Elecciones en Corrientes | Lisandro Almirón: “Se rompió el acuerdo porque el candidato es el hermano del gobernador y eso consolidó la idea de feudo”

CORRIENTES.- Parece una tarde cualquiera, pero no lo es. Faltan menos de dos semanas para las elecciones provinciales del 31 de agosto y Claudio Lisandro Almirón, actual diputado nacional y candidato a gobernador de Corrientes por La Libertad Avanza, llega caminando a la cita con LA NACION en la plaza La Cruz, en el centro de la ciudad. De camino saluda a algún que otro vecino, conocido de alguna de sus muchas paradas en su larga trayectoria política. Se regalan una selfie.

Almirón es abogado, docente universitario, pero también un militante con muchas pieles. Comenzó en los años 90, acompañando a su madre, Dora González, que llegó a ser concejal por el Partido Nuevo, de Raúl “Tato” Romero Feris. Su recorrido fue zigzagueando el campo ideológico: pasó del Movimiento de las Provincias Unidas, de Jorge Sobisch -con el que se convirtió en convencional constituyente en 2007-; al kirchnerista Frente de Todos, escudería con la que fue electo concejal en 2021.

Ahora, transfigurado en libertario, Lisandro Almirón es el principal intérprete de la partitura de Javier Milei en Corrientes. El propio Presidente lo apoya en X con pulgares levantados o reposteando cuentas a nombre de otros entusiastas de su candidatura, como Patricia Bullrich, Karina Milei y Martín Menem, quienes han respaldado públicamente su postulación incluso con visitas a Corrientes.

En su lista hay viejos conocidos de la política provincial, pero ellos no son casta. Son hombres y mujeres con “coraje” para enfrentar el desafío. De cara al 31 de agosto, y más allá de lo que dicen las encuestas, Almirón pide el voto prometiendo motosierra: achique estatal, auditorías profundas, reasignación de partidas y un marcado alineamiento con el proyecto nacional, sin aclarar del todo su orden de prioridades entre la provincia y el país.

- Usted es el candidato de Milei en Corrientes ¿Por qué?

- Por las vivencias en la Cámara de Diputados y por cómo se fueron dando los primeros pasos del armado político. Y por haber dado el puntapié inicial en Corrientes, asumí la responsabilidad de buscar personas comprometidas con el proyecto, que comprendan cómo se armó, quiénes son los actores en el interior, quiénes acompañan las ideas del Presidente y quiénes están dispuestos a sacrificarse en una lucha desde todo punto de vista muy despareja, sobre todo con las reglas de juego propias de la provincia. Sabíamos que empujar el carro en esta situación era difícil: esta es apenas una primera etapa, porque Corrientes arranca con una elección provincial en un escenario duro: el oficialismo lleva 25 años en el poder, con sus bondades y defectos.

- ¿Y cómo surgió la candidatura a gobernador?

- El acompañamiento y el espacio se van ganando. No fue de entrada que pensamos en una candidatura a gobernador, sino que analizamos la situación con los distintos aliados a nivel nacional y cómo se definían los lugares para cada actor. La Libertad Avanza decidió jugar en un territorio difícil, sabiendo que no es tarea sencilla.

- En un momento se habló de un acuerdo electoral entre Milei y Gustavo Valdés. ¿Por qué no se concretó?

- Más allá de las declaraciones del Gobierno, siempre estuvo el condicionamiento de romper con las imposiciones de corte feudal. Creo que hubiera facilitado el diálogo que el candidato no fuera el hermano del gobernador (Juan Pablo Valdés). Eso rompió cualquier posibilidad de acuerdo. Se consolidó la idea de feudo y no había mucho para hacer.

- ¿Cómo analiza al gobierno de Valdés?

- En estos 25 años hubo responsabilidades compartidas entre las distintas gestiones. Hay problemas en los mecanismos de contralor del Estado, poca visibilidad de las rendiciones de cuentas y poca acción del Tribunal de Cuentas para transparentarlas. En la Legislatura, las cuentas de inversión prácticamente se tratan “a libro cerrado” y sin visibilizar en qué se gasta, cómo y cuáles son las prioridades. Corrientes ha quedado muy atrás en comparación con las provincias vecinas. Hay superposición de funciones, duplicación de cargos, once ministerios, secretarías sobreabundantes. En el caso de las obras públicas han tenido un manejo discrecional. Muchas veces se confunde una buena administración con cambiar fachadas de hospitales, comisarías o escuelas, pero detrás hay un gasto desordenado y poca transparencia en las obras.

- Milei ha impulsado un fuerte ajuste fiscal y reformas de shock. ¿Respaldará esa política desde Corrientes o pondrá límites si afectan los recursos de la provincia?

- Corrientes tiene una Constitución que garantiza el equilibrio fiscal. Pero hablar de equilibrio sin organismos de control es difícil. Además, están los tribunales municipales que en la gran mayoría no funcionan o lo hacen de manera muy rudimentaria. Respecto a los fondos, creo que podemos hacer los ajustes necesarios simplificando la burocracia. No se trata de recortar empleo público, sino de eliminar cuadros administrativos que funcionan mal. Nosotros no estamos poniendo en duda el trabajo de la gente, al contrario, vamos a respaldar y devolverle poder al ciudadano. Hay que revalorizar el capital humano: enfermeros, médicos, una maestra rural, alguien capacitado en seguridad, no pueden estar en la misma escala que un puntero político.

- Muchas críticas que recibe señalan que copia el modelo Milei. ¿Qué parte del programa replicará en Corrientes y cuál no se podría adaptar?

- Tenemos que apuntar a lo que logró hacer el Presidente en la primera etapa: desregular áreas que perjudican al incentivo privado. Acá hay varios impuestos que atacar y eliminar. Por ejemplo, un impuesto que grava la mera compra y la venta. A eso se suma Ingresos Brutos. Después está la eterna burocracia. El Gobierno nacional impulsa una política de simplificación que hay que acompañar: cuanto más destrabas, más competitiva es la economía. Eso te permite exportar, pero también importar. En Argentina está instalado que la importación perjudica al mercado interno, pero la importación es parte del crecimiento: exportas para poder importar lo que no producís. Lo importante es tener la menor burocracia posible y la mayor competitividad.

- La crítica es que implementar esas ideas en una provincia con alto empleo público y economías regionales dependientes puede ser riesgoso. Los tomateros dicen que entran productos más baratos y les complica competir.

- En los productos primarios, a veces el reacomodo de precios genera estas situaciones. El tomate venía con buen precio y de repente, con la desaceleración de la inflación, dejó de especularse. Hubo productores sobregirados que se fueron acomodando. Una vez que se acomoden, los productos estacionales como el tomate o la naranja van a volver a ser competitivos. Hay países de la zona que, con la desregulación, encontraron en la Argentina la posibilidad de entrar con sus productos. Eso afecta a algunos sectores, aunque tampoco deberíamos conformarnos solo con vender en el Mercado Central.

- También hay problemas estructurales. No hay ferrocarriles, las rutas nacionales se deterioran. Es muy difícil ser competitivo porque el transporte encarece el precio. ¿Cómo trataría este tema? ¿Qué infraestructura imagina?

- Me gustaría una provincia con un ferrocarril que atraviese de Oeste a Este hacia un puerto en Lavalle. Poder transportar desde el río Paraná hasta el Uruguay sería valioso. Son inversiones bajas comparadas con otras y hay capitales interesados. Aprovecharía el (ferrocarril) Urquiza, que cruza a Paso de los Libres, y lo conectaría como lo hacen las rutas 119 y 126.

- Son temas clave y en discusión. ¿Cómo piensa hacerlo?

- Está el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones: pensar en un RIGI provincial, como lo están haciendo Tucumán y Jujuy. Nosotros no tenemos litio, pero sí agua, que será clave para la producción de hidrógeno. Eso ya lo ven países como Arabia Saudita, Israel o Estados Unidos. Falta que nos despertemos y miremos nuestros nuestros productos a 20 o 30 años. Si no desarrollamos el puerto de Lavalle, con participación público-privada, y no avanzamos en un puente en la triple frontera o Monte Caseros, seguiremos atados a los intereses de otros, como los de Entre Ríos o Buenos Aires.

- Históricamente, el lobby del puerto de Rosario y de Buenos Aires pisa a Corrientes. ¿Cómo congeniaría con esos intereses?

- Ahí tenemos que apostar a la buena política. Corrientes necesita competitividad y consensos. No podemos seguir concentrados en la obra pública de escala mínima y en los retornos de la mala política, dejando pasar la oportunidad de desarrollar puertos, caminos y transporte. Sin seguridad jurídica, con municipios sin control y con problemas de energía —agravados por la mala gestión de la distribuidora provincial, que lleva más de 16 años con la misma conducción—, es muy difícil avanzar.

- ¿Está dispuesto a confrontar con la Casa Rosada si considera que una medida nacional perjudica a Corrientes?

- Estoy convencido de que este es un gobierno que permanentemente le quita trabas al comercio y a la industria. Lo que hace falta son políticos que acompañen este proceso de desregulación y simplificación. En la medida que sigamos queriendo proteger intereses de corte feudal, se complica. Si seguís aumentando el gasto público sin pensar en el equilibrio, ¿de dónde vas a sacar para aumentar los sueldos un 10%? (Se refiere al anuncio que hizo el gobernador Valdés, cuyos detalles se conocerán este lunes 18). Hacer anuncios por X sin hablar de recursos, presupuestos y proyección no tiene nada que ver con el equilibrio fiscal que plantea el gobierno nacional. Decime de dónde sacas los recursos, a qué sector le vas a quitar. Porque si vas a aumentar acá pero vas a seguir dejando que aumente la mortalidad infantil, entonces hay que replantearse qué achicar o dónde dejar de gastar para que no mueran más chicos.

- En su campaña menciona el contrabando y el narcotráfico en la zona de frontera. ¿Qué plan concreto hay para combatir eso?

- El plan incluye a las fuerzas federales para reforzar la frontera. Esto lo explicó Patricia Bullrich: la provincia tiene 9.000 efectivos policiales, de los cuales 5.000 están en la capital y 4.000 en el interior. Además, hay 500 efectivos federales en la provincia, lo que nos convierte en la segunda provincia con más presencia federal después de Misiones. Luego está Salta. A pesar de esto, en el sector rural hay inseguridad por el abigeato, que ya no es solo el robo de una vaca u oveja: hoy son camiones jaula, muchas veces con violencia y vinculados al dinero en negro del narcotráfico. Ese circuito termina en carnicerías cercanas o lejanas a los pueblos, con precios muy bajos, y se combina con incendios forestales para depreciar tierras en zona de frontera.

- ¿Cómo depuraría y profesionalizaría a la Policía?

- Patricia preguntó: “¿Cuánto dura la carrera de cadete de policía?”. Hoy dura cuatro años, y para ser competitivos debería durar tres, para que los cadetes se formen y estén en funciones antes. Segundo: no puede haber manejo discrecional del poder político. No puedo poner a alguien sin vocación de policía solo por pedido político o como salida laboral para tener obra social y sueldo fijo. Lamentablemente hoy la Policía está muy politizada, hay injerencia excesiva de decisiones políticas. Hoy funciona como una unidad básica. Eso no está bien.

- ¿Cómo planificar salud, educación y seguridad, garantizando el servicio pero con menos intervención del Estado?

- Por supuesto que se puede. En la medida que empoderes a los ministros, les des facultades y dejen de ser empleados burocráticos, el cambio es posible. Un ministro debe ejecutar, proponer y mejorar la calidad institucional del área que dirige. Nosotros no tenemos ministros de calidad, ministros que estén formados en el área en el que le toca sentarse y llevar adelante esa cartera. No puede primar de qué partido es o qué hizo en campaña para ocupar un cargo. Hay que poner a los mejores, pero muchos profesionales no quieren trabajar en el Estado por las condiciones actuales: concentración de poder, decisiones unipersonales, falta de financiamiento real y desvío de fondos hacia áreas que no corresponden.

- Si el 10 de diciembre asume como gobernador ¿Cuáles serían las primeras medidas concretas que implementaría?

- La primera es auditar. No hay forma: hay que rendir cuentas. No puedo entrar al Estado sin saber con qué me voy a encontrar. Necesitamos un sinceramiento de los números, del funcionamiento y de las rendiciones de cuentas, con la última aprobación de fondos de inversión de la provincia. Una vez auditado, viene un régimen de simplificación para eliminar trámites que hacen burocrático al Estado, como impuestos distorsivos. Luego, sanear el sector público: saber quiénes están en blanco, cuántos son planta permanente, cuántos próximos a jubilarse y cuántos están en situación informal. Hay que olvidarse de cuestiones ideológicas y poner a los mejores hombres y mujeres para llevar adelante una provincia ordenada y responsable.

- En términos personales, una de las críticas que más recibe es que se quiere parecer a Milei. ¿Por qué?

- A mí me pasa algo curioso: siempre fui una persona sanguínea, que dice lo que piensa. Tengo una profunda admiración y respeto por el Presidente. No lo siento como un ataque que digan que me parezco a él, al contrario, para mí es un honor. Si me dijeran que me parezco a San Martín también me pondría contento.

- Ustedes denuncian constantemente a la “casta política”, pero el armado de LLA está integrado por dirigentes con dilatada trayectoria en el peronismo, el autonomismo, el partido liberal y Pro, pero también con dilatadas carreras en el Estado. ¿Cómo justifica eso?

- En Corrientes, salvo ELI (Encuentro Liberal, el partido de Pedro Cassani, exaliado de Ricardo Colombi y Gustavo Valdés; preside la Cámara de Diputados de Corrientes hace 16 años), la mayoría son potencialidades individuales, personas valiosas que no podían quedar afuera. Se necesitaba gente dispuesta a dar una batalla contra un aparato: una lucha entre David y Goliat. No es delirio, es coraje. Si cada uno se quedaba en su zona de confort, no habríamos dado el ejemplo a las generaciones futuras. Los legisladores que se plantaron contra la ley electoral dieron esa batalla y yo, si soy gobernador, al día siguiente mando el proyecto para reformar el sistema.

- En su familia hay varios miembros que ocupan cargos públicos. ¿No contradice esto su discurso contra el nepotismo?

- En mi caso, no toda mi familia está en la administración pública y los que están, tienen carrera administrativa. No practico nepotismo: no tengo familiares en lugares jerárquicos ni en listas legislativas, aunque podría hacerlo. Cada uno se gana su lugar.

- ¿Cuál es su versión acerca de la denuncia en su contra por la falsificación de la firma de su abuela para quedarse, junto con sus hermanos, con un inmueble que era parte de una herencia compartida con sus primos?

- Tengo el fallo que demuestra que es falso. Nunca hice manifestaciones públicas porque era un tema privado que quisieron transformar en penal para dañarme. Ambas acusaciones son falsas. La primera cae por su propio peso y la segunda está en un fallo judicial. Salgo a la calle con la frente en alto.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/politica/lisandro-almiron-se-rompio-el-acuerdo-porque-el-candidato-es-el-hermano-del-gobernador-y-eso-nid19082025/

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