WASHINGTON.- El Gobierno postergó la candidatura de la Argentina para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un organismo intergubernamental encargado de impulsar la protección y el fortalecimiento de los derechos humanos en todo el mundo.
Aunque la administración de Javier Milei no lo anunció a través de canales oficiales, la decisión -confirmada por fuentes diplomáticas a LA NACION— ya figuraba desde hace unos días en un sistema interno de las Naciones Unidas. El Gobierno no determinó aún hasta qué periodo postergará esta candidatura, que estaba presentada desde hacía tres años, bajo la administración anterior. El año próximo se volverán a elegir tres asientos de América Latina, y la Argentina podría volver a presentar allí su candidatura.
El martes pasado, un posteo en la red social X de Amnistía Internacional se había hecho eco de la decisión de la Argentina, que según explicaron las fuentes no se trata de un retiro del Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, y que la participación del país seguirá como hasta ahora.
Las instituciones internacionales seguirán funcionando con o sin Argentina, pero aunque no sorprenda, Milei NO tiene interés en tener un lugar en esa mesa para influir en las normas y políticas del futuro, ni siquiera para proteger los derechos humanos de las personas en…
— Amnistía Internacional Argentina (@amnistiaar) August 26, 2025“Si la Argentina declina su candidatura no integrará el Consejo y, como tal, no puede votar ni presentar resoluciones, por lo que no tiene poder de decisión. Pero sigue igualmente obligada por los mecanismos internacionales de derechos humanos de la ONU y puede intervenir como observador”, señaló Amnistía Internacional.
“Las instituciones internacionales seguirán funcionando con o sin la Argentina, pero aunque no sorprenda, Milei no tiene interés en tener un lugar en esa mesa para influir en las normas y políticas del futuro, ni siquiera para proteger los derechos humanos de las personas en la Argentina”, añadió, al apuntar contra la estrategia del mandatario, un fuerte crítico de varias agencias multilaterales. En tres semanas, el Presidente volverá a participar en Nueva York de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La Argentina ejerció la presidencia del órgano en 2022, bajo la figura del entonces embajador Federico Villegas, representante del gobierno de Alberto Fernández. La presidencia del organismo se renueva cada año y rota entre los grupos geográficos.
La Misión Permanente de la Argentina ante los Organismos Internacionales en Ginebra está a cargo del embajador Carlos Mario Foradori.
El Consejo es un órgano subsidiario instituido por la Asamblea General, está integrado por 47 de los 193 países miembros de la ONU y tiene como objetivo debatir diversas cuestiones relacionadas a la protección de los derechos humanos y atender a las situaciones de sus violaciones a través de recomendaciones. Fue creado en marzo de 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos. Las últimas participaciones argentinas, por dos periodos de tres años consecutivos, fueron entre 2019 y 2021, y entre 2022 y 2024.
“Es un foro global para que los gobiernos examinen violaciones de derechos humanos, creen misiones de investigación y revisen periódicamente la situación de todos los países. Aunque no es perfecto, es clave para exigir a los gobiernos que cumplan con sus obligaciones en materia de derechos humanos, incluso hacia su propia población. Ser parte implica asumir compromisos concretos y someterse al escrutinio internacional”, publicó Amnistía Internacional en su posteo en X.
“La participación de la Argentina en el Consejo es parte de su integración internacional y compromiso con el multilateralismo. Fue miembro fundador y ha integrado el Consejo en varios períodos, en los que impulsó resoluciones sobre diversidad y justicia climática, y apoyó misiones de verificación e investigación como la de Venezuela y Myanmar. Su retiro debilita esa tradición y su renuncia a ese rol envía una señal preocupante sobre su voluntad de sostener un compromiso con los derechos de las y los argentinos en el mundo”, añadió la organización global en la red social.
Ya en febrero pasado, tras haber anunciado su salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y haber dejado abierta la posibilidad de dejar otros organismos internacionales, el Gobierno analizaba sus pasos a seguir en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU), cuando el país se ausentó de una sesión en Ginebra convocada para abordar las violaciones a los derechos humanos en Congo. También se había ausentado de esa convocatoria la representación del gobierno norteamericano de Donald Trump, con quien Milei mantiene un alineamiento total.
La ONU es uno de los organismos internacionales contra los que más críticas lanzó Milei, que se opone a algunos temas que allí se abordan, como el de la agenda 2030, cuyo rechazo fue planteado por el Presidente en una cumbre del G-20.
La membresía al Consejo de Derechos Humanos de la ONU está basada en una distribución geográfica a partir de cinco grupos regionales: 13 países de África, 13 de Asia y el Pacífico, seis de Europa oriental, ocho de América Latina y el Caribe, y siete del grupo de Europa Occidental y otros Estados.
Los países miembros entran en funciones por un período de tres años con posibilidad de reingresar, aunque no puede ser reelectos inmediatamente después de dos períodos consecutivos.
Para 2026 ya hay una lista parcial a la espera de elecciones de la Asamblea General, según se desprende del sitio web del organismo: Albania, Benín, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Burundi, China, Colombia, Costa de Marfil, Cuba, Chipre, Chequia, República Democrática del Congo, República Dominicana, Etiopía, Francia, Gambia, Ghana, Islandia, Indonesia, Japón, Kenia, Kuwait, Malawi, Islas Marshall, Macedonia del Norte, México, Países Bajos, Qatar, Corea del Sur, España, Suiza y Tailandia.