“Me sigue sorprendiendo que a pesar de las diferencias culturales las audiencias globales conectaran tanto con este relato”, dice Lee Jung-jae, el protagonista de El juego del calamar al que desde que se estrenó la serie de Corea del Sur en 2021 todo el mundo conoce como el jugador 456.
A una semana del lanzamiento de la tercera y última temporada de la ficción de Netflix, el intérprete, su colega Lee Byung-hun-quien encarna al misterioso organizador de la competencia- y Hwang Dong-hyuk, el creador de la serie, intentaron dilucidar, en una charla con la prensa internacional de la que participó LA NACION, cómo fue que el desgarrador drama de pura identidad coreana se transformó en un fenómeno global. Tal fue y es el impacto del programa que incluso su propio guionista y director quedó asombrado cuando los espectadores occidentales la adoptaron a pesar de no captar del todo algunas de sus referencias culturales.
“En la primera temporada, hay una escena en la que el protagonista está en la bañadera y se ve que cerca de él hay un ladrillo de carbón encendido. El público de mi país entiende inmediatamente que se trata de un momento de desesperación del personaje porque el suicidio por inhalación de humo es una práctica conocida en Corea del Sur. Los espectadores extranjeros me comentaron varias veces que para ellos se trataba de una imagen de serenidad y relajación del personaje en medio de uno de los momentos más dramáticos de la temporada. Es decir, el efecto opuesto de lo que señalaba mi guion”, detalla Hwang Dong-hyuk con una sonrisa, digna de la mente detrás del despiadado programa.
Más allá del peculiar humor del creador, quizás la respuesta más sensata al misterio detrás del éxito del programa la tenga uno de sus protagonistas. “Creo que hay situaciones, objetos o juegos que pueden ser desconocidos para algunos porque son muy típicos de la cultura coreana, pero me parece que parte del atractivo de la serie es aprender sobre ellos. La gente se identificó con el relato sin importar su lugar de origen. Debo decir que aunque, por un lado, eso fue fantástico, por el otro que la mayoría pudiera identificarse con las cosas terribles que muestra la serie y su punto de vista sobre el estado del mundo, también deja un sabor amargo”, explicaba Lee Byung-hun, un celebrado intérprete de la TV y el cine de su país que incluso probó suerte en Hollywood en films como G.I. Joe: El origen de Cobra , Red 2 y Terminator: Génesis, pero que nunca alcanzó el nivel de fama mundial que consiguió gracias a la ficción de Netflix.
Un reconocimiento que en los últimos cuatro años también se extendió al resto de la producción televisiva de Corea del Sur que gracias a las puertas que abrió El juego del calamar-y antes habían entornado también el Oscar a Mejor película que ganó Parasite en 2019-, se transformó en la usina de ficción en serie más codiciada por las plataformas de streaming.
Con el final de la premiada El juego del calamar cerca lo que sigue es una lista de comedias románticas, relatos familiares, historias de ciencia ficción y policiales disponibles acá y realizados en el país asiático que confirman que la calidad del éxito de la serie de Netflix no es una excepción sino la regla.
Seguro contra divorcioUna comedia de oficina con destellos de comedia romántica y drama familiar esta serie de 12 episodios propone una premisa algo disparatada, ambientada en el mundo de las compañías de seguros, una profesión que no se identifica inmediatamente con el humor o el romance y ni siquiera con el entretenimiento. Sin embargo, en este caso la originalidad del concepto y la interpretación de sus protagonistas logran revertir esa primera impresión.
La trama comienza cuando No Gi-joon (Lee Dong-wook) un brillante ejecutivo de una compañía de seguros, idea un nuevo producto para ofrecerle a sus clientes. Con varios divorcios a cuestas y convencido de que es posible ponerle un precio a la ruptura de un matrimonio, Gi-joon arma un equipo que integran su amigo y competidor Ahn Jeon Man (Lee Kwang Soo), Jeon Na Rae (Lee Da Hee), una de sus exposas y Kang Han Deul (Lee Joo Bin) una nueva empleada recién separada. Disponible en Prime Video.
MovingCalificada como un programa ideal para los fanáticos de El juego del calamar, la ficción de 20 episodios combina el drama social y familiar con un relato de superhéroes que intentan sobrevivir en el mundo real. Adaptada de una historieta digital, la serie transcurre en dos planos paralelos: por un lado, están los personajes jóvenes, alumnos de secundario cerca de terminar el colegio, que se esfuerzan por esconder sus poderes simplemente para no convertirse en el foco de atención de sus compañeros.
Por el otro están sus padres, de quienes heredaron sus habilidades y que se enfrentan con un villano oculto que parece decidido a terminar con todos los héroes de las maneras más violentas posibles. Por momentos drama generacional y a veces pura fantasía, Moving ofrece un contenido tan profundo como original. Disponible en Disney+.
El sabor de lo nuestroEntre las muchas consecuencias positivas del éxito de El juego del calamar, una inesperada hasta para sus productores, fue el interés que la ficción generó por la gastronomía coreana. Un furor que Netflix extendió más allá de la ficción con Rapsodia de pollo frito coreano, Rapsodia de fideos fríos coreanos y Rapsodia de panza de cerdo coreana, una serie documental a la que siguió con el reality show de competencia Guerra de cucharas. Solo era cuestión de tiempo para que llegara a la plataforma un ciclo que incluyera la comida en el desarrollo de su historia. En diez episodios ya disponibles El sabor de lo nuestro explora las tradiciones gastronómicas y la millonaria industria culinaria en Corea del Sur a través del romance entre Han Beom Woo (Kang Ha Neul, al que algunos reconocerán como el jugador 388 de El juego del calamar), el heredero de un imperio de comedia que se enamora perdidamente de Mo Yeon Joo (Go Min Si), una chef temperamental. Disponible en Netflix.
Dong Jae, the Good or the BastardPara quienes se engancharon con el contenido coreano en los tiempos anteriores a la explosión de interés que provocó El juego del calamar, el personaje central de este policial tal vez les resulte conocido. Seo Dong Jae (Lee Joon Hyuk) lleva años trabajando como fiscal y casi la misma cantidad de tiempo señalado por sus pares como corrupto. Uno de los villanos de la excelente Stranger estrenada en 2020 en Netflix, Seo Dong Jae se transformó en uno de esos antihéroes que el público ama odiar. Al punto que, años después, consiguió su propia serie y el intento de redención que se merecía con este relato que lo muestra luchando entre su sentido de la justicia mientras investiga un asesinato y dejándose llevar por su codicia en el caso de una denuncia por estafa inmobiliaria. Disponible en Paramount+.
El hada del levantamiento de pesasInspirada en la vida de la levantadora de pesas olímpica Jang Mi Ran (medalla de bronce en Londres 2012), esta comedia romántica gira en torno a Kim Bok Joo (Lee Sung Kyung), una chica de 22 años que asiste a la universidad Hanwool, una institución en donde muchos, muchos atletas entrenan para participar de competencias. Hija de un exlevantador, Bok Joo vive dedicada a su deporte hasta que conoce a un joven médico que la distrae de sus propósitos profesionales y pone en crisis a su equipo. Entre la amistad, los mandatos familiares y la exploración de una disciplina olímpica que no suele ser de las más populares, la comedia encuentra el equilibrio perfecto entre el humor y la emoción. Disponible en Max.