España sufrió este año su peor ola de calor “desde que existen registros”: más de 1100 muertos e incendios devastadores

MADRID.- La ola de calor de 16 días que azotó España en agosto fue “la más intensa desde que hay registros” en el país, informó este domingo la Agencia Meteorológica Nacional (Aemet) en la red social X. La ola de calor de agosto concluyó el día 18, y el período comprendido entre el 8 y 17 de agosto “fue el conjunto de diez días consecutivos más cálido registrado en España desde, al menos, 1950”, reveló la Aemet.

Según datos provisionales, superó a la de julio de 2022, con unas temperaturas 4,6°C superiores a las máximas normales de una ola de calor. En la anterior peor ola de calor, la de 2022, esa desviación de temperaturas fue de 4,5ºC, explicó Aemet.

Conforme a lo comunicado por la agencia, desde 1975 se registraron 77 olas de calor en España, de las que seis tuvieron una anomalía de 4°C o más. Sin embargo, cinco de ellas se produjeron desde 2019, un indicio del agravamiento de estos fenómenos.

📈🧵La reciente ola de calor ha sido la más intensa desde que hay registros en España.

→ Con datos provisionales, tuvo una anomalía de 4.6 °C y supera a la de julio de 2022, la más intensa hasta ahora con 4.5 °C de anomalía. pic.twitter.com/shnuYAEThU

— AEMET (@AEMET_Esp) August 24, 2025

Según estimaciones del Instituto de Salud Carlos III, más de 1100 muertes se pueden atribuir a esta reciente ola. El número exacto de fallecidos atribuibles a este fenómeno, que se extendió del 3 al 18 de agosto, asciende a 1149, según el sistema “MoMo” del Instituto, que estudia las variaciones de la mortalidad general diaria respecto a lo que sería esperable según las series históricas.

Entre estos factores externos que pueden explicar esta diferencia figuran, en particular, las temperaturas comunicadas por la Aemet. El sistema no puede establecer una causalidad absoluta entre las muertes registradas y las condiciones climáticas, pero las cifras constituyen la mejor estimación del número de muertes en las que la ola de calor pudo ser el factor decisivo.

Ya en julio, “MoMo” había atribuido unas 1060 muertes al calor, lo que suponía un aumento de más del 50% con respecto a julio de 2024. Además, el calor alimentó los grandes incendios forestales que aún combaten España y Portugal, con ocho muertos, cuatro en cada país, y más de 400.000 hectáreas arrasadas entre los dos países.

Panorama actual

La evolución de los incendios que azotan el noroeste de España muestra señales de mejora, aunque el avance es muy lento. Así lo señaló este domingo la directora de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, quien advirtió que aún permanecen activos 15 focos de gran magnitud.

Tras la reunión del Comité Estatal de Coordinación y Dirección, explicó que la bajada progresiva de las temperaturas, sobre todo durante la noche, podría favorecer el control de la situación, aunque el viento sur previsto eleva el riesgo de que las llamas vuelvan a propagarse. Por eso pidió mantener la alerta, ya que en varias zonas el peligro sigue siendo alto o extremo.

Los episodios de reactivación confirman esa advertencia: el sábado por la noche el incendio de Porto saltó de Zamora a León, obligando a desalojar a los más de 300 habitantes de La Baña; y el domingo otro foco en Garaño, también en León, puso en peligro a nueve pequeñas localidades, entre ellas Viñayo, de apenas 80 vecinos. Castilla y León continúa con diez grandes incendios activos, mientras que en Asturias siguen preocupando los de Degaña, Cangas del Narcea y Somiedo, que ya han consumido más de 6000 hectáreas.

“No están siendo días fáciles”, admitió el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien subrayó la necesidad de esperar un cambio en las condiciones meteorológicas —descenso de temperaturas, mayor humedad, viento norte o lluvia— para poder combatir mejor los frentes.

En Galicia, la provincia de Ourense, la más castigada por el fuego, comienza a estabilizar la situación tras haber perdido cerca de 90.000 hectáreas, el 15% de su monte. Allí siguen descontrolados dos grandes incendios: el de Carballeda de Valdeorras, con 4000 hectáreas calcinadas, y el de Chandrexa de Queixa, con más de 30.000. No obstante, se logró frenar los más devastadores, como el de Larouco —44.000 hectáreas arrasadas, el mayor en la historia de Galicia— y el de Oímbra, con más de 28.000.

El paisaje en el sureste de Ourense refleja la magnitud de la tragedia: campos ennegrecidos, huertas y viñedos convertidos en cortafuegos improvisados, vecinos que han perdido colmenas o ganado, y aldeas enteras en estado de vigilia por miedo a las reactivaciones.

“Es como si los incendios tuvieran una segunda vida”, explican los técnicos, ya que las raíces aún encendidas pueden reavivar las llamas.

La esperanza ahora está puesta en la llegada de un frente lluvioso a mediados de semana, que podría marcar el inicio del fin de la emergencia.

Los incendios que arrasaron más de 350.000 hectáreas en España golpearon con especial dureza a la provincia de Zamora, en Castilla y León, una de las más envejecidas del país, donde el drama se vivió sobre todo en los desalojos de ancianos.

Agencia AFP y diario El País



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/espana-sufrio-este-ano-su-peor-ola-de-calor-desde-que-existen-registros-mas-de-1100-muertos-e-nid24082025/

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