Así fue la investigación que permitió identificar a Brenda Agüero como la principal sospechosa de asesinar a bebés

CÓRDOBA.— La primera vez que Brenda Agüero, la enfermera de Obstetricia del Hospital Neonatal de Córdoba condenada a prisión perpetua por el crimen de cinco bebés y el intento de homicidio de otros ocho, aparece como sospechosa fue en junio del 2022.

Fue en el contexto de la investigación interna que hicieron las autoridades del Neonatal cuando la secuencia del horror ya se había concretado. Su nombre apareció cuando descartaban causas que podrían haber provocado los fallecimientos y descompensaciones, y cuando la dirección empezó a pensar que había una actuación intencional.

El 7 de junio del 2022 el entonces ministro de Salud, Diego Cardozo -quien fue absuelto en el juicio- dio la orden de investigar qué estaba pasando en el Neonatal. El día antes, la exdirectora Liliana Asís (condenada a cinco años de cárcel condicional y cuatro de inhabilitación pero en libertad) se había presentado ante Pablo Carvajal (exsecretario de Salud condenado a 4 años de prisión condicional y a 3 años y 6 meses de inhabilitación) para admitir que no controlaba la situación.

El punto de inflexión fue el 6 de junio, cuando dos bebés murieron (Melody, hija de Brisa Molina, y Angeline, hija de Yoselín Rojas) y otros dos se descompensaron (M. beba de Ludmila Torres y P. de María Martín). Los responsables de la guardia se negaron a firmar los certificados de defunción y por eso, esos casos son los únicos que tienen autopsia hasta el momento. Los estudios revelaron hiperpotasemia (nivel de potasio incompatible con la vida).

Cuando el 8 de junio llegan al Neonatal, enviados por Salud, Marcela Yanover, jefa de Maternidad e Infancia del Ministerio, y Genoveva Ávila, jefa del área de Enfermería de la cartera, entrevistaron al personal, revisaron documentación y, el 28 de ese mes, elevaron un informe al Ministerio de Salud.

Sin embargo, en el hospital ya habían empezado antes las averiguaciones, a punto tal que Yanover y Ávila escucharon un relato que les permitió construir una línea de tiempo con todos los casos. De hecho, la situación de inquietud era tal que hay fotos y videos de los bebés tomados por profesionales que no terminaban de entender lo que estaba pasando. Más tarde los aportaron a la causa judicial.

El panorama interno era tal que el 23 de mayo del 2022, cuando murió Ibrahim, hijo de Julieta Guardia, la jefa de terapia intensiva se negó a firmar su defunción. Lo firmó Martha Gómez Flores, exjefa de Neonatología a pedido de la ex directora Asís. Fue condenada a cinco años de prisión condicional.

Frente a las marcas de pinchazos en algunas de las criaturas o de pequeñas manchas de sangre en la ropa, en el hospital barajaron las hipótesis de picaduras de bichos, de mal manejo de las madres, de reacciones a la vitamina K (que se coloca a los recién nacidos; se mandó a cambiar una partida en el Neonatal) y hasta de mala praxis.

A medida que las posibilidades se iban tachando, la lupa se puso en quiénes habían estado en todos los casos. Ahí surgió por primera vez el nombre de Agüero. Al Ministerio de Salud le entregaron el informe sin los nombres de los “sospechados” a quienes les habían ordenado tomar todas las licencias que tenían pendiente, y entre ellos estaba la enfermera ahora condenada. Ahí cesaron las descomposturas y muertes sin causas claras.

En el borrador del informe que quedó en la computadora de trabajo Gómez Flores había una anotación: “Definir si se informa el nombre, de lo contrario redireccionamos este párrafo”. Ya entonces las sospechas sobre Agüero eran fuertes. Había estado trabajando en Obstetricia en los ochos días en los que se sucedieron los 13 episodios.

Cuando Ávila declaró ante el fiscal instructor Raúl Garzón y contó los pormenores de una reunión que mantuvo el 8 de junio del 2022 con varias autoridades, entre ellas Asís, precisó que allí aparece el nombre de Agüero. Sostuvo que allí “toma conocimiento de los fallecimientos y acontecimientos adversos en bebes desde marzo del 2022 al 06/06/2022” e incluso que “se levanta una médica y nos muestra fotos de un celular donde se observan las lesiones de un bebé”. En base a esos relatos es que la otra enviada del Ministerio, Yánover, “hizo una línea de tiempo de los casos”.

Nombrada en una reunión

“La Dra. Asís expresó que esto lo venían trabajando antes y que habían entrevistado a parte del equipo —inclusive la Dra. Moralez (excoordinadora del Comité de Seguridad del Paciente del hospital, condenada a cinco años condicionales) indicó que habían hecho análisis de causa raíz-, indicando que tenían una sospecha respecto de la actuación de una agente pero que todavía no tenían prueba para luego especificar que se trataba de Brenda Agüero”. Así describió Ávila cómo ya a 48 horas del día más negro del Neonatal, ese nombre estaba en el escenario.

Y agregó: “Esto es porque ella estuvo la mayor parte de los días y en los acontecimientos de manera directa o indirecta, es decir, a veces prestaba ayuda a sus compañeras sin estar asignada. Era una enfermera muy experta en la clínica y cuidados de enfermería”.

Antes de retirarse, Ávila pidió a las autoridades que organicen las entrevistas con el personal para el día siguiente, al mismo tiempo que lo llamó a Carvajal y le contó lo ocurrido en la reunión, “así como la sospecha respecto a la enfermera, trasmitida con mucha preocupación”.

Las entrevistas —incluida Agüero— con el listado de personal determinado por el Neonatal terminaron el 13 de junio del 2022. Se hizo una nueva reunión con todas las autoridades, incluidos Carvajal y Alejandro Escudero Salama (exdirector de Gestión Administrativa del Neonatal condenado a cinco años de prisión condicionada), donde -declaró Ávila- otra vez “se puso énfasis en las sospechas a Agüero”.

En la causa consta que Ávila declaró que “no identificó elementos particulares de atribución de responsabilidad” a Agüero. Sí notó precisión en su relato y certeza clínica: “En todo momento sostuvo la mirada, no fue evasiva, al contrario”. En ese encuentro se determinó que se la iba “a licenciar a la enfermera y a su compañero”.

A partir de todos esos elementos, el 28 de junio del 2022 Mariana Figueroa, jefa del equipo de Legales del Ministerio de Salud, preparó el texto de una denuncia penal y puso como firmante a Asís. No estaba el nombre de la enfermera, sí decía “lesiones intencionales: en investigación”. Se los pasó por WhatsApp a Carvajal y Escudero Salama. Nunca la presentaron.

La denuncia por la que intervino Garzón fue la que el 4 de julio del 2022 presentó el ingeniero Francisco Luperi, esposo de una médica del hospital sin vínculo con los casos. El informe de la investigación interna del Neonatal fue entregado después por Carvajal a la Justicia.

El 4 de agosto del 2022 el Neonatal dispensó a Agüero y a seis personas más a prestar servicio entre el 1 y el 14 de ese mes por “la necesidad de que tales agentes se encuentren disponibles para las entrevistas de declaración testimonial” a realizarse en el marco de la investigación administrativa. El 19 de agosto la policía, por orden de la Justicia, la detuvo en su casa de Río Ceballos.

Los elementos que la llevaron a la condena

1) Presencia en todos los casos. Todos los hechos, sin excepción, ocurrieron en días y turnos en los que la enfermera trabajó. Esa evidencia surge de las planillas y marcación con huellas dactilares de los servicios de Enfermería, Obstetricia y Neonatología del Hospital Neonatal. En el cruce de datos se incluyó a todo el personal, incluido los de seguridad y limpieza.

2) Contacto con todos los bebés afectados. En materia documental, constan sus intervenciones en las planillas y, además, las madres –en algunos casos, también otro familiar– la vieron y tuvieron algún intercambio con ella. Por su rol, la enfermera tuvo la chance de estar a solas con las madres que recién parían y sus hijos. Las descompensaciones fueron siempre en las salas de recuperación o en las salas contiguas habilitadas por falta de lugar. En esos espacios, habitualmente, no hay muchos profesionales; además, era plena pandemia y había restricciones para los familiares.

3) Reacciones de las criaturas. La función que tenía Agüero se relacionaba con las madres, no con la atención de los bebés. En los casos analizados, siempre los tocó y, en la mayoría, hubo llantos en ese momento.

4) Conductas anticipatorias.“Llama la atención la anotación que efectuar a la imputada en la historia clínica tras individualizar el presunto diagnóstico que presentaba el recién nacido que consignó en ese documento que, siendo las 11.35, se observó al recién nacido frío y con ‘cianosis peribucal’, aclarando que había permanecido en los brazos de la abuela ‘todo el tiempo’. Este agregado emerge a todas luces sospechoso y puede ser interpretado como un intento de la imputada de dejar asentado, en constancias médicas, datos que eventualmente le resultaran favorables”, señala por ejemplo el juez de control Juan Manuel Fernández López, que ratificó la elevación a juicio de la causa.

5) Pinchazos y ropa manchada. En varios casos, se detectaron las marcas de pinchazos en los bebés y en otros, manchas pequeñas de sangre en su ropa. Todos habían sido tocados por la enfermera. Algunas madres testimoniaron su extrañeza ante el cambio de ropa de las criaturas.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/asi-fue-la-investigacion-que-permitio-identificar-a-brenda-aguero-como-la-principal-sospechosa-de-nid21062025/

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