En tres años, de la Copa América anterior a ésta, Germán Portanova no solo cambió el corte de pelo. El entrenador de la selección argentina femenina había cumplido la promesa tras conseguir en Colombia 2022 la clasificación al Mundial: las futbolistas le recortaron su look clásico de siempre (pelo largo atado) y desde entonces mutó a este pelo corto que mantiene. En este período y después de quedarse afuera en la primera ronda del Mundial -críticas mediante- su segundo ciclo continuó con modificaciones. Su cuerpo técnico cambió de integrantes a principios de año. Diego Mirabella se sumó como preparador físico y Ezequiel Vidal, ex entrenador y jugador de UAI Urquiza, como ayudante de campo.
Pero también cambió el grupo de futbolistas. Desde la Copa del Mundo 2023 hasta esta Copa América, sólo ocho nombres de los 23 se repitieron. Incluso más allá de los apellidos y de los futbolístico, hay una transformación que todos y todas mencionan. Un aire nuevo: el clima interno grupal, un tema que generó dificultades y que parece haber mutado, incluso más allá de lo que suceda este lunes, cuando desde las 21 la Selección se enfrente ante Colombia por el pase a la final.
#SelecciónFemenina ¡Con la mente puesta en las semis! 💪
⚽ El lunes, desde las 21, 🇦🇷🆚🇨🇴 por la semifinal de la @CopaAmerica
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“A Ezequiel y a Diego les comentamos que hoy estamos en el paraíso con respecto al grupo. Cuando asumimos heredamos un grupo con muchos problemas, con bastantes conflictos. No se pudo resolver eso”, dijo Portanova en AFA Estudio después de terminar la etapa de grupos con puntaje perfecto. Argentina ganó los cuatro partidos que jugó. Y siguió: “Así y todo se jugó muy bien la Copa América pasada, el Mundial estuvo bien para mí. Hoy hay un grupo increíble y eso se ve adentro. Hay una unión increíble. Trabajamos un montón para eso. Merecemos lograr el sueño tan ansiado”.
Con varias jugadoras Sub 23 y algunas experimentadas, Argentina apostó a la fusión. Y a una nueva etapa sin esas futbolistas que habían protagonizado luchas y también conflictos con entrenadores y dirigentes de la Asociación. Vanina Correa y Estefanía Banini son, por ejemplo, dos que ya no están. Referentes y perfiles bien distintos, ambas fueron parte de la camada que en alguna vez hizo una huelga exigiendo mejores condiciones y que también armó una foto con el gesto del Topo Gigio en la Copa América 2018 reclamando ser escuchadas. Tras el Mundial de 2019, Banini hizo público su desacuerdo con el cuerpo técnico anterior, encabezado por Carlos Borrello y pidió un cambio. Dejó de ser convocada por tres años y regresó ya con Portanova, después de tres años de ausencia. Su último torneo fue el Mundial 2023.
Más allá de las mil entrevistas periodísticas y de las voces que se expresaron sobre aquel conflicto de 2019 -los problemas que menciona Portanova que nunca se resolvieron-, hay algo de ese quiebre que sólo conocen quienes estuvieron dentro del vestuario. ¿Quizá el trabajo de este cuerpo técnico fue volver a arrancar de cero, con jóvenes con un recorrido distinto y más corto? ¿Tomar la energía renovada de las más pibas y mezclarla con la potencia de algunas referentes? Una tarea fina: la reconstrucción. En estos días de Copa, Estefanía Banini le dio una entrevista a El Femenino, un sitio especializado en la disciplina. Desde España -juega en el Levante- la mendocina no esquivó el tema: “Es hermoso ver a estas nuevas generaciones y que tengan otra realidad que nosotras no vivimos. Para eso fue lo que nosotras vivimos, esa lucha, exponer muchas cosas que había que mejorar. Las más chicas tienen otro camino. Lo ves y decís: ‘Valió la pena’. Nosotras tuvimos más piedras en el camino”, dijo.
También contó que le duele no estar: “Se extraña muchísimo. Siempre va a estar eso de no poder estar ahí por decisiones de terceros. Son sentimientos encontrados. Pero estoy para acompañarlas, ayudarlas de cerca. Siempre voy a estar con la celeste y blanca puesta, le pese a quien le pese”. Banini pidió que “ojalá que las más jóvenes sean conscientes de la lucha y que la sigan”. Y nombró otro conflicto, más reciente: “Hay chicas que deberían estar y no están porque hicieron algún reclamo. Son más jóvenes que yo. Me gustaría verlas. No es por criticar a las que están. Pero basta. basta, hay talento que se está perdiendo”.
Con una sonrisa y el deseo de que a la Selección le vaya bien, Banini no dio nombres. Seguramente se refería a la arquera Laurina Oliveros, de 31 años, quien junto a Lorena Benítez, de 26 y hoy lesionada, Julieta Cruz, de 29, y Eliana Stábile, de 31 y hoy en la Copa América, habían renunciado por falta de interés de la AFA a la disciplina, según argumentaron. Todas están en Boca. Pero algo cambió. “El grupo que se está armando es muy bueno. Hay muy buen humor, vinieron integrantes nuevos del cuerpo técnico y suman un montón, es más amigable y se puede hablar con ellos”, declaró Vanina Preininger en el sitio FutFemGol. Varias tuvieron esta expresión: Aldana Cometti, la capitana, destacó las ganas que transmiten las jóvenes, Florencia Bonsegundo también.
“Portanova buscó transformarlo en un grupo saludable”, dice Romina Sacher, creadora de El Femenino. “Hay un aire mosqueteril”, define. Su sitio, El Femenino, acaba de lanzar El Manual del Fútbol Femenino, un videopodcast documental que se estrenó en Spotify y propone algo inédito: ordenar, narrar y explicar en profundidad los principales aspectos de este deporte. Sacher considera que las jugadoras entendieron que “tienen que lograr amalgamarse para funcionar” y que “ninguna tiene la citación comprada”.
“Hay jugadoras que no fueron citadas incluso siendo de la preferencia del cuerpo técnico”, dice. Y agrega: “El regreso de Bonsegundo habla de la importancia de pensar en un objetivo mayor. Ella se fue enojadisima en 2023 y regresa porque algo más se puede ganar. Es decir, hay una cuestión de orgullo que queda apartada”.
A lo largo de esta Copa se vieron señales de buena energía entre las experimentadas que no están y las que sí. Banini tiró buena onda. Cometti, desde Ecuador, le dedicó un gol a Mariana Larroquette. Dalila Ippolito publicó posteos de aliento a la Selección. Romina Núñez comenta un posteo de Ippolito. “Siento que hay una nueva manera de alentar, con una apreciación más saludable de cuando te toca estar y cuando no”, marca Sacher.
En AFA Estudio, el profesor Osvaldo Conte, a cargo de las arengas a las jugadoras (el hombre que las hace emocionar y salir con fuerza a jugar) marca otro cambio en esta etapa: “El fútbol se profesionalizó en 2019 y todas las que se fueron incorporando siempre fueron profesionales. Eso le dio un valor agregado al grupo magnífico. Entre las de las camadas anteriores y estas se hizo esa combinación”. Y continuó: “Hay chicas acá que fueron más tiempo amateur que profesionales. Y tuvieron aceptación con las chicas que venían con otros procesos. El grupo se consolidó”. Esta selección trabajó cuatro semanas para llegar a esta Copa América. La etapa de grupos las dejó como líderes de su zona. Eso sólo lo había conseguido en las ediciones de 1998, 2003 y 2006, cuando fue campeona. Además, solo recibió un gol en toda esta etapa, algo que no lograba desde 2014, según datos de Opta Javier. Hoy desde las 21 (transmite DSports) el equipo que ya está en los Juegos Panamericanos saldrá a buscar el pase a la final y el boleto para los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028.
Colombia y Argentina se enfrentaron en una semifinal de Copa América. Fue en 2022 y el triunfo fue para la Tricolor, por 1-0 gracias a Linda Caicedo, en Bucaramanga.
Hasta ahora no se supo nada sobre si Germán Portanova volvió a apostar por el corte de pelo o no. Igualmente, este año la clasificación a la Copa del Mundo se obtendrá a través de las primeras Eliminatorias sudamericanas que tendrá el fútbol femenino de la región. Para eso todavía falta.