Es hondureña, fue a una cita migratoria en Chicago y el ICE la arrestó: denuncia condiciones “inhumanas” en su caso

Gladis Yolanda Chávez Pineda se presentó a la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Chicago para cumplir con una cita de rutina. Pese a que había ido acompañada por sus abogados, fue arrestada y enviada a un centro de detención, donde —denunció— las condiciones eran “inhumanas”. Luego, la migrante fue deportada a su país de origen, Honduras, donde no vivía hace más de una década.

La cita de rutina en Chicago que terminó en arresto

El 4 de junio, Chávez Pineda recibió un mensaje de texto en el que le indicaban que debía asistir a una oficina del Programa de Comparecencia con Supervisión Intensiva, en South Loop, informó el Chicago Sun Times. Este programa permite a las autoridades migratorias monitorear a personas con procesos de deportación sin detenerlas, siempre que cumplan con revisiones periódicas.

Chávez Pineda se presentó con sus abogados en el edificio de Michigan Avenue, pero no les permitieron ingresar. Poco después, agentes del ICE la escoltaron a una sala donde le informaron que existía una orden de deportación en su contra. Ella intentó explicar que su solicitud de asilo seguía activa y mostró documentación. No obstante, fue detenida.

La detención en Broadview: 30 migrantes en una celda sin colchón ni mantas

Chávez Pineda pasó cuatro días en el centro de procesamiento de Broadview, en condiciones que calificó como “inhumanas”. Allí, denunció en una conferencia virtual que brindó desde Honduras, compartió una sala con otras 30 mujeres. Dormían en el piso, sin mantas y tampoco tenían acceso a duchas ni a productos de higiene.

También la comida era insuficiente. “Las madres llorábamos porque dejábamos a nuestros hijos”, relató. Y agregó que la incertidumbre sobre su futuro era total, ya que no les daban información. “No sabíamos adónde nos llevarían”, dijo.

El traslado a Kentucky: más hacinamiento y maltrato

Después de Broadview, la mujer fue trasladada al centro penitenciario del condado de Grayson, en Kentucky. Allí compartió celda con casi 20 mujeres, pero había solamente 10 camas. Las luces permanecían encendidas todo el tiempo, el ruido era constante y no tenían acceso a atención médica adecuada. Las condiciones, según su testimonio, hacían imposible descansar o sentirse segura.

“En esas largas noches, pensé en mis hijos”, expresó. “Pensé en que nunca quiero que ninguno de ellos tenga que pasar por lo que yo pasé. Nunca quiero que se sientan humillados de esa manera”, afirmó.

La deportación a Honduras, un país que dejó hace una década

El 13 de julio, la migrante fue deportada. Las autoridades la subieron a un vuelo comercial rumbo a Honduras. Viajó con las manos esposadas y los tobillos encadenados. Según relató, los agentes no le retiraron las cadenas hasta que estaban por aterrizar.

Chávez Pineda vivió más de diez años en Estados Unidos. Es tres hijos, trabajaba legalmente, tenía un número de Seguro Social, una identificación estatal y pagaba impuestos.

Su caso de asilo estaba pendiente de resolución y, además, el Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito había emitido una suspensión temporal de deportación mientras se revisaba su situación legal. “No entiendo por qué me deportaron si cumplía con los trámites legales en mi caso”, se quejó.

Desde Honduras, la mujer aseguró a Univision que todavía no se recuperó de los traumas físicos y emocionales que le causaron su detención y expulsión de EE.UU.

“Estoy recuperándome psicológicamente, porque a mis hijos los dejé (en Estados Unidos), lamentó. También denunció los tratos que ella y las otras migrantes recibieron durante su detención: “Lo que más nos dolía era lo injusto. Estábamos cumpliendo con nuestras citas y con nuestro deber”. Por último, cerró: “Somos humanos, no robots. Somos personas con sentimientos, y duele”.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/migraciones/es-hondurena-fue-a-una-cita-migratoria-en-chicago-y-el-ice-la-arresto-denuncia-condiciones-inhumanas-nid01082025/

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