En momentos en que los hermanos Javier y Karina Milei contemplan la posibilidad de autorizar un entendimiento con Pro para compartir las listas en la ciudad de Buenos Aires en las elecciones nacionales de octubre, Jorge Macri, activó una jugada de alto riesgo.
El jefe de Gobierno se aseguró que será el encargado de firmar la alianza del partido amarillo en la Capital, ya sea para confluir en un frente con La Libertad Avanza (LLA) o para pactar con la UCR y la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, para reeditar el extinto Juntos por el Cambio. Ambos caminos aparecen como posibilidades.
Jorge Macri puso en marcha la maniobra a último momento. Es que hasta ayer estaba previsto que fuera Ezequiel Sabor, uno de los interlocutores con Karina Milei y quien le acercó la propuesta a la Casa Rosada para converger en la Capital, el hombre de Pro para rubricar el eventual pacto. Iba a estar escoltado por Ezequiel Jarvis.
No obstante, los asambleístas porteños del partido fundado por Mauricio Macri se sorprendieron el jueves por la tarde cuando Sabor les comunicó que, finalmente, sería el jefe porteño y titular de la filial de la fuerza en la ciudad quien se ocuparía de autorizar o no la alianza con otros espacios.
Una de las condiciones que fijaron Karina Milei y sus leales para sentarse a dialogar con Pro la posibilidad de acordar en el distrito porteño era que Jorge Macri fuera excluido de las tratativas.
En la cúpula del gobierno porteño se muestran irónicos sobre la jugada del exintendente de Vicente López. “Si hay voluntad de acuerdo , no debería complicar en nada que sea Jorge el apoderado del Pro en la Ciudad”, afirmaron cerca del primo del expresidente Macri.
Otros allegados al jefe porteño deslizan que no puede resignarse a ser marginado de las negociaciones para definir la oferta electoral en el distrito que gobierna. “Es el presidente de Pro en la Capital y, seguramente, quiere liderar el acuerdo que resulte”, desliza uno de los consejeros de Jorge Macri.
En la sede de Uspallata hay diversas lecturas respecto del sugestivo movimiento de Jorge Macri. Están los que creen que procura capitalizar el eventual pacto con Milei y los que están convencidos de que se propuso dinamitar las conversaciones que activaron Cristian Ritondo y Sabor para acercar posiciones con la hermana del Presidente.
Está claro que Jorge Macri no descarta el convenio de convergencia con los Milei, pero se inclinaría más por estimular su plan B: relanzar a Juntos por el Cambio con un nuevo nombre. No es casual que Daniel Angelici, controller de la UCR porteña, haya asumido un papel preponderante en la gestión.
Los lilitos, sobre todo el legislador porteño Facundo del Gaiso, sueñan con que se frustre la tregua entre Pro y LLA. Y Jorge Macri sigue de cerca a Graciela Ocaña, quien se lanzó este viernes como candidata a senadora nacional por Confianza Pública, y Ricardo López Murphy o Miguel Ángel Pichetto. María Eugenia Vidal lo acompaña al jefe de gobierno en el ala de la resistencia. De hecho, ya avisó que solo competirá para renovar su banca en el Congreso si no hay un pacto de Pro con los Milei.
“Jorge quiere subirse al ring porque está debilitado; si no lo dejan definir sus candidatos en la Capital ni poner un senador, desde diciembre gobierna LLA”, analiza una de las autoridades de Pro. El jefe porteño cada vez escucha con más frecuencia pedidos para que reformule el Gabinete, ante todo, el Ministerio de Espacio Público. El vínculo con su primo, Mauricio, atraviesa un momento crítico.
Es curioso que varios integrantes del entorno del expresidente no sabían donde iba a reunirse esta anoche la asamblea de Pro de la Ciudad, incluso, muchos dirigentes que ocupan cargos en la estructura orgánica de la fuerza. Por caso, ni el santillista Matías López ni la ritondista Paola Michielotto fueron invitados a participar. “Ni me invitaron”, bromeó uno de los excluidos.
Es sabido que el Presidente lo trató de traidor por haber contratado al consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí. Es que Milei responsabiliza a Gutiérrez Rubí de haber orquestado una supuesta campaña sucia en su contra en la compulsa presidencial de 2023, cuando el especialista español trabajaba para Sergio Massa.
Pese a que Jorge Macri prescindió de los servicios del consultor tras la debacle electoral que sufrió Pro en los comicios porteños del 18 de mayo pasado, Milei le negó el saludo. La hermana del Presidente y dueña de las llaves del partido del oficialismo nacional también le declaró la guerra. No solo instruyó a sus lugartenientes en la Legislatura para que compliquen las votaciones clave para Jorge Macri, como la del presupuesto, sino que se enfureció cuando el jefe porteño negoció con Ramiro Marra y Eugenio Casielles, dos fundadores de LLA que fueron apartados por “El Jefe”.
En un giro sorpresivo, los Milei aceptaron abrir negociaciones con Pro para converger en la ciudad en las legislativas de octubre. En el mundillo libertario sobrevuela la tesis de que Guillermo Francos, jefe de Gabinete, convenció a Karina Milei de que avalara las tratativas. Otros creen que influyó la necesidad de la Casa Rosada de reconstruir el tercio de “87 héroes” para defender el posible veto del Presidente al aumento de emergencia para los jubilados.
En cambio, en el macrismo sospechan que los libertarios se convencieron de que no podrían lograr un triunfo arrollador en Buenos Aires y que requerirán de un resultado abultado en la Capital para llevar tranquilidad a los mercados. “Es lo único que le interesa a Toto Caputo”, afirma un hombre de confianza de Macri.
El expresidente cultiva el bajo perfil. Pero en las sombras teje para que LLA y Pro confluyan en la Capital en octubre. Quienes lo tratan hace años presumen que teme volver a sufrir una derrota. En tanto, sus laderos describen que asumió una posición pragmática: “Tiene asumido que Pro se va a achicar en esta elección”, remarca uno de sus asesores en la intimidad.
Los interlocutores habituales del exmandatario aseguran que no ve racionalidad en el accionar de los armadores libertarios. Por eso, pide desdramatizar ante posibles desencuentros en los distritos. “¿Quieren acuerdo con Ritondo, pero con Jorge no pueden hablar? Donde se puede, acordemos, donde no se puede, no hay que hacerse problema“, relatan. Es el plan supervivencia.
En la intimidad, Macri insiste en que su foco está más allá del proceso electoral de 2025. “Tenemos que ver cómo reconstruimos un espacio racional y cómo podemos volver a ser una oferta de cambio en la sociedad”, señalan en el círculo de confianza del expresidente.