En Madrid prohíben el uso individual de celulares, tablets y computadoras en las escuelas públicas

La Comunidad de Madrid echa más leña a un debate que está abierto en todo el mundo, al anunciar que a partir del próximo ciclo escolar se prohibirá el uso individual de dispositivos tecnológicos en las aulas. La medida regirá en las escuelas públicas de la capital española, y alcanzará a más de 500.000 estudiantes en unas 2000 instituciones educativas de nivel inicial y primario. Por el momento, los secundarios quedan excluidos.

El plan en las escuelas madridistas involucra a teléfonos, tablets y también a las computadoras. Por lo demás, no solo apunta a una reducción en el uso de pantallas en las aulas, sino también a propiciar el trabajo en equipo. El concepto clave es el “uso individual”. De acuerdo a los medios locales, se permitirán actividades compartidas entre dos o más alumnos, con límites de tiempo, siempre con fines pedagógicos.

La restricción a las tecnologías en la rutina escolar, con casos también en nuestro país, tiene defensores acérrimos y detractores convencidos. Mientras que los primeros apuntan a la necesidad de apartarse de las pantallas para evitar distracciones, los segundos aseguran que las prohibiciones no favorecen el bienestar de los estudiantes y que, además, no reducen la cantidad de horas al día que los chicos dedican a los dispositivos electrónicos. En otras palabras: si la escuela no los admite, ni siquiera durante el recreo, cuando salen los usan más tiempo.

Más papel, pizarrones y trabajo en equipo

Las autoridades de Madrid notan que aquella es la primera Comunidad en España en tomar esta determinación, que se espera sea confirmada a través de un decreto impulsado por el gobierno local. Por su parte, la publicación Xataka observa que las autoridades nacionales intensificaron este debate hace más de un año, y que varias regiones ya limitan el uso de dispositivos en las aulas, principalmente los smartphones.

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De acuerdo a los impulsores de esta iniciativa, se garantizará que los chicos adquieran las competencias digitales necesarias en función de las diferentes etapas de aprendizaje. No se prevé una prohibición plena, sino una reducción en el tiempo frente a las pantallas para mitigar los riesgos que derivan del uso excesivo de los dispositivos. Por el momento, no prevén aplicar estas medidas en escuelas secundarias de Madrid.

La movida no se circunscribe a las aulas. De acuerdo a la fuente, los docentes deberán incentivar las tareas a la vieja usanza (con cuadernos, carpetas y escritura manuscrita), en desmedro de las actividades en casa realizadas desde computadoras y/o dispositivos móviles en casa. Por otra parte, dentro de las escuelas se propondrá el uso compartido en lapsos de tiempo que variarán de acuerdo a la edad. Una hora semanal para los chicos de entre 3 y 6 años: 30 minutos adicionales para los estudiantes de tercer y cuarto grado primario; y dos horas entre aquellos que asisten a quinto y sexto grado. Para los menores de 3 años, el plan es que tengan una jornada 100% libre de pantallas.

Finalmente, el proyecto contempla que los estudiantes con necesidades específicas puedan usar tecnología en el aula, sin las restricciones descritas, esto con la presentación de un aval psicopedagógico.

Aulas libres de dispositivos: el caso argentino, una muestra de un debate con visiones contrapuestas

A mediados del año pasado, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementó restricciones similares a las que acaba de anunciar Madrid. En la ocasión, la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel, dijo que la decisión es fundamental para “volver a los aprendizajes fundacionales”, y que para ello es necesario que la atención de los chicos en horario escolar sea plena. “Estamos extremadamente preocupados por el tiempo que pasan con las pantallas”, comentó Miguel en referencia a conclusiones de una encuesta que reveló que los más jóvenes usan dispositivos electrónicos en períodos diarios superiores a los recomendados.

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En la ocasión, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, indagó: “¿Quién tiene el poder en el aula? Hoy el docente siente que no maneja la clase, sino que es el celular el que lo hace”. Sus comentarios y los de la ministra profundizan las advertencias de muchos expertos, quienes advierten que el uso excesivo de pantallas afecta negativamente el desarrollo cognitivo y del habla. Además, que ese hábito impacta en los niveles de ansiedad en los chicos.

La limitación del uso de celulares en las aulas es una tendencia global que, con variantes, ya se aplica en países como Estados Unidos, China, Países Bajos, Francia, Italia, Nueva Zelanda y Brasil. Hay casos de más alcance; por caso, en Australia prohibieron el uso de redes sociales a los menores de 16 años. En la Argentina, la provincia de Mendoza decidió avanzar contra esa corriente, al levantar las restricciones y, para más, implementar programas que incentivan el empleo de dispositivos en las clases.

La normativa mendocina hace énfasis en la importancia de efectuar campañas de promoción y concientización sobre el uso responsable. “Se deberán implementar programas de formación para docentes, alumnos y padres sobre el uso responsable de la tecnología en el ámbito escolar. Estos programas deberán incluir módulos sobre seguridad en Internet, privacidad, ciberacoso, prevención de consumos problemáticos en juegos online y uso pedagógico de tecnologías digitales”, indica la ley.

En esa línea, el ministro de Educación, Cultura, Infancias y Dirección General de Escuelas de la Provincia de Mendoza, Tadeo García Salazar, dijo respecto a los celulares: “Creemos que utilizándolos adecuadamente, son herramientas que pueden ayudar”. Lo cierto es que la decisión en Mendoza, a contramarcha de otras provincias argentinas, es un muestreo cercano de un debate con opiniones contrapuestas. Mientras que en el 2023 la ONU hizo un llamamiento para que los dispositivos solo se empleen en las escuelas cuando sirvan de apoyo, hay quienes aseguran que la tecnología es clave para los procesos educativos en una era atravesada por la digitalización.

Un estudio recientemente publicado en la revista The Lancet relativizó las supuestas ventajas de los planes “celular cero en las escuelas”. Los investigadores concluyeron que los adolescentes en cuyas aulas se prohíbe el uso de tecnologías no perciben una mejora en su bienestar y que, además, las restricciones no reducen la cantidad de horas al día frente a las pantallas. El debate está abierto y la movida que ahora avanza en Madrid agrega un nuevo capítulo a una debate que, en cualquiera de los casos, procura un mayor bienestar para los chicos y adolescentes, con énfasis en la importancia de los procesos de aprendizaje saludables y eficientes.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/en-madrid-prohiben-el-uso-individual-de-celulares-tablets-y-computadoras-en-las-escuelas-publicas-nid25032025/

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