Reconocen el derecho de una joven a graduarse con el apellido de su madre

Una joven de Viedma expresó que no se identifica con el apellido paterno, pues solo le recuerda su ausencia. Relató que su madre fue quien la crió, acompañó y sostuvo desde los primeros años. 
Actualmente está por recibirse en la universidad, y afirmó que ello tiene un gran significado en su vida y la de su familia, y que su deseo es recibir el título con el apellido materno. 
Señaló que el alejamiento de su padre ocurrió cuando tenía tres años, y que desde entonces no existió contacto alguno. También explicó que su madre intentó facilitar el vínculo en reiteradas oportunidades sin obtener respuesta.
Los testigos que declararon ante la jueza de Familia afirmaron que la joven se identifica en todos sus ámbitos con el apellido de su madre: en sus vínculos personales, en su vida universitaria y en sus redes sociales. En la causa se acreditó que la madre cubrió tanto las necesidades económicas como afectivas de la joven.

El fallo recordó que el nombre es un atributo de la personalidad y forma parte del derecho a la identidad. Este no se limita a factores genéticos o biológicos, sino que abarca la construcción personal y social de cada individuo.

La jueza de Familia concluyó que se verificaron las condiciones para admitir el cambio solicitado. Consideró que la joven no construyó lazos con su progenitor ni con su familia paterna, que no recibió apoyo emocional ni económico de esa parte de su historia y que el único elemento que la vinculaba con esa figura era el apellido, el cual ya no representaba ningún sentido de pertenencia.

El fallo citó expresamente el artículo 69 del Código Civil y Comercial, que permite el cambio de apellido si existen razones fundadas. Sostuvo que en este caso los motivos quedaron acreditados con la prueba acompañada. Además, valoró que el respeto por la identidad se relaciona directamente con el nombre y que no corresponde exigir mayores acreditaciones cuando la solicitud resulta razonable y justificada.

Finalmente, la magistrada resolvió hacer lugar a la solicitud y ordenó la supresión del apellido paterno. La joven quedó registrada con el único apellido de su madre, conforme a su deseo.

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