pavimento estaba mojado y calzaba neumáticos intermedios hasta la 12ª vuelta, y otra con los neumáticos medios que no aguantaron en su coche hasta el final, pero sí en el de Pierre Gasly. Mientras Franco iba a retroceder hasta la 19ª posición final, su compañero, con una puesta a punto muy similar (ambos tenían una velocidad máxima muy parecida: 333 km/h para Colapinto y 336 km/h Gasly) terminó 10º.

En la primera parte, con los neumáticos de lluvia intermedios, luchó muy bien. Se lo vio sólido, conteniendo varias vueltas a pilotos como Lewis Hamilton (344 km/h de velocidad máxima) y Kimi Antonelli (352 km/h), que no podían adelantarle. Tratando de defenderse de Hamilton casi sufre un serio accidente, que evitó a tiempo saliendo del Radillon y circulando, volantazo de por medio, por la zona exterior del Radillon a casi 300 km/h. Fue entonces que lo superó Hamilton en la octava vuelta.

Pero después de la vuelta 13ª, en la que el equipo le instaló los neumáticos lisos medios, comenzaba otra carrera para él, y ya no pudo mantener un ritmo competitivo. Gasly había montado también neumáticos medios, los de la banda amarilla en la vuelta 12. Ambos cronometraron tiempos parecidos durante cinco rondas. Pero a partir de ahí comenzó la pesadilla para el argentino. Sus tiempos empeoraron; en cambio, Gasly siguió reduciendo los suyos, y así lo haría hasta el final de la carrera.

En la vuelta 20 le pasaba Kimi Antonelli. Pasaba a ser por momentos el más lento del pelotón. Mientras tanto, Gasly avanzaba porque sus neumáticos aguantaban. Carlos Sainz y Fernando Alonso también iban a adelantarle. Lo llamaron a boxes en la vuelta 28 y le montaron otro juego de medios. Gasly no paró. Esa posibilidad de hacer solo un paso por boxes le iba a favorecer definitivamente, testimonio perfecto de su capacidad y experiencia en el cuidado de los neumáticos.

El francés acabó 10º, mientras Franco, tras su segunda parada, quedaba 19º, y aunque llegó a registrar 1m46s104/1000 como su mejor vuelta, ya no se recuperó. Quienes le adelantaron después de haber arrancado desde más atrás, tenían más velocidad máxima que él.

Lo sucedido lo explicó así Colapinto: “Creo que las dos paradas que hicimos no nos ayudaron. Y después de cinco vueltas, con las gomas nuevas, empezó a sentirse como antes, así que perdí dos o tres puestos por la parada que no pude recuperar”, comentó.

Puede que el equipo haya tardado en convocarlo a los pits pero ¿por qué se habían desgastado sus neumáticos? Si su Alpine tenía escasa carga aerodinámica en el alerón trasero, también la tenía el coche de Gasly.

Agregaba Franco: “Fue una carrera dura. Un poco me costó con el aire sucio cuando salí con la goma lisa, porque se empezó a desgastar mucho”.

Quizás Franco y sus ingenieros tengan que explicarse por qué sus neumáticos medios se gastaron tan rápidamente mientras los de Gasly terminaron por durar 31 vueltas. ¿Una razón puramente técnica o una cuestión de manejo? Es muy posible que los jefes de equipo, después de 16 presentaciones en Grandes Premios y aunque todavía se lo puede considerar un novato, la capacidad para cuidar el caucho es algo que se le puede exigir a un piloto que quiera permanecer en la F1.

Más allá de la segunda parada que lo hundió, a Colapinto esta vez le faltó ritmo. Y lo reconocía: “Creo que fue una carrera positiva en general en cuanto a dar todas las vueltas, pero nada positiva respecto del ritmo. Hay que seguir laburando“, prometió.

Su mejor vuelta fue más rápida que la mejor de Gasly, en 1m46s104/1000 contra 1m47s177/1000, un falso consuelo porque Franco lograba su tiempo en la primera vuelta útil de su segundo juego de neumáticos medios (ronda 30) y Gasly lo hizo con sus neumáticos medios, que ya llevaban rodando 29 vueltas.

La carrera de este domingo de Franco puede interpretarse como un retroceso después de mostrar y prometer con la buena clasificación realizada el sábado donde se situaba a la menor diferencia que había tenido en condiciones normales con su experimentado compañero de equipo, de 22/1000 a una vuelta.

En sus siete carreras con Alpine el argentino tuvo momentos de brillantez, pero también momentos oscuros. Es cierto que no es el único de los novatos que tiene actuaciones irregulares (ahí está el ejemplo de Kimi Antonelli, que no sumaba puntos con su Mercedes desde el Gran Premio de Canadá). Sin embargo, aunque el Alpine es un coche de rendimiento también irregular, el contraste de lo que consigue Gasly (suma puntos cuando parece imposible) con lo que consigue Franco con el A525 resulta cuanto menos inquietante para su futuro.

Y la situación en Hungría, el circuito más lento después del de Mónaco, no es favorable para el rendimiento de su auto. Habrá que seguir “trabajando“, como se propone a sí mismo Colapinto.

Notas: Orlando Ríos



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/automovilismo/franco-colapinto-en-belgica-nada-de-ritmo-y-un-desgaste-excesivo-de-neumaticos-bajo-la-lluvia-nid27072025/

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