Hemos visto en las grandes metrópolis algún que otro animal salvaje. De hecho, en la Ciudad de Buenos Aires es posible ver los grandes edificios del centro desde la Reserva Ecológica. Pero la jirafa con los rascacielos de fondo suena a película distópica o a tejemaneje de la inteligencia artificial. Pero no. La imagen es auténtica y fue tomada en el Parque Nacional de Nairobi, uno de los pocos en el mundo adyacente a una capital nacional. Fue fundado en 1946 y se encuentra a escasos siete kilómetros de la zona sur de la capital keniana. Espacio de tensión entre la población humana, la urbanización y el ganado, amenazada incluso por los cazadores ilegales, el parque es sin embargo el principal santuario de rinocerontes de Kenia y su vida silvestre es variada y próspera. Cercado por tres de sus lados, el flanco sur está abierto y le sirve así, en época de sequía, como refugio a los animales de la sabana.