Los parásitos intestinales constituyen una afección más común de lo que muchos suelen pensar, ya que afecta a personas de distintas edades y en diversas regiones del mundo. Frente a esta problemática, el uso de remedios caseros se presenta como una alternativa recurrente, ya sea por costumbre o por la preferencia hacia opciones naturales para aliviar los síntomas.
Remedios naturales con respaldo tradicional y científicoSegún el portal especializado Tua Saude, perteneciente al Grupo Rede D’Or, la mayor red de hospitales de Brasil, algunos remedios caseros funcionan como purgantes naturales y pueden ser efectivos para combatir y eliminar parásitos y lombrices intestinales. Esto se debe a que poseen propiedades antiparasitarias que facilitan la limpieza del organismo. A continuación, se detallan seis alimentos y preparados naturales que, por su composición, pueden ayudar a combatir esta afección:
1. Semillas de calabazaLas semillas de calabaza contienen un compuesto llamado cucurbitacina, que actúa paralizando a los parásitos intestinales y facilitando su expulsión. La recomendación es consumir entre 5 y 6 semillas diariamente durante un periodo de dos semanas. Otra opción consiste en preparar una infusión, hirviendo una cucharada de semillas trituradas en tres tazas de agua durante media hora.
2. Semillas de papayaEste alimento contiene papaína, una enzima con efectos antihelmínticos que destruyen los gusanos intestinales. Se aconseja ingerir de 5 a 6 semillas diarias, ya sea enteras o trituradas, acompañadas con leche o agua. También es posible incorporarlas en jugos o ensaladas para facilitar su consumo.
3. Té de paicoEl epazote-conocido en Argentina como paico-, planta originaria de Suramérica, posee propiedades antihelmínticas. Para su preparación, se debe añadir una cucharada de hojas frescas a una taza de agua hirviendo, dejar reposar durante 10 minutos, colar y consumir tibio en ayunas. Este método puede colaborar en la eliminación de parásitos intestinales.
4. Té de cúrcumaLa cúrcuma es rica en curcumina, un compuesto capaz de inhibir el crecimiento de algunos parásitos. La infusión se prepara hirviendo una taza de agua, añadiendo una cucharadita de cúrcuma en polvo y dejando reposar entre 10 y 15 minutos. Se recomienda consumir hasta tres tazas diarias, preferiblemente entre comidas.
5. Aceite de oliva con ajoEl ajo, reconocido por sus propiedades antibióticas naturales, puede contribuir a eliminar parásitos intestinales. Para preparar este aceite se deben colocar tres dientes de ajo pelados y machacados en una botella con 500 mililitros de aceite de oliva junto con una rama de romero, dejando reposar al menos diez días en un lugar seco y sin humedad. Este aceite puede usarse para cocinar o aderezar ensaladas y sopas.
6. Té de anísEl anís posee propiedades antihelmínticas que complementan el tratamiento contra los parásitos intestinales. La infusión se obtiene colocando una cucharada de semillas de anís en una taza de agua hirviendo, dejando reposar ocho minutos, colando y bebiendo después de las comidas.
Uso responsable de los remedios naturalesAunque estos tratamientos pueden ser una opción accesible y complementaria para ayudar a limpiar el intestino y aliviar molestias, es fundamental recordar que no reemplazan el diagnóstico ni la indicación médica. La consulta con un profesional de la salud resulta indispensable para un manejo adecuado de la infección.
La tradición y la ciencia coinciden en que ciertos ingredientes naturales contienen compuestos capaces de debilitar o eliminar parásitos del sistema digestivo. Plantas como la menta, la ruda, el ajo o la artemisa fueron utilizadas durante años con este fin, gracias a sus compuestos activos que actúan contra estos organismos. Finalmente, es necesario enfatizar que en casos de mujeres embarazadas, lactantes o niños, la consulta previa con un especialista es recomendada antes de iniciar cualquier tratamiento natural, garantizando así la seguridad y eficacia del mismo.
Recuerde que, antes de incorporar cualquier nuevo alimento a su dieta, es importante que consulte con un médico especialista.
*Por Elim Johana Alonso Dorado