El Gobierno logró captar del mercado otros US$500 millones, que alimentarán -por vía de los encajes- las reservas del Banco Central (BCRA). Lo hizo con la reapertura del Bonte 2030, el bono en pesos, pero suscribible sólo en dólares, que pudo colocar a una tasa del 28,46% anual, inferior al 31,4% pactado a fines de mayo.
En parte, lo logró porque el papel atrajo 303 ofertas de compra por un total de $1,2 billones (US$1098 millones), por lo que el total adjudicado fue de $0,593 billones, detalló el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, al adelantar mediante un posteo en X los resultados.
La Secretaría de Finanzas anuncia que en la licitación de hoy adjudicó $6,367 billones habiendo recibido ofertas por un total de $7,996 billones.
➡️ Esto significa un rollover de 167,59% sobre los vencimientos del día de la fecha y 151,98% si se excluye lo adjudicado en la…
La liquidación de esta operación, en la que el Tesoro les validó a los inversores un tipo de cambio de $1185,50 por dólar, tomando el cierre de ayer, se hará el próximo miércoles, día en que impactaría sobre las reservas brutas del BCRA. Las mismas hoy aumentaron en US$1839 millones al ingresar los US$2000 millones que el ente monetario tomó prestados por 22 meses (el repo) de siete bancos internacionales, a una tasa del 8,25% anual.
La operación para renovar y colocar nueva deuda fue parte de la subasta general de instrumentos para refinanciar un vencimiento de apenas $3,8 billones, correspondiente principalmente a la caducidad de la Letra de Capitalización (Lecap S18J5), que vence el próximo miércoles. Es el menor desafío que enfrenta desde la segunda licitación de febrero de 2025.
Esa baja cifra se explica por el canje previo que el Tesoro hizo con el BCRA de una tenencia por $0,85 billones de esta misma letra y $2,16 billones de otra Lecap con vencimiento a fin de mes. Ambos papeles fueron reemplazados por otra Lecap (S29G5), con lo que se postergaron vencimientos por $3,01 billones para fines de agosto, mediante una operación intraestado.
Esa necesidad fue cubierta en exceso, tomando en cuenta que se pudo captar del mercado un total de $6,367 billones, tras haber recibido ofertas por $7,996 billones.
“Esto significa un rollover del 167,59% sobre los vencimientos del día y del 151,98% si se excluye lo adjudicado en la reapertura del Bonte. El excedente de $1,975 billones será depositado en la cuenta del Tesoro en el BCRA”, explicó por la misma vía el funcionario.
“Fue la mayor captación desde la licitación de mayo del 2024 con migración de deuda del BCRA hacia el Tesoro y la primera con fondeo significativo desde fines de febrero de este año", valoró por caso el economista Federico García Martínez. “Logró roll-over alto ofreciendo en pesos sólo tasa fija pero plazo promedio ponderado de la colocación fue el menor desde la segunda licitación de marzo pasado”, observó además.
Esto tiene que ver con que la licitación abrió, además, el cronograma de transición que el Gobierno definió semanas atrás, tras declarar el fin de las Letras Fiscales de Liquidez (Lefi) -sucesoras de las Leliqs y Lebac que antes emitía el BCRA-. Son papeles que los bancos podían suscribir a diario hasta que cerró esa ventanilla, que se clausurará definitivamente el 17 de julio.
Para facilitar el posible traslado, el Gobierno se comprometió a emitir regularmente nuevas Lecap de corto plazo, con vencimientos a 1, 2 y 3 meses, algo que comenzó este lunes al incluir en el menú ofrecido a los inversores Letras a 22, 58 y 86 días.
Esos tres instrumentos, colocados a tasas del 35,18% al 36,11% anual, permitieron captar en total $4,7 billones:
$2,826 billones, tomados al 2,58% mensual, fueron al papel más corto;$1,139 billones (al 2,60% mensual) al que vencerá a mitad de agosto;El resto ($0,725 billones al 2,54% mensual) al que caduca el 12 de septiembre. Esto representa casi el 74% de la captación total.Se trata de un resultado en el que tuvieron fuerte participación los bancos, aunque muchos de ellos consideran que aún no es atractivo migrar de Lefi a Lecap, y comentaron que parte de esas tenencias se dirigen al mercado de préstamos interbancarios, para seguir manejando la liquidez de muy corto plazo.
“No es fácil cambiar de un papel que vencía por día a otro que lo hará, en el mejor de los casos, en 20 días o un mes. No, al menos, hasta comprobar que el BCRA dotará ese mercado de liquidez, que es lo comprometido”, dijo ayer a LA NACION el jefe de mesa de un banco privado líder.
El resto de la captación -poco menos de $1,1 billones-, en una licitación caracterizada por la oferta únicamente de instrumentos a tasa fija (por primera vez desde junio de 2024), llegó a través de los papeles “más largos”, emitidos a 163 días (Lecap) o 226 días y un año (Boncap), que se colocaron a tasas del 32,44% al 30,45% anual, en una curva que se mantiene invertida (ofrece más rendimiento a corto plazo que a largo) por las expectativas en torno a una baja progresiva de la inflación.