Los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) impactaron en el trabajo de miles de migrantes en diferentes puntos de ese país, debido al temor a ser detenidos y deportados. Una empresa de un territorio afrontó severas consecuencias y actualmente enfrenta un gran desafío.
El ICE detuvo a la mitad de los trabajadores de una empresaSe trata de Glenn Valley Foods, ubicada en Omaha, Nebraska, que sufrió semanas atrás una redada de migrantes por parte de la agencia federal. Según detalló The New York Times, los oficiales se presentaron en el negocio con órdenes de arresto contra 107 empleados, que serían extranjeros sin estatus legal que utilizaban documentaciones falsas.
La firma señaló que la mitad del personal de mantenimiento se encuentra en proceso de deportación, que el director de recursos humanos dejó de asistir al lugar de trabajo y que más de 50 empleados están retenidos en un centro de detención de Nebraska.
Este operativo se enmarcó en los esfuerzos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por ejercer un mayor control migratorio y cumplir con deportaciones masivas de un millón de extranjeros al año.
Si bien en un inicio la administración federal señaló que su principal objetivo eran los migrantes con antecedentes penales que representan una amenaza para la seguridad pública y nacional, propietarios de negocios y vecinos reportaron las detenciones de personas sin historial criminal.
Esta situación comenzó a afectar a los trabajadores y empleadores, que ven disminuida la fuerza laboral por temor a que el ICE realice una redada en esos lugares.
El propietario de Glenn Valley Foods en Omaha, Gary Rohwer, indicó al medio mencionado que utilizaba el sistema federal en línea de E-Verify para verificar que los trabajadores de la empresa cumplían con los requisitos legales. De hecho, siempre consideró a su personal de origen migrante “la sal de la tierra, personas increíbles que ayudaron a construir” su compañía.
El empresario señaló que la mayoría de sus trabajadores extranjeros, provenientes principalmente de México y Centroamérica, no poseían antecedentes penales y que la fuerza laboral estaba constituida en gran medida por madres de ciudadanos estadounidenses.
“Sigo furioso por lo que le ocurrió a nuestra gente, pero tenemos que mantener las máquinas en funcionamiento”, puntualizó Rohwer. Y dijo: “Necesitamos más personas capacitadas y listas para trabajar”.
La solución que hallaron en la empresa que sufrió una redada masiva del ICEDe los 130 trabajadores que empleaba el negocio, alrededor de 70 fueron detenidos. El presidente de la entidad, Chad Hartmann, acudió al director de recursos humanos, Alfredo Moreno, en búsqueda de asesoramiento para hallar una solución. Así, iniciaron los procesos de selección para nuevas contrataciones de personal.
Según relató, algunos de los empleados fueron acusados de utilizar identificaciones falsas. “La única manera de evitar realmente el fraude es examinar las identificaciones con luces negras y lupas y, luego, entrevistar a cada persona”, apuntó Moreno.
Hartmann recordó la secuencia cuando entraron los agentes del ICE al negocio. “No podemos volver a pasar por esto. Sinceramente, fue muy traumático para todos los implicados”, aseveró.