Los puntos débiles de Parolin, el favorito a ser el próximo papa, y el secreto a voces de su relación con Francisco

ROMA.- En los días anteriores al cónclave del 2013 el gran favorito era el cardenal italiano, Angelo Scola, arzobispo de Milán. Pero Scola, que entró como papa al cónclave, salió como cardenal. Y fue electo un desconocido arzobispo de Buenos Aires que eligió llamarse Francisco.

A una semana y un día del comienzo del cónclave que deberá elegir a su sucesor, los diarios italianos tampoco tienen dudas de que el gran papabile es un italiano: el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, número dos de Francisco. ¿Pero también él, como le pasó a Scola, podría entrar papa y salir cardenal?

Es la pregunta del millón, porque, más allá de la lealtad que siempre le demostró al papa Francisco, Parolin también tiene sus puntos débiles, que van más allá de la presión que reina en las reuniones pre-cónclave para que, después de 47 años, vuelva a haber un papa italiano. El último fue Juan Pablo I, el papa de los 33 días, en 1978, al que le siguieron luego un polaco, Juan Pablo II (1978-2005), un alemán, Benedicto XVI (2005-2013) y un argentino.

Pero empecemos con los muchos puntos a favor de Parolin: se trata de un purpurado muy amable y moderado, hábil diplomático, que muchos creen que calmaría los ánimos después de un papado que a nivel interno crispó las aguas, considerado por algunos demasiado abierto, informal y disruptivo.

Todos los analistas coinciden en que el cardenal de origen véneta entrará a la votación con una posición privilegiada y un buen paquete de votos. De 70 años y de estilo curial en las antípodas con su exjefe, es el candidato más conocido en medio de un colegio de cardenales electores nunca tan internacional (71 países representados), numeroso y variopinto (¿alguien sabe dónde queda el archipiélago-reino de Tonga, en Oceanía?).

Durante su mandato, Parolin, que de niño jugaba con misas y decía que quería ser papa de grande, hizo viajes por todo el mundo y por eso es el más conocido entre cardenales electores que lamentan no haberse visto casi nunca.

Por otro lado, según las normas de la Universi Dominici Gregis (la constitución apostólica que es “la biblia” del cónclave), Parolin, como es el mayor de los cardenales-obispos, será quien dirigirá el cónclave. Tanto el decano del Colegio cardenalicio, el italiano Giovanni Battista Re, como el vicedecano, el argentino Leonardo Sandri, en efecto, son mayores de 80 años y no pueden ingresar a la Capilla Sixtina. Además, se presenta como un candidato de continuidad, al haber sido el número dos de Francisco; aunque muchos cuestionan esta interpretación.

Secreto a voces

Entre los puntos débiles, más allá de que no tiene experiencia pastoral –sólo vivió un par de años en una parroquia-, el primero es que, como ocurrió con Scola en 2013, no cuenta con el apoyo de los 19 cardenales italianos que participarán de la votación. Estos no son un bloque compacto. Están divididos y compiten entre ellos. Parolin, en efecto, se enfrenta a otros dos candidatos considerados “papables”: el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bologna y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, de 69 años y en línea con Jorge Bergoglio, de la Comunidad de San Egidio; y el patriarca latino de Jerusalén, Pier Battista Pizzaballa, de 60 años e impulsado por un ala conservadora.

La división de los italianos también tiene que ver con algo que los diarios italianos apenas insinúan, pero que es un secreto a voces. Si bien Parolin fue designado por Francisco como su número dos en agosto de 2013 y lo hizo volver a Roma desde Venezuela, donde fue nuncio (embajador vaticano), muchos saben que, con los años, se fueron distanciando.

“Aunque Francisco lo designó como secretario de Estado, con el paso del tiempo se dio cuenta de que ya no confiaba en él, todos lo saben”, aseguró a LA NACION un obispo italiano que prefirió el anonimato y que no ocultó su “terror” a que, de ser electo Parolin, pueda frenar ese “reflorecimiento de la Iglesia” que trajo el papa argentino. “No puedo creer que haya diarios italianos que callen esto y que digan que Parolin es el favorito ‘porque fue el hombre fuerte de Bergoglio’, algo que no es verdad”, lamentó.

Lo cierto es que el propio Papa en los últimos meses de vida se ocupó de hacer entender que Parolin no era su apuesta para el cónclave, ni su delfín. En febrero, poco antes de ser internado en el Gemelli y pensando en su sucesión, Francisco decidió extender el mandato como decano del colegio cardenalicio a Re, de 91 años y que ya llevaba cinco ocupando ese cargo.

Entonces, no dio explicación alguna sobre su decisión. Pero a nadie se le escapó que, como el decano del colegio cardenalicio juega un papel fundamental en la “sede vacante”, prefirió dejárselo a Re, que por edad no puede ingresar al cónclave. Todo el mundo recuerda que en el cónclave de 2005 posterior a la muerte de Juan Pablo II, el decano del colegio cardenalicio era Joseph Ratzinger, y que fue él, como tal, quien presidió tanto el funeral como la misa pro-eligendo Pontífice, dos momentos que le permitieron consolidar su candidatura.

Si Francisco no hubiera renovado el mandato de Giovanni Battista Re como decano del colegio cardenalicio, es muy probable que los 12 cardenales-obispos encargados de elegir al purpurado que debía ocupar ese puesto, hubieran optado por Pietro Parolin. Y eso le habría dado a Parolin una enorme visibilidad, disparando sus opciones como papable. Además, Francisco tampoco quiso darle a Pietro Parolin ningún papel relevante en los actos de la pasada Semana Santa, en los que Bergoglio estaba convaleciente.

Muchos recuerdan, además, que, durante su última y dura internación en el Gemelli, prefirió recibir antes en su lecho de enfermo a la primera ministra, Giorgia Meloni, que a Parolin, a quien las últimas veces siempre recibió no a solas, sino junto al sustituto, el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra. “En el sustituto sí confiaba, en Parolin, no”, aseguró el mismo obispo.

“Los cardenales italianos que son diplomáticos o de la curia lo quieren hacer papa a Parolin como sea para mantener sus puestos y porque esperan que vuelva a centralizar todo en la Secretaría de Estado, a la que Francisco le quitó no sólo poder, sino también los fondos, lo que sería una vuelta atrás”, explicó a LA NACION otra fuente vaticana, que adelantó que mañana, en la séptima congregación general de cardenales, el tema en agenda es la economía.

“Parolin se quiere presentar como la solución al modo de hacer economía de Francisco, visto como errado por muchos, algo que es una falacia porque detrás de todo el escándalo de la inversión millonaria del cardenal Becciu en Londres, por ejemplo, estuvo Parolin, que era su superior directo y no lo evitó”, añadió. “El plan es volver al esquema anterior, de todo centralizado en la Secretaría de Estado, que es lo que produjo la corrupción que intentó cortar el papa Francisco”, precisó.

Las novedades del cónclave

En este clima al rojo vivo y de cuenta regresiva, el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, en un encuentro con periodistas confirmó que, al final, serán 133 los cardenales electores que entrarán al cónclave. Dos, en efecto, no podrán participar por razones de salud, hizo saber el Vaticano. Se trata del español Antonio Cañizares, emérito de Valencia y de John Njue, de Kenya. Así las cosas, el próximo Papa necesitará 89 votos (dos tercios) para ser electo.

Además, se confirmó que el cónclave comenzará a las 16.30, cuando los 133 cardenales ingresarán a la Capilla Sixtina para la jura previa a la elección, según lo previsto en el Ordo Rituum Conclavis, después de rezar en la Capilla Paolina. Esa tarde habrá solo una votación. Por la mañana, el ya mencionado cardenal Re, decano del colegio cardenalicio, presidirá junto a los 133 cardenales electores la “misa pro-eligendo Pontífice” en la Basílica de San Pedro.

Si se repite la tendencia de los últimos dos cónclaves, que duraron apenas dos días, podría haber nuevo papa al día siguiente, el jueves 8 de mayo. Pero habrá que esperar.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/los-puntos-debiles-de-parolin-el-favorito-a-ser-el-proximo-papa-y-el-secreto-a-voces-de-su-relacion-nid29042025/

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