Hace ya varios meses el gobierno porteño anunció políticas enfocadas en el ordenamiento del tránsito y la movilidad urbana. Desde la readecuación de las avenidas porteñas, todavía en proceso, hasta la eliminación de 43 giros a la izquierda, se busca así solucionar a la congestión vehicular y aumentar la eficiencia del flujo.
Por esto mismo, también hace unos meses que el trabajo de la Secretaría de Tránsito, perteneciente al Ministerio de Movilidad Urbana (ex-Infraestructura) que conduce Pablo Bereciartúa, trabaja en reacomodar el ancho de los carriles en varias de las principales arterias de la ciudad. En el contexto del Plan de Ordenamiento de Tránsito, se avanza en borrar y repintar cada vía de circulación en las trazas.
Como detallaron fuentes de Movilidad Urbana, al reacomodar el ancho de los carriles se gana espacio para generar uno o dos más. Darío Antiñolo, secretario de Tránsito porteño, dialogó con LA NACI0N sobre este y otros aspectos en los que están trabajando con esa misma intención: mejorar el flujo vehicular, sobre todo a raíz de que, por día, en la ciudad circulan más de un millón y medio de autos, en un comportamiento de rush hours, horas específicas con mayores entradas y salidas, que nuclean el volumen de tránsito en cuatro o cinco puntos claves de la Capital.
“Estamos haciendo un estudio de carriles y avenidas para llevarlos, razonablemente, a un ancho que esté dentro de la Ley de Tránsito y que le dé seguridad vial al ejercicio de transitar dentro de ellos”, sostuvo. Por ley, estos deben medir tres metros de ancho, pero en Figueroa Alcorta, por ejemplo, medían cuatro. Por esto, se achicaron y se consiguieron dos carriles más: uno que se destinó a espacio de estacionamiento y otro, a la circulación. Así, se ganaron 500 “cocheras”, contó el funcionario.
Lo consideran importante porque esto da mayor acceso a lugares de la zona, como el Museo de Bellas Artes o, incluso, a las plazas. En cuanto al nuevo carril, este “le da capacidad a la avenida para 12.000 autos más por día”, detalló. “Parece una cifra utópica, pero esto se midió con radares ubicados en la avenida antes y después de la intervención”, agregó. Estas modificaciones abarcan casi 20 cuadras.
La estrategia ya había sido utilizada por la gestión anterior, en la reconfiguración de la Avenida del Libertador, cuando la instalación de ciclovías en sus laterales quitó espacio de circulación vehicular. En aquel momento, se angostaron los carriles que quedaron para compensar esa pérdida, según explicó la entonces secretaria de Transporte y Obras Públicas de la ciudad, Manuela López Menéndez.
Avanza el reacondicionamiento de carriles en las principales avenidas de la Ciudad. Con el borrado y repintado de la señalización, se optimiza el uso del espacio para mejorar la fluidez del tránsito y, en algunos casos, sumar áreas de estacionamiento. pic.twitter.com/5vUXxmjE8n
— BA Infraestructura (@BAInfraest) February 19, 2025En Figueroa Alcorta, también se dotó a los carriles de “acupuntura vial”, es decir, tachas que van delimitándolo y que, de noche, son reflectivas. Además, para Antiñolo esto también funciona a modo de alerta en caso de que un vehículo se vaya desviando sin notarlo: “Hay muchas ventajas que quizá la gente común no las ve, pero las percibe, y percibe que anda mejor”, sostuvo.
También sobre esa avenida, desde Pueyrredón hasta Sarmiento, los semáforos están equipados de inteligencia artificial para establecer el rango de variación entre la arteria principal y las transversales. Esto lo realizan con magnetómetros y radares de conteo vehicular. Gracias a que estos últimos contabilizan la cantidad de vehículos en un momento dado, pero también guardan los datos del flujo histórico, se puede establecer cuándo dar “mayor apertura al verde, al amarillo y al rojo”.
Otros casosTanto el repintado de carriles como estos semáforos sincronizados se aplicaron también en la avenida Callao, desde Rivadavia hasta Libertador, donde el nuevo carril sumó 12.000 vehículos por día. Las obras en carriles también se están desarrollando en la avenida Alberdi a lo largo de 11 cuadras, con la expectativa de ampliar en un 33% la capacidad, y en 15 cuadras de la avenida Directorio, con la misma proyección. En esta y la anterior se está por terminar la etapa de pintura y de inserción de tachas reflectivas. Asimismo, en la avenida Díaz Vélez se sumó un nuevo carril que abarca tres cuadras.
El plan de ordenamiento contempla, además, algunas mejoras sobre la Avenida del Libertador, en donde –contó el secretario– algunos carriles son reversibles dependiendo el horario y los conductores desprevenidos se enfrentaban con autos que venían en el sentido contrario. “También pusimos en marcha los 90 carteles variables de la ciudad, que dan información del tránsito. Cuando no tenemos algo novedoso, como una demora por choque o rotura de caño, se publican recomendaciones del buen conductor. Son carteles que tienen mensajes variables de acuerdo con la situación de la ruta que se esté circulando”, remarcó Antiñolo.
Como punto clave de estas mejoras, el funcionario aseguró que se está estudiando la modificación de carriles para aplicar en todas las avenidas porteñas donde se pueda. En algunas se determinó que esto es posible, pero en otras los análisis requieren mayor detenimiento; por caso, Directorio tiene un carril exclusivo de metrobús y San Juan, su continuación, no.
El gobierno porteño también afirma haber comprobado los efectos positivos de otra medida: la eliminación de 43 giros a la izquierda. “De los 300 que hay en la ciudad de Buenos Aires, hay 100 que no tienen el funcionamiento que queremos. Los que anulamos tuvieron buenos resultados”, enfatizó Antiñolo.