Los integrantes de UNTER no solo atacaron a las instituciones, sino que llegaron al extremo de la violencia y la extorsión, agraviando a nuestros legisladores y destruyendo todo a su paso. Lo más angustiante y triste es que estas personas son quienes educan a nuestros hijos. Estamos comprometidos con la seguridad y el bienestar de los estudiantes, y ver este nivel de agresión por parte de quienes deberían ser un ejemplo es inaceptable. Vamos a cambiar lo que sea necesario para no dejar la educación y el futuro de nuestros hijos en manos de violentos.