La odisea de seis días para visitar la isla poblada más inaccesible del mundo: dónde queda y cuánta gente vive

En el sur del océano Atlántico se encuentra una isla desolada dentro del archipiélago de Santa Elena, famoso porque en su isla principal estuvo preso Napoleón Bonaparte en 1815. Se trata de Tristán da Cunha, un territorio remoto con 250 habitantes fijos, al que solo se puede llegar después de un viaje de seis días hasta su ciudad y puerto, Edimburgo de los Siete Mares.

Este asentamiento pertenece a las dependencias de ultramar del Reino Unido y, debido a su ubicación aislada y casi inaccesible, se convirtió en uno de los principales destinos para quienes buscan aventura extrema y ambientes naturales casi vírgenes.

En distintas partes del mundo existen lugares prácticamente inhabitables por lo hostil de su entorno y la dificultad de explotar recursos naturales que garanticen el acceso a las necesidades básicas. Sin embargo, los británicos lograron establecerse en esta porción de tierra volcánica, cuyo punto más alto es el Pico Reina María, de 2.060 metros.

En 1505, el navegante portugués Tristão da Cunha descubrió la isla mientras se dirigía hacia el sur del Atlántico. Sin embargo, debido al fuerte oleaje, no pudo desembarcar. 300 años más tarde, la corona británica la anexó como propia.

En 1961, la población de la época se vio obligada a evacuar debido a la erupción del volcán que lleva el mismo nombre que la isla. Por el riesgo que implicaba, el gobierno central trasladó a todos sus habitantes al Reino Unido. Recién en 1963 pudieron regresar a sus hogares.

Las reglas que tenés que respetar para visitar este paraje casi olvidado

A pesar de su nombre portugués, el territorio tiene una marcada identidad británica. El gobierno no se olvida de su población y, en las épocas del año en que el océano lo permite, envía barcos con comida, asistencia médica y todo lo necesario para la vida en la isla.

Tristán da Cunha no tiene aeropuerto, por lo que la única forma de llegar es en barco. Todos zarpan desde Sudáfrica, y el viaje dura entre seis y siete días, aunque puede volverse peligroso si las aguas se agitan por tormentas.

Según el sitio oficial del Reino Unido, es necesario solicitar un permiso especial al Concejo isleño para visitar el territorio. Una vez aprobado, los requisitos son similares a los de cualquier otro destino del mundo:

Pasaje de ida y vuelta totalmente pago.Dinero suficiente para cubrir los gastos durante la estadía en Tristán da Cunha.Seguro médico y de viaje que contemple una posible evacuación por alerta volcánica hacia Ciudad del Cabo.Si planeás quedarte más de dos meses, es necesario presentar un certificado de antecedentes penales.Además, tanto para viajar a Tristán da Cunha como a la isla vecina de Santa Elena, las autoridades exigen la vacuna contra la fiebre amarilla, ya que la región es propensa a esta enfermedad.

Estos requisitos pueden parecer básicos para cualquier turista que viaje por interés turístico o científico. Sin embargo, para preservar el entorno natural único, también existen restricciones a las bioimportaciones. Esto significa que hay una reducción o prohibición de ciertos materiales orgánicos que puedan dañar a los seres vivos de la isla.

En este sentido, el sitio oficial de turismo informa que solo se puede ingresar con dos botellas de cerveza de 750 ml o 12 latas de 350 ml. Tampoco está permitido trasladar animales, plantas ni otros microorganismos.

La inseguridad en este paraje desolado es nula: las familias duermen con las puertas y ventanas abiertas. El mayor riesgo es una inminente erupción volcánica. El idioma oficial es el inglés y la moneda, la libra esterlina.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/en-las-redes/la-odisea-de-seis-dias-para-visitar-la-isla-poblada-mas-inaccesible-del-mundo-donde-queda-y-cuanta-nid30032025/

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