“Con profundo dolor les informamos que nuestra compañera Rita ha fallecido. Acompañamos en este momento de tristeza a su familia, amistades y seres queridos. Invitamos a que nos acompañemos mutuamente en este difícil momento", así el “equipo de conducción” de la Escuela de Educación Secundaria N°142 de González Catán, en La Matanza, despedía a Rita Suárez, la mujer de 47 años asesinada ayer delante de su hijo adolescente durante un intento de robo.
Suárez era preceptora en el establecimiento educativo. Además, tenía un emprendimiento laboral: Bordando Rock, en el que realizaba bordados y ponía apliques en camperas, jeans y otras indumentarias, todo con logos o letras de bandas de rock, en su mayoría de La Renga, una de sus pasiones.
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Suárez, que tenía dos hijos, fue asesinada ayer a la tarde en Villa Luzuriaga, en La Matanza, cuando esperaba a su hija de 18 años que saliera de una clase de canto.
Había estacionado su Renault Sandero en la esquina de Miró y Florio. Estaba acompañada de su hijo adolescente, que estaba sentado en el asiento del lado del acompañante.
Madre e hijo, de pronto, mientras esperaban a la joven, fueron sorprendidos por tres delincuentes. Querían robar el vehículo. Uno de los ladrones, sin mediar palabra, disparó. Suárez murió pocos minutos después en la clínica donde había sido trasladada.
La fuga de los delincuentes después del homicidioSe trató del segundo asesinato en La Matanza en 24 horas. El día anterior motochorros mataron a balazos a una joven de 23 años cuando intentaron robarle la moto en González Catán.
Tras el disparo, los ladrones escaparon sin robar nada. Parte de la huida quedó registrada por distintas cámaras de seguridad.
La investigación del crimen quedó a cargo del fiscal Adrián Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, que contó con la colaboración de detectives de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
“Obviamente, el niño no pudo declarar porque estaba en estado de shock, pero llegó a decirle al personal policial que llegó a la escena del homicidio que los delincuentes dispararon sin decir nada", dijeron a LA NACION fuentes judiciales.
Según la reconstrucción que pudieron hacer los detectives policiales y judiciales, cuando la víctima y su hijo esperaban a que terminara la clase de canto, llegaron los delincuentes. Dos se pusieron del lado de la puerta de la conductora y el tercero, en la puerta del acompañante.
“Uno de los ladrones quiso abrir la puerta del auto, pero sin decir nada disparó. La víctima fue trasladada de urgencia a una clínica de San Justo, donde finalmente falleció”, explicaron las fuentes judiciales.
Los delincuentes fueron rápidamente identificados. La pista surgió a partir de una compra que realizaron en un supermercado chino.
“Uno de los sospechosos pagó la compra de una botella de agua mineral con una billetera virtual, situación que permitió ser identificado”, dijeron fuentes policiales y judiciales.
El delincuente, según la información obtenida en el Registro Nacional de las Personas (Renaper) tenía declarado como domicilio un inmueble en Rafael Castillo, en La Matanza. La policía bonaerense hizo un allanamiento, pero con resultado negativo.
A partir del análisis de las filmaciones de distintas cámaras de seguridad se determinó que después de la compra en el supermercado chino, los delincuentes se dirigieron a una agencia de remises, donde pidieron un auto. El viaje también fue pagado con una billetera virtual.
“El chofer reconoció a uno de los pasajeros. Tras la información aportada de donde terminó el viaje, los detectives policiales se dirigieron al domicilio en cuestión. En ese momento, el sospechoso, al ver a los uniformados, intentó escapar. Pero fue detenido. Estaba vestido con la misma ropa que utilizó durante el intento de robo y homicidio”, dijeron fuentes del caso.
El personal policial secuestró una pistola, un cargador con ocho municiones y la ropa que vestía el sospechoso en el momento en que mataron a la víctima.
Poco después se identificó a los otros dos delincuentes, pero como se trataban de menores de edad, el fiscal Arribas declinó la competencia y la causa quedó a cargo de una fiscalía del fuero de responsabilidad penal juvenil de La Matanza.