El noruego Casper Ruud se proclamó este domingo campeón del Masters 1000 de Madrid y consiguió su primer título en un torneo de ese nivel -el inmediato por debajo de los cuatro Grand Slams-, al imponerse en la final al británico Jack Draper por 7-5, 3-6 y 6-4, en 2 horas y 29 minutos.
Para el escandinavo, de 26 años, segundo eterno en las citas más importantes durante mucho tiempo, es el más importante de sus 13 títulos, y confirma su buen estado de forma en polvo de ladrillo, su superficie preferida, a tres semanas del comienzo de Roland Garros.
Ruud, que empezó este torneo como el 15° del mundo, volverá a estar el lunes entre los diez mejores del ranking de la ATP, subiendo hasta la séptima posición, y celebró su éxito más importante después de perder tres finales de Grand Slam (Roland Garros 2022 y 2023, y el US Open 22022) y dos finales de Masters 1000 (Miami 2022 y Montecarlo 2024).
En el pulso decisivo en la Caja Mágica, Draper llegó a estar 5-4 y su servicio para cerrar el primer set, pero Ruud reaccionó a tiempo y ganó tres juegos seguidos para apuntarse el primer parcial. En el segundo set, ambos comenzaron parejos hasta el 3-3, cuando el británico se despegó y su rival se hundió, cediendo el set 6-3 sin apenas resistencia. Ya en el último y decisivo set, Ruud logró romper el servicio de su rival para adelantarse 3-2, y supo conservar esa diferencia para quedarse con el título.
El noruego ganó su 13er título tras una intensa batalla de dos horas y media en el estadio Manolo Santana, en una final inesperada, para un cuadro que se había quedado pronto sin españoles ni grandes favoritos. El dos veces finalista del abierto francés sacó en la capital española su mejor versión, después de ceder antes de tiempo en la defensa de Barcelona, y frenó a un Draper que venía mostrando el mejor tenis del torneo. El desparpajo del británico le bastó para subirse al número 5 del mundo, pero no para sumar su segundo Masters 1000, después de ganar en Indian Wells.
“Ha sido un largo camino. Llevo soñando con esto desde que era joven. Sabía que Jack estaba jugando increíble, así que tenía que dar lo mejor de mí”, declaró Ruud apenas terminó la final.
El exnúmero 2 del mundo cuenta ahora con 13 títulos en su palmarés, 12 de ellos sobre tierra batida. Hijo de Christian Ruud, que llegó a ser número 39° del mundo, el noruego tiene por ídolo a Rafael Nadal, y de hecho varias veces se entrenó en la academia del manacorí.
Ruud también es un jugador discreto, sincero fuera de las canchas, que no duda en hablar de sus problemas de salud mental, como esta semana en Madrid. “No quiero ahondar demasiado en el tema, pero lo cierto es que he atravesado algunos problemas de salud mental este año, por lo que busqué ayuda profesional y me ha ayudado mucho”, reveló Ruud en rueda de prensa.
“Me sentía un poco como si estuviera corriendo en una rueda de hámster, que nunca llegaba a ninguna parte. El calendario actual hace imposible que se pueda frenar. Necesitaba salir de esa espiral y reflexionar sobre mi vida, mis sentimientos y el camino en el que estaba”, explicó el nórdico.
El torneo de Madrid estuvo más abierto de lo habitual después de que Carlos Alcaraz anunciara que no podía disputarlo por problemas físicos, y de las eliminaciones tempranas de Novak Djokovic, despedido en su estreno, y del alemán Alexander Zverev en octavos, a manos del argentino Francisco Cerúndolo.