Racing positivo o Racing dividido: el microclima interno enrarecido que precede a una agenda cargada

Racing abrirá agosto, un mes repleto de compromisos determinantes, envuelto en un microclima interno enrarecido, muy distinto de aquel con energías positivas del arranque de la temporada, cuando puertas adentro -y también hacia afuera- tenía un objetivo trazado: la Recopa. Tanto en el vestuario y en las prácticas como en las declaraciones públicas, Gustavo Costas repetía las palabras mágicas que se habían hecho carne y (primera) obsesión del año en su plantel: “La Recopa, la Recopa, la Recopa. Hay que pensar en la Recopa y ganarla”.

De aquella atmósfera que presagiaba la conquista de otro trofeo internacional, objetivo logrado en febrero con una cátedra ante Botafogo en Río de Janeiro, la Academia encarará tres partidos importantes bajo una atmósfera más densa, con interrogantes basados en el juego del equipo y ánimos crispados -en una parte de los hinchas- por algunas decisiones de la gestión que encabeza Diego Milito.

El ídolo que en la cancha y también como secretario técnico fue rostro del eslogan Racing positivo, ya que estableció estándares de alta exigencia fundamentales para conquistar títulos en ambos roles, hoy es el dirigente al que una parte de los hinchas le efectúa un reclamo por primera vez, debido a algunas de sus decisiones como máximo dirigente. En una extensa relación de amor que resultaba inmaculada en el rubro de los reproches, comenzó a escucharse en los alrededores de Avellaneda -y en el siempre agitado mundo de las redes sociales- que el Príncipe no coronó un mercado de pases acorde con el tan mentado salto de calidad, lema con el que afrontó su exitosa campaña presidencial.

Y en tiempos de grietas en el tablero de la política nacional y global, en la Academia se percibe un caldo de cultivo que puede derivar en la reproducción a escala de esa lógica: los bandos. Los de Milito y los de Blanco, el expresidente del club, con el riesgo que implica olvidar el común denominador que debería trascender a potenciales facciones: Racing. Esa tendencia se incrementó peligrosamente en el último mes, cuando se abrieron (o potenciaron) focos de problemas en la cancha y en los escritorios. Para la seguidilla ante Deportivo Riestra, el próximo domingo, por los octavos de final de la Copa Argentina, el clásico con Boca en la Bombonera, el sábado 9 por el Clausura, y el arranque de la serie de octavos de la Libertadores frente a Peñarol, el martes 12 en Montevideo, tendrá a un plantel diezmado y con poco margen para descansar entre el segundo y el tercer partido.

Bruno Zuculini, desgarrado el sábado pasado en la caída con Estudiantes, está descartado para los tres cotejos. Además, el mediocampista cuenta con bajas chances de afrontar la revancha contra el cuadro uruguayo, el martes 19, en Avellaneda. El miércoles, para colmo, se confirmó que también se desgarró Gastón Martirena, clave en las gestas internacionales del ciclo. Ambos se sumaron a Gabriel Arias, capitán y una de las figuras, ausente frente al Pincha y baja confirmada contra Riestra por una lesión muscular.

A contrarreloj, el arquero apunta a llegar en condiciones a la Libertadores, incluso con la esperanza de poder atajar en la Bombonera. Tampoco jugará ante Riestra el jugador más importante del equipo, Adrián Martínez, expulsado en la fase previa ante San Martín de San Juan. En esa victoria, Maravilla había aportado un doblete para apagar el incendio del mal juego del equipo, en el primer duelo posterior a la salida traumática de Maximiliano Salas a River.

Aquel 2 de julio, antes del encuentro con los cuyanos, Milito había salido al cruce de la dirigencia de River por ejecutar la cláusula de salida de Salas. A pocos metros de la cabina donde el presidente de Racing hizo explosivas declaraciones contra sus pares del Millonario, estaba Víctor Blanco, el anterior mandamás albiceleste. “Blanco fue a disfrutar de cerca lo que para Diego era su primer golpe como presidente”, consideraron desde el entorno de Milito sobre la presencia de Blanco en San Luis, donde se tomó una foto con miembros de su saliente comisión directiva y la compartió en las redes sociales.

Cuando Echenique echó a Maravilla, en la rosca interna se interpretó –por agudeza o exageración del análisis, según los gustos- que esa sanción que debilitaría al equipo en octavos significaba menor peso en la AFA. La comparación, hasta en lo contrafáctico, aludía a cómo el club se había fortalecido en la Casa Madre de la pelota durante la gestión de Blanco.

Así como la reanudación oficial del semestre se dio con sensaciones ambiguas en aquel 3-1 ante San Martín, Racing transita el final del mes con Agustín Almendra como protagonista de otra situación incómoda. La semana pasada, el mediocampista le manifestó tanto a Costas como a Milito que pretendía cambiar de aire, ya que se sentía “muy relegado”, justo cuando Guillermo Barros Schelotto lo había llamado para proponerle jugar en Vélez. En junio, en pleno estallido del Salasgate, Almendra y su representante, Hernán Berman, habían reclamado una actualización del contrato. Pese a que su vínculo es hasta el 31 de diciembre de 2026, el ex Boca cuenta con una cláusula que indica que puede quedar libre en el final de este año si no disputa al menos la mitad de los partidos de toda la temporada (jugó 23 de 29).

“Queremos que Almendra se quede, después dependerá de él. Nosotros y los chicos pedimos que continúe”, aseguró el entrenador albiceleste el sábado a la noche tras la derrota con Estudiantes, en el Cilindro, donde Almendra no estuvo entre los citados. Antes del partido, Racing recibió una oferta de 2.300.000 dólares por parte de Vélez y la consideró insuficiente. Con el mal funcionamiento del equipo, del que Almendra había salido por flojas actuaciones, varios hinchas empezaron a reclamar en las redes por la eventual transferencia del ex Boca.

Según pudo confirmar LA NACION, en la Academia consideran que en caso de no tener a Almendra, su reemplazante saldría del plantel actual: Richard Sánchez o Matías Zaracho, con apenas 7 y 15 partidos jugados durante todo 2025 con la celeste y blanca, respectivamente. Las fuentes consultadas también enfatizaron que Racing se retiró del mercado en el rubro incorporaciones.

Sin nuevas propuestas económicas de parte del Fortín, y luego de charlas entre Almendra y algunos compañeros, en Avellaneda consideran garantizada la continuidad del mediocampista, cuyo regreso a la convocatoria para jugar la Copa Argentina es un escenario tan firme como su idea de que deben mejorarle el salario.

Racing planificó el mercado de pases con la premisa de adquirir –de mínima- el 80 por ciento del pase de cada contratación, a fin de capitalizarse en futuras transferencias. Además, orientó la búsqueda en futbolistas para desarrollar en el mediano y largo plazo, en vistas más allá de lo urgente, con la variante de que tengan poder de reventa (oscilan entre los 20 y 28 años). Las llegadas de Duván Vergara (28 años), Tomás Conechny (27), Elías Torres (24), Franco Pardo (28) y Alan Forneris (20) coinciden con esos lineamientos. Sin embargo, con la Copa Libertadores en el horizonte, el mercado académico deja una duda: ¿no se quedó corto para procurar la conquista de América?

Después de jugar contra Riestra, cuyas características de ceder la pelota al rival y esperar abroquelado para salir de contraataque son las que más complican al equipo de Costas, Racing visitará a Boca el sábado 9 de agosto. Un trascendido indicaba que la AFA le había negado a la Academia la posibilidad de adelantar el partido al viernes 8, lo que otorgaba un día más de preparación y descanso para la visita a Peñarol.

“Nunca pedimos jugar el 8, esa es una versión malintencionada para que la gente se enoje y se crea que ‘la AFA castiga a Racing por no tener visitantes en el torneo’. Que Boca juegue un viernes, además, es difícil por cuestiones de seguridad”, le enfatizó una altísima fuente dirigencial a LA NACION. Sin embargo, Boca jugó precisamente el viernes 18 de este mes como local ante Unión, en el reestreno de Leandro Paredes a nivel doméstico.

La valoración del primer año del otro Milito, el presidente que desbancó a Blanco en las elecciones (con un 60-40 en las urnas) y tiene un ambicioso proyecto de infraestructura, puede empezar a perfilarse fuertemente en los próximos 20 días. Justo cuando el equipo de Costas luce más esmerilado por las lesiones y, sobre todo, porque no evidencia tener un plan B cuando le faltan espacios. Racing positivo o Racing dividido, esa tensión que hoy se desarrolla por lo bajo por las calles albicelestes de Avellaneda, tendrá mucho que ver con lo que ocurra en el convulsionado arranque de agosto.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/racing/racing-positivo-o-racing-dividido-el-microclima-interno-enrarecido-que-precede-a-una-agenda-cargada-nid31072025/

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