El sentido del oportunismo fue preciso. Porque un par de minutos después de que Gastón Martirena anotara el 1 a 0 para Racing ante Independiente un avioneta sobrevoló el estadio Libertadores de América con un mensaje directo al corazón de los hinchas del Rojo. “Infelices 23 años”, se leyó en el cartel que flameaba en el aire, mientras debajo, en las tribunas, todo era tristeza.
El mensaje, parte del folclore habitual entre unos y otros entre los dos equipos más importantes de Avellaneda, se refiere al tiempo que lleva Independiente sin ser campeón en el fútbol argentino. Cabe recordar que la última vez que el Rojo se proclamó en el ámbito local fue a fines de 2002, cuando ganó el Apertura con Américo Gallego como entrenador.
"INFELICES 23 AÑOS" Un dron pasó por el Libertadores de América con ese mensaje y el escudo de Racing#Suscribite y viví el Torneo Apertura 2025 por TNT Sports 👉 https://t.co/rq6sQOr7sM pic.twitter.com/BhOZ696Uja
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) March 16, 2025En esa rueda de alegrías y tristezas que es el fútbol, como la vida misma, la bandera hizo recordar a las décadas del 80 y 90 cuando eran los de Independiente los que se mofaban de la cantidad de años que la Academia no daba una vuelta olímpica y en épocas de hinchadas de ambos equipos contabilizaban desde el 1 hasta el treinta y pico y finalizaban aquello con la entonación del Feliz cumpleaños. Racing estuvo 35 años (desde 1966 hasta 2001) sin ganar un título local.
Poco después, una lluvia de papelitos celestes y blancos cayeron sobre el césped, en otro claro golpe de efecto de los fanáticos de Racing, que disfrutan de su gran presente a la par de la inestabilidad futbolística que transita desde hace años su clásico rival.
En el medio se disputa un clásico ardoroso, de acá para allá y, por momentos, con pierna fuerte. Independiente, que busca el liderazgo de la Zona B del torneo Apertura, por ahora no pudo quebrar el sistema defensivo de Racing, envalentonado luego de las conquistas internacionales. Pero falta. Y mucho.
El último campeonato local de Independiente es un recurrente tema de conversación, dada la sequía que llegó después, pese a las conquistas en las Copas Sudamericanas 2010, con Antonio Mohamed como DT, y 2017, con Ariel Holan en la conducción. Aquel equipo del Tolo Gallego combinaba una eficacia defensiva con un ataque demoledor.
De hecho, el arquero de aquel equipo, Leonardo Díaz, este domingo recordó en radio La Red: “Es increíble lo que generaba ese equipo. Había garra, toque y buen fútbol. Todos jugaban, todos marcaban, todos defendía. Teníamos un medio campo de lujo con Pusineri (Lucas), Castagno Suárez (Diego) y Guiñazú (Pablo); un poco más adelante estaban Pocho Insúa y Rolfi Montenegro, y, adelante, el Cuqui Silvera, que no paraba de hacer goles”.
Las estadísticas recuerdan que Independiente logró 13 victorias, cuatro empates y dos derrotas, con una cosecha de 43 puntos. Convirtió 48 goles y sólo le hicieron 19. Tuvo encuentros de juego espectacular, como el 4-1 a Racing, precisamente, en la cancha de River. O el 7-1 frente a Colón en la Doble Visera de Cemento. Como también el 6-2 ante Chacarita, en Vélez, luego de arrancar 0-2.
En ese periodo el presidente fue Andrés Ducatenzeiler, que contó con el apoyo del empresario Daniel Grinbank para la formación de un equipo que, rápidamente, luego fue desmembrándose.