El Vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, se refirió al fallecimiento del Papa Francisco sosteniendo que se trata de una pérdida inmensa para toda la humanidad. En sus palabras, destacó el legado espiritual, ético y social del Sumo Pontífice, a quien definió como “un pastor humilde y valiente, cuyo corazón abrazó al mundo entero”.
Pesatti expresó su profunda admiración por el Papa argentino, resaltando su capacidad de conmover tanto a creyentes como a no creyentes, y su testimonio como “argentino universal que trascendió nuestras fronteras para convertirse en el guía espiritual de toda la humanidad”.
En particular, el Vicegobernador recordó con gratitud el gesto histórico que Francisco tuvo hacia Río Negro: la canonización de San Artémides Zatti, el enfermero de los pobres de Viedma. “Ese acto de amor hacia nuestro pueblo y hacia toda la Iglesia fue un regalo que jamás olvidaremos”, afirmó, y agregó: “Tuve el privilegio de conocer personalmente al Papa Francisco en Roma, cuando canonizó a Don Zatti. Fue un encuentro breve, pero profundamente conmovedor, donde su calidez y humildad dejaron una marca imborrable en mi vida”.
El comunicado también remarca el compromiso del Papa con los sectores más vulnerables: “Su vida estuvo marcada por un servicio inquebrantable a los pobres, los descartados, los que sufren. Defendió la dignidad humana y nos llamó a cuidar nuestra casa común frente al daño ambiental”.
Pesatti puso en valor la postura del pontífice sobre temas sociales sensibles, como el respeto por las minorías y la inclusión de los sectores históricamente marginados. “Nos enseñó a no juzgar al prójimo, incluso desafiando posturas tradicionales dentro de la Iglesia, con la fuerza de una frase que quedará para siempre: ‘¿Quién soy yo para juzgar?’”.
Por último, el Vicegobernador concluyó que la vida de Francisco “no fue solo la de un pastor, sino la de un sembrador de esperanza, cuya siembra seguirá floreciendo allí donde haya un acto de justicia, un gesto de misericordia o una mano tendida al que sufre”.
“El paso de Francisco por el mundo deja una huella luminosa y un legado que vivirá en cada acto de bondad que se realice en su memoria”, finalizó Pesatti.