Carlos Palacios: las primeras alegrías para Juan Román Riquelme y las similitudes con su ídolo

Es 9 de mayo de 2012 y en el estadio Santa Laura, a dos horas del inicio del partido, ya no cabe un alfiler. Tras caer por 2-1 en Buenos Aires, Unión Española recibe al Boca de Julio Falcioni en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, la ilusión de todo un pueblo dura solo unos minutos. Majestuoso como la Cordillera, Juan Román Riquelme firma una de sus actuaciones más descollantes con la camiseta azul y oro. Con dos asistencias y un golazo inolvidable, el ídolo mete a Boca entre los ocho mejores de América y alcanza a Martín Palermo como el máximo anotador xeneize en la historia de la competencia.

Detrás de uno de los arcos, Carlos Palacios disfruta en vivo y en directo de una clase magistral del ídolo, por quien eligió la posición de enganche y al que intenta emular cada fin de semana con los colores de la camiseta naranja de la Escuela Recoleta Chacabuco, en las afueras de Santiago de Chile, donde dio sus primeros pasos. Casi 13 años después, el exdelantero de Colo Colo convirtió su primer gol con los colores de Boca y, fanático del 10, colocó sus manos detrás de sus orejas y emuló el famoso festejo del Topo Gigio de frente al palco donde se encontraba el presidente. Ovacionado por la hinchada, el chileno vivió una soñada noche en la Bombonera y mostró credenciales de jugador distinto cuando Boca más lo necesitaba. ¿Nace un idilio con el hincha?

Carlos Alonso Enrique Palacios Núñez nació el 20 de julio del 2000 en el humilde barrio de Renca, en la zona norte de Santiago. Criado en un hogar de bajos recursos, hijo de un albañil, Carlos, y de Jacqueline, ama de casa, el hermano menor de Valerie Carlos supo desde muy chico que deseaba jugar al fútbol. Y aunque creció hincha de Colo Colo, en tiempos de Matías Fernández y Jorge Valdivia, fue Riquelme, un argentino, su espejo y modelo a seguir.

Jaime Carreño es quien más conoce al actual delantero de Boca. Formador y descubridor de talentos, fue quien llevó a Carlos a Unión Española tras un frustrado paso por las juveniles de la Católica. El Pastor, como lo apodan en Chile, da fe de la idolatría de Palacios por Román: “Cuando lo traje al club, a sus 13 años, él ya tenía cosas de Román. Y siguiendo de cerca sus movimientos asimilé que él imitaba los movimientos de su ídolo. Tenían maneras muy parecidas de jugar. Carlos era un poco remolón, quizás no tenía el despliegue físico que uno espera para un volante, pero lo suplía con su técnica para pisar la pelota. La ponía debajo de la suela y la cubría como Román. Y le pegaba muy bien en los penales y los tiros libres, con una calidad tremenda. Hacía todo lo que hacía Riquelme”, cuenta Carreño en charla con LA NACION.

Palacios llegó a Boca justamente por pedido de Román, quien le echó el ojo en los duelos entre el Xeneize y Colo Colo por la fase de grupos de la Libertadores 2023. Guapo, encarador y con grandes aptitudes técnicas, el exInter y Vasco da Gama se ganó rápidamente un lugar entre los 11.

"LA DEL DEBUT ME LA PIDIÓ ROMÁN APENAS TERMINÓ EL PARTIDO". Carlitos Palacios habló luego de la victoria con golazo incluido vs. Huracán y reveló un detalle con Riquelme.

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“Carlos fue siempre un chico muy callado, muy introvertido. Haber compartido plantel con jugadores como Arturo Vidal o Bryan Cortés (histórico arquero del Cacique) hizo que forjara la personalidad que hoy día demuestra en Boca. En otro momento hubiese sido impensado que festejara un gol haciendo el Topo Gigio. Porque él amaba a Riquelme, pero no lo vociferaba, se lo guardaba para él pese a que lo decía todo con su juego. Me pone muy feliz que Carlos logre cumplir sus sueños. El hincha de Boca lo va a disfrutar. Futbolísticamente, tiene la esencia de Juan Román Riquelme”, apunta Carreño.

En su paso por Colo Colo, Palacios se potenció físicamente e incorporó nuevas herramientas a su amplio espectro de cualidades. Dirigido por Jorge Almirón, el chileno por el que Boca invirtió 4,8 millones de dólares le agregó dinámica y velocidad a su juego y se transformó con el tiempo en jugador de toda la cancha, inteligente para hallar los espacios y dueño del equipo y de las pelotas paradas.

Ante Huracán se vio la mejor versión en Boca del atacante de 24 años, en especial en la segunda mitad, cuando convirtió uno de los goles más lindos de las primeras fechas del Apertura: dejó correr para Merentiel, recibió el pase del uruguayo y definió de primera al palo más lejano del arquero Galíndez.

El golazo de Palacios en Boca vs. Huracán

“Román me llamó y me molestó un poco por el tema del gol, me dijo que había sido de suerte”, contó Palacios después del partido. “Veía cuando Román hacía los goles en Boca y celebraba de esta manera, así que cuando pasó la euforia miré hacia arriba y le hice el Topo Gigio. Él luchó mucho para que yo esté acá, creo que más de un año. Estoy muy agradecido de jugar en el club más grande del mundo y él fue quien lo hizo posible”, contó el 8 que juega de 10.

A los 15 años, Palacios estuvo a punto de dejar el fútbol porque el técnico de su categoría no le daba los minutos que deseaba. Finalmente, el apoyo de su familia lo empujó a intentarlo una vez más. Fue un momento duro, porque los vicios y las malas juntas estaban literalmente a la vuelta de la esquina. Su espíritu de supervivencia lo llevó a volver al club y a los 17 debutó en Primera. Alternó buenas y malas y buscó continuidad en Porto Alegre, pero tampoco la logró. Y tras un muy buen semestre en Vasco retornó al Cacique para afianzarse definitivamente.

Aplausos de la gente en La Bombonera para el chileno Carlos Palacios.

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“Carlos tuvo algunos bajones al comienzo, pero nunca bajó los brazos. Cuando no era considerado en el plantel superior metía de a dos o tres goles por partido y enseguida se ganaba otra chance. Y entonces ponía en problemas a los técnicos de turno”, recuerda su mentor, quien le ve condiciones para triunfar en el Xeneize: “Por características y por su amor por Riquelme, es un jugador para Boca; no para River ni para ningún otro equipo”.

Palacios se metió rápidamente en el 11 ideal y se convirtió en una pieza clave para el esquema del Xeneize, que puso fin a su racha negativa y se acomodó en la tabla gracias al tanto del chileno frente a Huracán. Palacios, dijo, guardará de recuerdo la camiseta de su primer gol. La del debut ante Argentinos fue a parar al museo de Riquelme, por expreso pedido del presidente. Del ídolo que le cumplió el sueño de gritar un gol en la Bombonera.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/carlos-palacios-las-primeras-alegrias-para-juan-roman-riquelme-y-las-similitudes-con-su-idolo-nid04022025/

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