La cantante Marianne Faithfull murió este jueves, a los 78 años. Así lo confirmó un portavoz de la intérprete a la prensa británica: “Con profunda tristeza, anunciamos el fallecimiento de la cantante, compositora y actriz Marianne Faithfull. Murió en paz, en Londres, en compañía de su querida familia. La echaremos mucho de menos”.
Nacida en una familia de buena posición social y económica, Faithfull pasó su infancia y buena parte de su adolescencia en el barrio londinense de Hampstead. Uno de sus antepasados era el escritor austríaco Leopold von Sacher-Masoch, autor de La Venus de las pieles. Aquel apellido fue inspirador del térmico “masoquismo”.
Inició su carrera como cantante de rock and roll a los 18 años, interpretando el tema “As TearS Go By”, compuesto nada menos que por Mick Jagger y Keith Richards. Con ambos, además, mantendría tormentosos romances adolescentes. Su noviazgo con el cantante de los Rolling Stones duraría cuatro años, desde 1966 hasta 1970. Durante ese tiempo, la prensa puso los ojos sobre ella y en su vida privada, pero ella siempre intentó que el público la conociera a través de su obra artística.
“Rollo, decadencia y sastrería exquisita como no se había visto en Inglaterra desde la restauración de Carlos II. Éramos jóvenes, ricos y hermosos, y la corriente -creíamos- iba a nuestro favor. Por supuesto, íbamos a cambiarlo todo, pero, sobre todo, íbamos a cambiar las normas. A diferencia de nuestros padres, no tendríamos que renunciar a nuestro hedonismo juvenil a favor del loco mundo de los adultos”, resumía la artista aquellos locos años de primera juventud.
La heroína, el alcohol, las anfetaminas, un aborto e intentos de suicidio estuvieron presentes en la intensa relación. “El romance con Mick casi me destruye. Aunque fue increíble, fueron solo cuatro años. Fue una época maravillosa y él era genial, pero no encajaba en esa vida ni en lo que él buscaba en una mujer. Eso es todo”, resumió tiempo después. Frente a las infidelidades de Jagger, Marianne tuvo una noche de pasión con Richards, a la que el guitarrista habría accedido como venganza por el affaire previo de su compañero de banda con su novia, la modelo Anita Pallenberg.
A su carrera musical le sumó una corta, pero contundente incursión en el cine: protagonizó El retrato de un rebelde (1967), The Girl on a Motorcycle (1968) y Hamlet (1969), pero cuando su carrera parecía estar en su mejor momento, terminó presa de la heroína y una profunda anorexia y terminó viviendo en la calle, como una vagabunda.
Por supuesto que habría revancha. Con el álbum que marcó su regreso a los estudios, Broken English, consiguió una nominación a los premios Grammy como mejor cantante de rock. Luego llegarían, entre otros álbumes, Dangerous Acquaintances (1981), A Child’s Adventure (1983), Strange Weather (1987), Kissin’ Time (2002) y Before the Poison (2004), que la mantendrían entre las voces más reconocidas. Sus últimos discos de estudio fueron Negative Capabilityu (2018) y She Walks In Beauty (2021)
“Lo mejor es que algunas personas empiezan a apreciar tu trabajo. Lo peor es la fama, ¿no? La fama es horrible”, decía en una entrevista con Rolling Stone, en 2021. “La gente muy, muy famosa, esa que muchos adoran, se muere, como la princesa Diana. Es un ejemplo extremo de lo que puede hacer la fama. Y hay algo horrible, que es lo que estuve viendo de la pobre Britney Spears. Dios. Por suerte nunca fui tan famosa ni tan grande, y tampoco tan rica. De cualquier modo, mi fama solo duró un tiempo. El resto fue puro trabajo duro”.
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